Hard Rock con una pizca de AOR es lo que traen estos tipos. Muy apegado a clásicos del género como Harem Scarem, Strangeways, Dare o Danger Danger. Tomando algunas referencias nacionales, a los recordados e inmensos 91 Suite, Siddharta o aquel chico que intentó plantarse a mediados de los 90 como el Bon Jovi o el Bryan Adams español: Rafa Martín. Esto es, mucha melodía sobre bases rockeras. Todo muy ochentero, sí.
Erase Yourself es un magnífico comienzo: potente y con un estribillo muy conseguido. If I Fall sigue en esa línea, aunque podemos vislumbrar que ambos deben sonar mucho mejor en directo. A pesar del esfuerzo que debe haber supuesto esta grabación, no deja de notarse que no ha sido hecha en un estudio profesional, por lo que ciertos detalles y el sonido global no es el que merece la banda. Spirit To Live supone un estupendo subidón de adrenalina, con un ritmo más rápido donde apenas descansa la voz de la banda, J.J. Best Forever es la primera balada a medio tiempo que encontramos, todo un clásico en cualquier álbum de este género y que ya explotaron sobradamente Scorpions en su momento, aun a sabiendas que dejaban atrás su mejor época con Uli Jon Roth. Al menos, estos alicantinos han tenido el buen gusto de no abusar de los temas romanticones y esta es la única concesión. Así que todo vuelve al rock más enérgico con la siguiente, Won’t Miss Anything y la mucho más conseguida The Game You Like To Play, que tiene un toque a los primeros Pink Cream 69. Hot n’Burning se coloca rápido como uno de los mejores cortes, con un desarrollo casi punk que realmente les sale muy bien. Young, Wild & Free ya nos acerca por su título a ese tópico del rockero salvaje, al que tanto partido le sacaron los primeros Skid Row. The Only Truth y I Burn The Money no por cerrar el álbum ofrecen un respiro y es de agradecer que la actitud se mantenga hasta el final, sin más pretensiones ni obligadas cesiones a interludios o finales instrumentales sin interés.
Crushline toman cada uno de los clichés del género y los explotan con gusto y muchas ganas, incluyendo la destreza técnica de sus músicos. Posiblemente se podrían decir muchas cosas de la voz, siempre complicada labor la de cantar en un idioma que no es el materno, pero hay que destacar que el cantante no abuse de gritos descontrolados y falsetes aburridos. J.J. tiene un registro desgarrado, capaz de graves potentes, y esa quizá es una vía interesante en la que seguir frente a al chillido vacío que a veces inunda este estilo. Eso los acercaría aún más a la mejor tradición del Hard Rock AOR: la de vocalistas como Harry Hess, Kip Winger o George Lynch. Un camino el que han comenzado estos alicantinos con muy bien pie.
Crushline – Road To Begin en Spotify
Texto: Juan Manuel Vilches