El mercado español cuenta con numerosas bandas hoy en día, pero pocas logran darse a conocer en el extrajero, como no sea dentro de la órbita hispana. En ese aspecto, Dark Moor, han logrado dar un paso cuantitativo, afirmándose como un grupo de jerarquía, capaz de competir al mejor nivel europeo.
La experiencia adquirida durante sus quince años de existencia y los siete álbumes de estudio grabados, les adjudican unos atributos que han permitido una constante superación cuyo nuevo capítulo se denomina Autumnal (Scarlet/Locomotive), un disco que, guste más o menos el estilo que practican los madrileños, se debe reconocer la extrema calidad intrínseca que atesora. Este hecho irrefutable no admite discusión.
Estamos ante un trabajo que transmite una intrínseca fuerza vital de principio a fin, un auténtico catalizador de emociones transportadas a través de los clásicos esquemas del metal sinfónico, con sus magestuosas armonías estallando en imparables crescendos sonoros para enredarse en sí mismas y provocar furibundos climax energéticos.
La presencia del afamado Luigi Stefanini detrás de los controles, ha permitido extraer las mejores cualidades de la banda en todos los aspectos posibles; además de la participación de la Imperial Choir Of Rivendel Arkham Filarmonic Orchestra, que resalta, aún más si cabe, las espectacularidad del producto, sin olvidar la colaboración de Itea Benedicto, de Niobeth.
La estructura de los temas está ligada, en diversos tramos, a reconocidas composiciones de música clásica, como descubrimos ya desde el inicio con la espectacular versión de “Swan Lake” (El Lago de los Cisnes), de Tchaikovsky, y que impregna toda la grabación hasta el mismo final con la instrumental en clave de vals titulado “Fallen Leaves Waltz”, sin dejar pasar el guiño a El Fantasma de la Opera en “On The Hill Of Dreams”.
De entre tanto refinamiento compositivo podría destacarse también, “Phantom Queen”, una canción que arranca bajo aromas folkies y que cuenta con momentos grandilocuentes muy en la onda de Nightwish, grupo cuyo espíritu estilístico asoma en más de una ocasión. Brillante es, asímismo, “Faustus” con su dinámica cambiante y la reluciente intervención de las guitarras o, “Dont Look Back”, con su arrebatadora energía atmósferica y sus efectivos coros.
Y, es que, en general, todas las canciones irradian una exhuberante ostentación rítmica conducida de forma disciplinada y sin fisuras, con guitarra, bajo y batería fusionándose con las partes orquestadas en una perfecta simbiosis, además del excelente trabajo vocal en inglés de Alfred colocando la pieza definitiva de esta engrasada maquinaria capaz de despertar los sentidos de los cerebros más obtusos.
Calificación: 9
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