Cuando uno acude a un concierto de alguna formación nacional, como el caso de Ktulu, y se encuentra una sala con una asistencia que debería ser mucho mayor por motivos obvios, la mente hace una regresión al pasado, cuando España era un “campo árido” donde apenas se “cosechaba” el rock y había que conformarse con “mínimas raciones” mientras otros géneros musicales campaban a sus anchas para deleite de horteras e insatisfacción de quienes deseábamos otras alternativas. En la actualidad, las cosas han cambiado mucho, hay numerosos grupos españoles que han alcanzado un nivel excelente y a los que se puede ver en directo cada cierto tiempo, pero los seguidores no responden como se merecen las bandas. Crisis, exceso de oferta… pueden ponerse las excusas que se quieran pero el escaso interés solo denota una falta de compromiso de los aficionados con respecto al rock/heavy/metal que resulta decepcionante.
A Ktulu, no pareció importarles la cantidad de asistentes que se citaron porque saltaron al escenario de la sala 2 del Apolo dispuestos a realizar un repaso a lo mejor de su discografía y a demostrar que después de 25 años siguen pateando traseros con una intensidad que para sí quisieran algunos grupos que empiezan.
Con una formación renovada con la presencia de Jess a la guitarra y Franklyn al bajo, complementándose de maravilla con los más expertos David (guitarra) y Blai (batería) y el “veterano” vocalista Wylly, único miembro que ha permanecido en el grupo desde sus inicios, Ktulu dio una auténtica lección de metal furibundo y desequilibrante en una actuación sin apenas respiro y donde la energía impregnó la atmósfera hasta límites eufóricos.
Como auténticos profesionales, derrochando vitalidad y ofreciendo en todo momento rostros entusiastas, los componentes de Ktulu exhibieron sus cualidades vaciándose sobre las tablas. Jess ejecutando pasos imposibles sin perder el ritmo con la guitarra; David, algo menos impulsivo pero igual de efectivo a la hora de taladrar cerebros con su instrumento y con una ilimitada energía cuando se trataba de agitar la cabeza en las partes más intensas. Por su parte, Franklin tampoco se quedó atrás a la hora de exhibir melena mientras mantenía el compás con las cuatro cuerdas como si le fuera la vida en ello. Pero el sonido de Ktulu no estaría completo si en el fondo de las tablas no tuvieran a Blai aporreando con vehemencia su kit de batería para dar cuerpo y consistencia a las composiciones. Y ya que hemos hablado de cuerpo, no podemos olvidar el “alma” de la banda, Wylly, quien se encargó de añadir el toque definitivo con su desgarrador registro, manejando su garganta con precisión y, dentro de la brusquedad que transmite, dosificando su capacidad pulmonar con efectiva experiencia.
En definitiva, un concierto sin concesiones, de pura caña, y con rasgos de humor como la reiterada solicitud de Wylly para que espabilara el tío que se encargaba de las luces, algo “quedado” en algunos momentos o, el amago de recordar los tiempos de Garage Inc. de Metallica.
CUT THE END
Cut The End se encargaron de abrir el concierto con su metal atmosférico cercano a formaciones como Oceansize. Interesante pero ejecutado a un volumen excesivo que dejaba molestos trazos de incómoda saturación sonora.
SET LIST
1-Mensaje Subliminal (Orden Genético)
2-Tiempo Hostil (Confrontación)
3-Justicia? (Confrontación)
4-Pura Vida (Ktulu)
5-La Ira De Los Monos (Show Caníbal)
6-Superpredador (Show Caníbal)
7-Demonios (Show Caníbal)
8-Biocontaminación (Confrontación)
9-El Ultimo Pájaro (Orden Genético)
10-El Latido Del Miedo (Confrontación)
11-Stereotipo (Ktulu)
12-Diez Toneladas (Ktulu)
13-Hiperactividad (Ktulu)
14-Alma Limbo Polis (Ktulu)
15-Sutil Mutilación (Confrontación)
16-Legítima Defensa (Confrontación)
17-Lado Oscuro (Confrontación)
18-Delirium Tremens (Confrontación)
19-Crisis De Fe (Confrontación)
20-Apocalipsis 25D (Orden Genético)
21-Deja De Joder (Orden Genético)
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