El mejor plan que puedo concebir para Año Nuevo es disfrutar del Concierto de Viena, seguido de unos buenos saltos de ski. Porque lo siguen echando, ¿no? Bueno, sí, me quedé dormido a consecuencia de los excesos de Nochevieja, qué le vamos a hacer. De modo que el siguiente mejor plan del día era sin duda el ya consagrado, y más espectacular evento de Año Nuevo, el Space Of Sound Festival. Así que nada, una simpática combinación de bebidas espirituosas y energéticas varias y camino del Telefónica Madrid Arena a gozar del primer festival del 2010.
Llegamos minutos antes de que comenzara a pinchar Sasha, una de las principales cabezas del cartel, a la hora de la siesta. El maestro del progressive-trance pinchó en nada menos que tres ciudades el 1 de enero, primero en el Athenaeum Intercontinental de Atenas, después en Madrid y tras ésta en el Ministry Of Sound londinense. Una auténtica locura que provocó que tuviera que pinchar a unas horas tan “intempestivas”. En cualquier caso, era algo que no podíamos perdernos de modo que minutos antes de que comenzara ya estábamos posicionados, al igual que las miles de personas que ya llenaban la pista principal. El set del inglés fue precedido por un corte de luz que se prolongó unos minutos pero que tras ser solucionado dio paso al realmente llamado Alexander Coe. El arranque fue apaciguado y envolvente pero siguió in crescendo hasta que terminara dos horas después. Dentro del Ableton Live incluyó bastantes producciones de emFire y la verdad es que la calidad musical primó durante las dos horas escasas que nos deleitó con su clase. Es evidente que no alcanzó el nivel de la que se marcó junto a Digweed en el pasado Rock In Río pero fue de los mejores manjares que pudimos degustar a lo largo de todo el día y, sin duda alguna, el mejor de los comienzos.
Desgraciadamente Sasha coincidó con el live de Marc Marzenit en el Klubbers Area por lo que tan sólo pudimos disfrutar del cierre del barcelonés. Está claro que se trata de uno de los mayores talentos en materia technofila que tenemos ahora mismo en España y no es de extrañar que dj’s de la talla de Tiësto o John Digweed suelan incluir sus producciones en sus charts o sesiones. Su actuación no pudo ser apreciada por toda la gente que habría merecido a consecuencia del horario asignado y la coincidencia con Sasha pero no por ello desmereció al público y desplegó el mejor techno sobre la pista. Marzenit ofrece un discurso diferente en el que predominan los ambientes atmosféricos rítmicos y agresivos en algunas ocasiones. Esta vez fue más duro de lo habitual, seguramente con la intención de despertar un poco al público, y remezcló autenticas perlas como la de “We are losing touch” con un tema de Nitzer Ebb.
Y tras la presentación del show en la principal comenzó Deadmau5. Toda la pista ya estaba abarrotada del habitual ejército de Leónidas que solemos ver en este tipo de eventos. Cientos de hombres sudados y medio en pelotas exhibiendo su particular sobredosis de esteroides ante el respetable. Pero bueno, dejando al margen esta discutible marea carnal, procuramos centrarnos en la sesión del Ratón. A pesar de un comienzo bastante flojo, estuvo mucho mejor que en el pasado Creamfields y aunque en líneas generales no fue tan exquisita como hemos escuchado en alguna ocasión, tuvo momentos estelares como por ejemplo las revisiones de Zelda, Daft Punk y RATM, o los pelotazos habituales tales como “Not Exactly” o “Ghost & Stuff“. Estos y otros tantos los repite una y otra vez en sus sesiones pero al menos nos hicieron disfrutar. Está claro que musicalmente no es un crack, pero se defiende y con el espectáculo que suele orquestar, tal como el jugueteo con las gogo’s o su estética en sí misma, han logrado ponerle en el mapa.
Mientras tanto Tiga se cascó una sesión de esas que le han encumbrado como uno de los principales dj’s en materia electro a nivel mundial. Por supuesto no defraudó y a lo largo de dos horas repartió a diestro y siniestro marcándose un set tremendamente bailable a la par que contundente. Melodía pura acompasada con graves machacones que hicieron que temas como “Mind Dimension” reventaran el Klubbers Area al ritmo de la emblemática frase “every time I look into your eyes i see the future“.
A eso de las 8 y tras acabar Tiga hubo un pequeño bajón en el ritmo del festival. En ese momento no sabíamos muy bien por qué pabellón inclinarnos puesto que ninguna propuesta nos resultaba especialmente atractiva. Nos decidimos en un principio por el live de Thomas Muller confiando que la marca BPitch no nos defraudaría pero nos topamos con un tostón que lamentablemente no logró arrancar ni un solo salto por nuestra parte. No tardamos en probar con Groove Armada y si no hubiera sido por clásicos como “Blue Monday” o “Born Slippy” podría afirmar que fue peor el remedio que la enfermedad. No ofrecieron gran cosa y fueron excesivamente descafeinados para el subidón —no lisérgico— que teníamos ya a esas alturas. Un rato después caímos en la cuenta de que Mix_Overflow pinchaba en ese momento en la sala Stardust así que corriendo para allá. Mereció la pena, sin duda. Un salvaje chichero que nos dio lo que precisábamos. Y una vez calientes, a comprobar el estado en el que se encuentra la srta. Ellen Allien. Y si normalmente está como estuvo, puedo ratificar que está a tope ahora mismo. Se marcó una sesión de minimal-techno lenta, oscura y contundente. Precisó cada minuto con una gran selección que nos relajaron e hicieron fluir al mismo tiempo. Gran clase la suya, sí señor.
