John Digweed es uno de los grandes. Su maleta está nutrida de joyas que pocos arqueólogos de la electrónica son capaces de hallar. Su sensibilidad a los platos se entremezcla con su certera contundencia, su habilidad para la creación de atmósferas y la montaña rusa emocional en la que se acaba convirtiendo cada una de sus sesiones. Pocos tienen la clase de Digweed a la hora de guiar al público, gracias a su maestría estructurando y desarrollando cada uno de sus sets. Vamos, que nos encanta, y su debut en el club de moda ahora mismo en la capital, Cocó, fue la ocasión perfecta para descubrir esta nueva sala y sesión de la capital.
La sesión que tiene lugar los sábados se llama Zyde y ha empezado con fuerza, porque ya se ha anunciado que en un futuro cercano podremos disfrutar de Jimpster y Hernan Cattaneo. Los viernes ya los teníamos bastante nutridos gracias a Deep en Danzoo y Up en Penélope, de modo que Zyde ha venido a llenar el hueco de los sábados y de qué manera. La sala Cocó surge de las cenizas en el lugar en el que en su día estuvo ubicada la discoteca Alcalá20. Tras numerosos años de cabezazos contra la pared y numerosas reformas, al fin ha podido reabrirse un club en el lugar en el que hace casi treinta años perdieron la vida 82 personas en un incendio. Atrás queda ese suceso negro de la historia nocturna madrileña y lo que podemos encontrar ahora es un club con un gran sonido e iluminación, según pudimos comprobar el pasado sábado 4 de junio. Con un aspecto que recuerda mucho a la recién clausurada Cool y un aforo muy discreto, apenas 500 personas, es ahora mismo el club de techno más selecto y céntrico de Madrid. La pasarela de modelitos y muchachos ciclados así lo probaron y es que no era el ambiente propio de una sesión de techno, sino más bien de un garito fashion del centro. Pero bueno, lo que importan son los resultados a la hora de disfrutar de la música, que a eso es precisamente a lo que fuimos, y en resumidas cuentas, podemos calificar la noche de soberbia.
Los residentes de Zyde, Víctor y Marcos Díaz, comenzaron templando la velada con un deep house sedimentado y elegante, perfecto para ir acondicionando el ambiente para el torbellino que vendría después. Rozando las tres de la mañana, Digweed saltó a la palestra. Comenzó con una combinación de house y deep rebosante de clase y profundidad. En esas se tiró tres cuartos de hora hasta que decidió que ya era hora de hacer despegar de verdad la nave. La sala ya estaba totalmente a rebosar y las paredes sudaban, aunque sólo un cuarto de la misma estaba realmente al tanto de la música. En este tramo de la sesión destacaron los sonidos más progresivos, tanto en su variante más techno como en la más housera. Auténtica excelencia de Bedrock en un amplio espectro de estilos que fluyeron de forma cristalina a través del Warm Up. Trallazos sublimes en la onda de “Dark and Long (Dark Train)“, de Underworld, “30 Northeast” del menda y Nick Muir o el impresionante cierre que corrió a cargo de “Waiting for” de Michael Mayer. En la recta final, un techno melódico, a la par que contundente, puso el broche final a una sesión magistral, una vez más. Y en cuanto a la sala Cocó, espero que esta sea una de muchas noches gloriosas, porque la cosa promete. Hasta la próxima.
Texto: Javi JB
Foto: Pat Blanco
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