Pero por fin, los santanderinos amantes de los sonidos más extremos tuvieron excusa perfecta para acercarse de nuevo a ella: nada menos que la visita de los franceses Dagoba, quienes han pasado por España dentro de la gira de presentación de su último trabajo, “Poseidón“.
Así, el pasado miércoles 13, a eso de las nueve de la noche, se volvían a escuchar bombos a toda tralla y furiosos riffs de guitarra. Eran los cántabros Frontline, encargados de caldear el ambiente. Frontline es una formación de Metal moderno, pesado, grave, que en ocasiones incluye una percusión que da un regusto tribal a su música. La banda lleva en activo desde 1999 pero ha sufrido varios cambios, siendo el último la incorporación de un nuevo bajista Txerra, y de un vocalista, Miki, que se estrenaba en esta ocasión.
Comenzaron con una batucada muy potente que derivó en la descarga de algunos de sus temas más conocidos, como “Evolución“, “Vivo” o “En ti”. A todos los miembros se les vio muy entregados, incluso a su recién incorporado cantante, que salvó bastante bien la papeleta. Lo curioso es que el menor apoyo vino por parte del público, cosa extraña ya que Frontline es una banda muy apreciada por la escena local y, de hecho, muchos de los asistentes acudían a la Heaven expresamente por ellos. Pero algo en la conexión entre público y músicos falló, los primeros parecían desganados y los segundos no supieron metérselos en el bolsillo. No obstante, dieron un buen concierto igualmente, incluyendo un par de batucadas muy potentes en dos momentos de su show. Finalizaron con los temas “Hardcore II” y “Resurreción“, dejando el listón alto para los franceses Dagoba.
Hicieron acto de presencia un cuarto de hora más tarde y ante una sala algo más llena que durante la intervención de Frontiline, aunque no se llegó a llenar en ningún momento. La banda vino, vio y venció. Muy esperados por el público cántabro, salieron a matar, como quien dice, con las energías al cien por cien. Con la única decoración de unas gruesas cadenas como pies de micro, los franceses realizaron una descarga de Metal que reventó los cuellos de los asistentes, por culpa sobre todo de Frankie Constanza a la batería, quien —aunque en algún momento se le escapó una baqueta-, dio una auténtica lección de profesionalidad, demostrando por qué se le nombra entre los mejores instrumentistas. Sólo por él ya mereció la pena ver el concierto.
Su compañero Wrether, al bajo, fue también un verdadero espectáculo que no paró quieto ni un segundo, destacando el papel tan importante como “showman” que tiene sobre el escenario. En cuanto a Shawter, vocalista, hay que destacar la variedad de registros de la que hizo gala, pasando de las voces limpias a las guturales sin mayor problema. Y tampoco dejaremos fuera a Izakar, guitarrista, también totalmente entregado, aunque por desgracia su guitarra sonase en ocasiones algo mal, -cosa que le ocurrió a toda la banda en algún momento- no empañó para nada su labor.
En conjunto, Dagoba transmitió la sensación de que están unidos, compenetrados sobre el escenario y con mucha energía y mala leche para desparramar donde quieran que vayan. Aunque tocaron en su mayor parte temas del disco que venían a presentar, no olvidaron regalar a sus fans alguno de sus clásicos como “Man you’re not”, “Fall of men”, “Waves of Doom” o “The White Guy”, con la que se despidieron. Suenan mejor en directo que en disco, así que si tenéis oportunidad de pillarles por alguna sala, ¡no os los perdáis!
Texto y fotos: Lola Hierro