Pongámonos en situación. No queda mucho para que amanezca y el garito en el que llevas toda la noche bailando está a punto de cerrar. El pinchadiscos pone el último tema y se encienden las luces, en ese momento incómodo en el que los que parecían sexis, ahora parecen despojos. Sólo los más borrachos siguen agitándose en el centro de la pista. Al fin y al cabo, está sonando la mejor canción. Pues bien, algo así fue el último concierto de The Queers.
A estas alturas es más justo decir que fuimos a ver a Joe Queer que a The Queers. No porque ya no toquen los miembros originales, que al fin y al cabo no duraron ni un lustro en el grupo, sino porque en esta ocasión ni siquiera vinieron los miembros que suelen tocar con él en la actualidad: Dangerous Dave, Chris Fields y Lurch Nobody. Recortes de presupuesto, ya se sabe. En su lugar vinieron un colega de Boston y otro de Manresa. Aunque, francamente, qué más da. Joe King, además de ser la voz y la guitarra, es la esencia del grupo y con verle a él tenemos más que suficiente. No es Marky Ramone, para que nos entendamos. Aunque Joe adora a este último casi tanto como a los Ramones. De hecho en sus ratos libres está escribiendo un libro sobre la gira que hicieron con el popular batera en el 2007.
En principio la gira del 2009 prometía ser la última que tuviera lugar por Europa, pero cuatro años después The Queers regresaron de nuevo para grabar su disco en directo de infame nombre ‘Olé Maestro‘ en Gruta 77. Entonces sí que parecía que se trataba de una despedida, pero a Joe le encanta marcase faroles, así que aquí les tuvimos de nuevo. Y nos encanta que así sea. De hecho esperamos que no deje de hacerlo y podamos seguir despidiendo por mucho tiempo a uno de los mejores grupos de la historia del punk pop.
En cuanto al resto de sus clásicos tampoco faltaron las imprescindibles “This Place Sucks“, “I Wanna be Happy”, “Love, Love, Love“, “Another Girl” o, cómo no, “Punk Rock Girls” y su pegadizo yummy yummy. Aunque hay que reprocharles, eso sí, que se dejaran en el tintero “Tamara is a Punk“, aunque nos compensaron con la versión de sus colegas Screeching Weasel, “Cindy’s On Methadone“.