Ha costado recuperarse del Monkey Week de este año y no es para menos. Primera edición en la ciudad de Sevilla y exitazo del festival, superando con creces lo esperado por la organización, con más de 8.000 asistentes, bastante más que en sus ediciones anteriores.
En total 232 conciertos distribuidos en 3 días, con algún cambio de última hora como el concierto sorpresa, que lo iban a llevar a cabo Estricnina, el proyecto paralelo de Juanito Makandé y El Canijo de Jerez, y no pudo llevarse a cabo debido a problemas de la banda.
Sevilla se visitó de gala, más concretamente el barrio de La Alameda de Hércules, para acoger esta serie de conciertos distribuidos en varias salas y lugares públicos entre los que se dieron cita músicos, profesionales del sector y también público en general para disfrutar de una gran cantidad de bandas underground que están emergiendo ahora mismo, junto a artistas ya consolidados internacionalmente. No podemos olvidar que el principal cabeza de cartel del festival fue Lee Fields & The Expressions, no en vano fueron ellos, junto al Niño de Elche y Michel Rother (Neu!, Harmonia) los únicos en actuar en el Teatro Central de la capital hispalense. No pudimos verlos a todos pero el concierto del primero fue de largo el más espectacular y divertido del festival, viendo derrochar energía a un Lee Fields que a pesar de su edad está hecho un chaval, y deleitándonos con un concierto redondo que repasó sus grandes éxitos.
Además del Teatro Central la música estaba en las calles y y locales de La Alameda. Entre todos ellos cabe destacar los conciertos el segundo día de Arco, el que fuera líder de la banda El Puchero del Hortelano, que nos hizo disfrutar como enanos en su concierto en el Escenario Fundación SGAE, y luego repetiría en la Sala Malandar. King Caimán fue otro de los que ofrecieron más de un concierto, siempre demostrando su lado más eléctrico, qué contar de éste músico polivalente, que él mismo se lo guisa y se lo come todo, lo mejor es ir a verle tocar en directo para sentir cómo un puñetazo de ritmos punk te golpea en la cara.
En la Sala Fun Club, cabe destacar el concierto de Los Vinagres, rock and roll de la vieja escuela, que hizo que una sala a reventar botase constantemente al ritmo de las guitarras de estos chicos.
Un poco más tranquilo, pero con un sonido magnífico y una actitud portentosa sobre el escenario fue el concierto de Pianet en la Sala Holiday. Canciones con letras profundas y ritmos en concordancia con sus letras, otra de mis recomendaciones a los ya citados. Y este segundo día, en los conciertos gratuitos que tenían lugar en la propia plaza, destacable la actuación del conjunto madrileño Le Voyeur Méndez, con su estilo tan personal para interpretar canciones, a veces me recuerdan un poco a esos Siniestro Total irreverentes de sus comienzos.
Ese mismo día por Sevilla pasaron gran número de bandas, como los ya conocidos Sexy Zebras o Soleá Morente.
La última jornada del festival tenía un actor principal muy potente, Lee Fields dejó las cosas claras en el teatro y nos regaló dos horas de soul de la vieja escuela que nos tuvo pasmados en pie viendo su derroche de energía sin darnos cuenta del paso del tiempo.
Antes de eso pudimos disfrutar de quizá el escenario más original del festival, una pista de coches de choque situada en plena Alameda, con actuaciones como la de Pájaro, sevillano y bético, qué mas decir (aunque la ubicación del escenario no fue acogida con buen gusto por todos los vecinos de la zona puesto que lindaba con varias viviendas y los horarios se alargaban hasta entrada la noche). Pájaro ofreció uno de los conciertos más sentidos y, a mi juicio, memorables del festival.
Este último día, aparte del gran número de conciertos en las salas de las inmediaciones, hubo un gran número de conciertos gratuitos en el Escenario Contrabando, el situado en la plaza, y de todos ellos me quedo con los que para mí fueron los mejores, The Milkyway Express, rock and roll con tintes de los 70 mezclados con una pizca de country.
En definitiva un festival donde se dieron cita gran cantidad de artistas de muy diversos estilos musicales, que venían a mostrar su música algunos de los principales promotores musicales así como al público sevillano en general. Estamos esperando ya la próxima edición de un festival que parece que puede convertirse en un punto de referencia de la música sevillana.
Texto y fotos: Héctor H. Vila
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