Cruïlla Barcelona Summer Festival — Parc del Fòrum (Barcelona) — del 10 al 12/07/2015

Decimos adiós a una nueva edición del Cruïlla Barcelona con una cifra de asistencia récord: más de 46.000 personas se dieron cita en el Parc del Fòrum de Barcelona (Parque del Fórum) para disfrutar de tres jornadas de música diversa junto al Mediterráneo.

Una cifra que corrobora el aprendizaje contínuo que demuestra la organización de este festival, aplicando cambios positivos en los puntos de mejora detectados anteriormente y que apuesta por aproximar la esencia del festival, cada vez más, a un público mucho más amplio y amante de las experiencias veraniegas. Sin dar la espalda a su carácter y promoción de la “world music”, el Cruïlla se aproxima más que nunca a otros festivales de renombre compitiendo con ellos en los nombres de los cabezas de cartel. Algo lícito, comprensible y, hasta cierto punto, lógico pero que convierte a este evento en otro festival de verano de varios días continuados cuyo mayor reclamo parece focalizarse en la actuación de artistas de primera línea que no intervengan en otras propuestas similares.

Esperemos que la organización sepa mantener una perfecta combinación entre la presentación de propuestas frescas e interesantes dentro de la world music y esta evolución al “festival tipo” en la que ya comienzan a vislumbrarse, como atracción destacada, la presencia de grandes artistas de la objetable escena indie. Una conjunción que requerirá un esmero muy preciso con el que soslayar el riesgo de perder la confianza y fidelidad de su público principal para adentrarse en batallas de asistencia con otros festivales con más historia y solidez dentro de su categoría.

Conjeturas artísticas a parte, hay que destacar el acierto por parte de la organización en su propuesta de sistema de pago inteligente dentro del recinto, gracias a las pulseras recargables. Con esta iniciativa, los asistententes disfrutaron de una serie de ventajas respecto a otras alternativas de pago ofrecidas en anteriores ediciones, o en otros festivales:

. reducción del tiempo de espera en las colas
. evitar el uso de dinero en efectivo
. posibilidad de pago y recarga mediante sistema PayPal
. recuperación del crédito de la pulsera no utilizado durante el festival

Y, ahora sí, entremos en el repaso musical de lo que dio de sí la última edición del Cruïlla.

Viernes 11 de julio

Los encargados de abrir la edición fueron Troker, artistas provenientes de Guadalajara (Mexico) que fusionan el jazz y el rock con la psicodelia. Muy próximos a ellos (tan sólo 15 minutos más tarde), saltaron al escenario Time Out los componentes de Osibisa con su afro funk. Aunque la primera gran actuación del día vino de la mano (voz y cuerpo) de las hermanas Casady; las integrantes de CocoRoise regresaban a la ciudad condal cinco años después de su última visita, y con un nuevo nuevo disco que presentar. Su música, sus vistosas prendas y su interpretación acompañada de un beatbox comulgaron con un público tempranero que comprobó como este dúo sigue sumando y creciendo.

A las 20:15, uno de los platos fuertes en el escenario principal patrocinado por Estrella Damm, el joven prodigio Jamie Cullum. Este neojazzman del siglo XXI volvió a demostrar su capacidad de maridar lo elegante de su música con una interpretación totalmente desatada. Energía, actitud y entrega fueron los tres pilares sobre los que sustentó una de las mejores actuaciones de la noche, combinando sus propias composiciones con otras versiones reconocibles. Incluso logró algo que parece imposible en un festival de estas características, romper el timing establecido por la organización y alargar su directo 20 minutos más de lo previsto. No lo tuvieron facil Els Catarres para competir en horario con uno de los más deseados.

Of Monsters and men, en cambio, tuvieron que recortar su directo a un concierto de 45 minutos a causa de una baja por enfermedad de su bajista. Toda una lástima. Quien no escatimó en minutos ni en aptitudes fue Kendrick Lamar; su actuación en exclusiva se había convertido en el gran reclamo de la jornada y, consciente de ello, el artista salió (como se dice coloquialmente) a darlo todo. El chico mediatico del hip hop ofreció temas de su último álbum que combinó con éxitos anteriores; durante 90 minutos el público no puso freno a la diversión, a sus saltos, coros y, por supuesto, no paró de mover el brazo derecho de arriba a abajo.