Tras Ellen Allien tocaba Vitalic, pero antes fuimos a comprobar lo que Gaiser tenía preparado en su live y menos mal que se nos ocurrió hacerlo porque se esmeró y divirtió con gran soltura a todos los asistentes. Durante el rato que pudimos verle no sorprendió lo más mínimo pero sí que puso y dispuso música de calidad, como lo es casi todo lo de Minus, y realmente bailable. Eso sí, se preveía una sesión bastante lineal de modo que corriendo a ver a Vitalic. Y madre del amor hermoso, qué cera demencial que repartió el francés. Hora y media de auténtica locura plagada de graves fulminantes, subidones espectaculares y en definitiva un electro-techno absolutamente festivo. No importó lo que puso porque todo fue genial, desde el “Second Lives” al “Bells“, desde el “Anatoles” al “Chicken Lady“. Fantástico Arbez. Quién iba a decir que su sesión iba a ser lo mejor de toda la jornada…Yo no, desde luego. Pero lo fue, vaya que si lo fue.
Tras Vitalic hubo un parón demasiado largo y eso provocó que Chris Liebing comenzara su sesión con un el Klubbers Area medio vacío, a pesar de la cantidad de gente que se había acercado a ver a su predecesor. El ambiente fue frío desde el comienzo y no solo debido a la apertura de las puertas de emergencia. Asimismo hubo algún problema con el equipo pero eso no le impidió hacer una buena sesión. Rebosó calidad en materia technofila y sus seguidores más acérrimos expresaron sin tapujos que fue el mejor despliegue musical del día. En cualquier caso, el SPS llegaba a su fin y era hora de ver a uno de las principales cabezas del cartel, Richie Hawtin, echar el cierre del festival.
De camino al Pabellón de Cristal pasamos por la carpa principal y aquello estaba prácticamente vacío. A esas horas el ejército de Leónidas ya había desertado y el resto de la gente se encontraba viendo a Hawtin. A esas alturas se encontraba Tocadisco en los platos dando lo mejor de sí mismo, intentando animar a los cuatro gatos con temas como “Pepper Drums” de Uto Karem & Rino Cerrone, pero había poca gente a la que animar… No he nombrado la carpa People Club porque apenas la pisé pero he de reconocer que para los amantes del house se ofrecieron grandes sesiones en clave remember de la mano de míticos dj’s españoles como Ismael Rivas, Oscar de Rivera y la pareja Chus & Ceballos. En cualquier caso, quedaba poco para que el reloj marcara la 1 de la mañana cuando llegamos al Pabellón Minus.
Prácticamente todos los asistentes al festival que aún no habían sucumbido a la extenuación estaban allí disfrutando, o quizá debería decir soportando, de la sesión de Richie Hawtin. Se trataba del momento álgido del SPS 2010, el cierre del festival electrónico por excelencia que estaba teniendo lugar en ese instante en todo el país, y una vez más no estuvo a la altura. Richard es seguramente el nº1 del minimal a nivel mundial pero de un tiempo a esta parte el disfrutar de una buena sesión suya es una lotería y más veces de las que quisiéramos no da todo lo que podría dar. El set fue excesivamente plano y monótono y básicamente, no nos hizo vibrar en prácticamente ningún momento. Obviamente no fue una sesión incorrecta, pero alguien de la talla de Hawtin está obligado a ofrecer más, mucho más.
El festival había llegado a su fin y no tuvimos el cierre que esperábamos así que hubo que pensar rápidamente una solución…Y de allí zumbando a la sala Macumba a continuar con el espíritu Space y disfrutar de la fiesta que tenían allí preparados los geniales Simon & Shaker, responsables de la selección de temas del CD oficial del SPS Festival que acaba de ser publicado y según dijeron unos de los principales triunfadores de esta última edición. Nos los perdimos en el Madrid Arena de modo que era imperdonable que lo hiciéramos también en la sala de Chamartín. Disculpadme si no recuerdo todos los detalles del 2 de enero, pero, en cualquier caso, esa es otra historia de modo que me quedaré con todo lo acontecido en el último Space Of Sound Festival. ¿Hay una mejor forma de empezar el año? Si es así, yo no la conozco. Lo que sí sé es que no concibo una fiesta de Año Nuevo más increíble que esta. Ahora a esperar al Klubbers Day y después, lo que venga. Y así hasta que ya no podamos seguir bailando. Feliz año a todos y todas.
Texto por Javi JB y fotos por Pat Blanco