En ocasiones los días no invitan al optimismo. Levantas la persiana un sábado cualquiera de mayo y llueve. Éste no era plan. Lluvia, viento, malas vibraciones. La jornada sigue evolucionado entre nubes de color gris escocés y hacia el final del día te espera un concierto, en el que depositas tus esperanzas de que la jornada mejore.
Ya al final de la tarde, el sol comienza a salir tímidamente y uno empieza a animarse mientras se prepara para acudir a la carpa donde se desarrollará la segunda jornada de la Semana de la Música de Guadalajara, en la primera velada descargaron —nunca mejor dicho- Tierra Santa.
Una vez en el recinto, cuando la noche comienza a cernirse sobre nosotros, el conjunto barcelonés Cyan sube al escenario para presentar su segundo larga duración, Historias Para No Romperse [2011]. Su pop/rock se presenta como una buena elección para abrir una velada donde todos los que van llegando dejan claro que su apuesta ganadora es el plato fuerte que espera tras el concierto de Cyan.
Sin embargo, el conjunto catalán recibe aplausos durante una actuación en la que alternan temas de su último lanzamiento —”Cenizas del Verano“, “Esos Niños“, “Te Deslizas” o “Turistas Heridos“- con los de su debut —”El Sabor de los Segundos” o “Calma“-.
Sobre las 23.00 horas llega el momento, el esperado Iván Ferreiro sube al escenario para recibir una calurosa ovación del público que espera ansioso. Con el triunfo asegurado en el bolsillo, el cantante gallego hace lo que mejor sabe, interpretar su amplio repertorio y repasar su última entrega, Picnic Extraterrestre [2010].
Las canciones de su último trabajo dejan paso a las composiciones anteriores, como “Me Toca Tirar“, “Extrema Pobreza“, o “Toda la Verdad“. La actuación tiene varios clímax, el primero al interpretar “Ciudadano A“, posteriormente habrá una reacción enfervorizada cuando suena “Años 80“, de Los Piratas, y, sobre todo, con “Turnedo“.
Temas que, como el resto de la actuación del vigués, provocan aplausos y son coreados por un público rendido. Tan entregado que es capaz de perdonar hasta que Iván Ferreiro tenga que interrumpir una canción porque se quedó en blanco. Una anécdota dentro de una sensación de plena satisfacción. No era para menos, ha salido el sol a medianoche, cosas que pasan en los conciertos.
Fotografías: Carlos Pérez Guzmán/Semana de la Música de Guadalajara
Texto: C.A.S.