Con menos fuegos de artificio y expectación generada, se presentaron los miembros de Vintage Trouble, a mi entender el mejor concierto de todo el Cruïlla 2015. Esta formación soul proveniente de California, convirtió el escenario Time Out en un club de baile neoyorkino de finales de los 60. Lo suyo ha sido mamar de los clásicos y plasmarlo sobre el escenario con un estética y directo que bebe de los mejores años de James Brown. Un gran cocktail de sonido Motown con electro blues de Chicago y estilismo mod británico que logró refrescar una calurosa noche. Ty Taylor, voz y movimientos de la banda, se presentó en España como un gran showman y no tuvo reparos en darse algún baño de masas entre el público mientras interpretaba parte del directo.

Furguson y Zuco 103 fueron los artistas encargados de poner el broche final a la primera jornada del festival.

Sábado 12 de julio

Los más tempraneros del segundo día fueron Milky Chance y The Gramophone Allstars Big Band. Para cuando El Puchero del Hortelano se presentó en sociedad la afluencia ya comenzaba a ser considerable, un hecho que se consumó durante el concierto de Emeli Sandé; el suyo fue uno de los grandes directos de la jornada. Su voz y elegancia conectaron con el público desde su aparición sobre el escenario, quien vibró con las interpretaciones de temas como “My Kind of Love“.

A las 20:45 fue el turno de Aloe Blacc, quien trasladó la elegancia de Sandé al escenario PayPal. Este nuevo soulman regresaba a Barcelona para ofrecernos una nueva dosis de su combinación de hip hop y neosoul. La magia, sin embargo, se rompió con la actuación de Ms. Lauryn Hill. Esta princesa (para algunos y reina para otros) de la black music se presentó ante los asistentes con más de 40 minutos de retraso. Lejos de lo reflejado por algunos medios de comunicación (hecho que sorprende por lo incomprensible en sí mismo), su actuación no fue ni mucho menos brillante. Sonido deficiente y una actitud fría, distante y con visibles signos de malestar ante este mismo problema sonoro. La organización del Cruïlla no tardó en hacer público un comunicado en el que se disculpaba a la vez que se auto eximia por el retraso y las deficiencias del sonido, resposabilizando única y exclusivamente a la cantante y a su equipo. No obstante, la artista supo relajarse y rectificar ofreciendo un final de concierto más que digno.

Tanto Guadalupe Plata como Los Granadians del Espacio Exterior, tan efectivos y entregados como siempre, supieron volver a situarnos en contexto y hacernos recuperar el goce por el festival antes de la llegada de Damian Marley. Desmarcándose día tras día de la sombra paterna, el artista jamaicano y su banda ofrecieron una buena actuación en la que consiguieron conectar con un público más que predispuesto a ello. Y de un gran nombre a una gran asociación, la compuesta por Franz Ferdinand & Sparks. Menos de 30 segundos fueron necesarios para hacer bailar a todos los asistentes reunidos a pie de escenario; una gran actuación en la que no faltaron los temas clásicos de Franz Ferdinand y algún guiño a ¡los Monty Python!

El electro swing de Caravan Palace fue lo más destacado antes de la clausura de la segunda jornada de festival.

Domingo 13 de julio

El último día de festival resultó una de aquellas jornadas diurnas mucho más sosegadas y disfrutables en familia que sirven de apacible recompensa al público más comprometido. Entre las actuaciones ofrecidas destacaron las de Anna Roig & L’Ombre Ton Chien, así como la de Asaf Avidan & Band.

Un total de tres días con lo mejor de la black music actual pero en el que se echaron a faltar, en esta ocasión, apuestas más arriesgadas y sorprendentes dentro de la diversidad de estilos que comprende la world music. Habrá que esperar con mucha expectación (y algo de recelo) a lo que el cartel del Cruïlla 2016 nos propone.