Según Wikipedia Deep Purple “es una banda de hard rock formada en Hertfordshire, Inglaterra en 1968, considerada como una de las pioneras del heavy metal y del hard rock, aunque también incorporó elementos del rock progresivo y del pop. A lo largo de su carrera han vendido más de 100 millones de discos y fueron reconocidos como la banda más ruidosa del mundo por el libro Guinness de los récords en los años 70“. Todo cierto y verdadero. Lo que la enciclopedia no nos dice es que Deep Purple, a sus 41 años de existencia, están más vivos que nunca. Prueba de ello es el impresionante concierto que los ingleses ofrecieron el martes día 15 de Septiembre ante un público que disfrutó y llenó en sus tres cuartas partes la pista del Palacio de Vistalegre. Quizás algo caro para el tiempo que estuvieron en el escenario y para no contar con artista invitado, pero impresionante de todas formas.
A las nueve y cuarto y con quince minutos de adelanto sobre el horario previsto, unos esperadísimos Deep Purple hacían acto de presencia descargando su éxito de 1972 “Highway Star“, incluido en su no menos exitoso “Machine Head“. De primeras dadas y con el 60% de la formación más emblemática, o lo que es lo mismo Ian Gillan a la voz, Roger Glover al bajo y Ian Paice a la batería, perfectamente acompañados por un pletórico Don Airey a los teclados, que suplió con elegancia y profesionalidad la vacante dejada por John Lord, y por un inmenso Steve Morse a la guitarra, que hizo lo mismo con las vacantes dejadas por el maestro de maestros Ritchie Blackmore y por el guitar hero Joe Satriani. Continuaron con la preciosa “Things I Never Said“, “Rapture Of The Deep“, 2005 y “Strange Kind Of Woman“, “Fireball“, 1971, dueto de voz y guitarra incluidos y que la gente coreó hasta la afonía.
“Rapture Of The Deep“, “Fireball“, con solo de bajo incluido, y “Contact Lost“, que ralentizó el trepidante comienzo de la banda, sirvieron de entrantes a un solo de guitarra en el que Steve Morse demostró no solo su maestría con las seis cuerdas sino también su carisma con el público asistente. El sentimiento nos inundó de magia con la canción “Sometimes I Feel Like“, “Perpendicular“, 1996, y un mar de mecheros y móbiles ocuparon el “cielo” de un Palacio de Vistalegre en perfecta armonía con la sensibilidad de la canción y en la que la guitarra de Steve, una vez más, soñó y nos hizo soñar a todos.
“The Well Dressed Guitar“, “Wring That Neck” y “The Battle Rages On“, temas en los que los músicos demostraron su maestría y perfecta conjunción y armonía con sus respectivos instrumentos y con el público, sirvieron de igual modo de entremeses para el posterior lucimiento de Don Airey con un solo de teclado que hizo las delicias del respetable, perfecta introducción a un trío de ases de temas clásicos compuesto por “Perfect Strangers“, de su disco homónimo de 1984, “Space Truckin’” y el omnipresente y tan lleno de adrenalina “Smoke On The Water“, canción en la que el grupo nos hizo participar a los asistentes haciéndonos corear su pegadizo y electrizante riff de guitarra. Con este hit terminaron la primera parte de un set que dejó un inmejorable sabor de boca.
Tras escasos tres minutos de descanso el clásico “Speed King” abrió el tarro de los bises del concierto. Un meddley de solos entre John e Ian, con el que la gente disfrutó al máximo, dio paso a los primeros acordes del primer éxito de la banda, “Hush“, canción de Joe South, incluida en su disco debut “Shades Of Deep Purple“, 1968. Un electrizante solo de bajo enlazó con “Black Night“, “Deep Purple In Rock“, 1970, tema con el que la banda dio por concluido un concierto memorable pero que nos supo a poco. Y es que a los presentes la hora y media que los británicos estuvieron en el escenario se nos pasó rapidísimamente ya que disfrutamos hasta la extenuación con las canciones de estos sexagenarios que por su vitalidad y ganas de agradar aparentan tener veinte años. Y es que ya lo dice el refrán: el que tuvo retuvo.