Def Con Dos, ¡más necesarios que nunca!

Con motivo de la celebración de los 20 años de la banda se ha publicado el álbum 20 Años Contra Todo Pronóstico, que incluye un primer cd recopilatorio y un segundo tributo, con videoclips y tres documentales. Pero aquí no vamos a comentar el disco, cuyos temas son de sobra conocidos y las versiones -para que nos vamos a engañar- no han sido una buena idea. Afortunadamente Soziedad Alkohólika aporta algo de sensatez y buen gusto a un álbum tributo que desluce —en algunos casos con saña- los temas originales.

Queremos aprovechar la ocasión para hacer nuestro pequeño homenaje una banda que, probablemente, para muchos sectores —especialmente del rock- haya quedado casi como un recuerdo de juventud de los 90, acompañado de otras muchas de la década encuadradas en la odiosa etiqueta de “rock reivindicativo”. Pero Def Con Dos es la única banda española —con permiso de Soziedad Alkóholika– que ha mantenido el tipo con los años, sin buscar nuevos mercados o nuevos públicos y sin ceder ni un solo paso. El discurso de Def Con Dos sigue vigente y buena prueba de ello es el clásico Que no te Cojan, que debería haberse convertido ya en el himno ciudadano en estos tiempos que corren de incertidumbre y rabia incompresiblemente contenida. Y, por supuesto, fueron los primeros en dotar al rap patrio de dignidad y madurez.

Durante unos cuantos años el punk y el rock nacional se empeñaban en hablar una y otra vez sobre los toros, la religión, la legalización y la mili. Sí, parece ya cosa de hace cien años, pero no hace tanto y en la segunda mitad de los 90 raro era el disco de rock que no incluía su propia crítica al servicio militar obligatorio. Mientras tanto, Def Con Dos parecían salidos de una mala resaca de Bukowski y su realismo sucio se teñía siempre de un humor poco frecuente por estos lares. Temas como los errores médicos, la dura vida del aspirante a estrella del bel canto o los fanatismos religiosos han sido objeto de su aguda e incisiva lengua, siempre atenta a cualquier forma de estupidez humana.

Hoy en día estamos ya acostumbrados a los mensajes institucionales y campañas de todo tipo contra la violencia machista, pero estos tipos ya sabían en 1998 lo que había que hacer. Decían en Agrupación de Mujeres Violentas: “primera medida preventiva: spray en los ojos, porrazo en la espinilla. Segunda medida de autodefensa: patada en la entrepierna. Cuando el agresor esté en el suelo adviértele que no vuelva a hacerlo. Y por si no le ha quedado claro pisotéale un poco el cráneo“. Sobre este mismo tema, queda su retrato sobre como arreglaba esto la justicia hace años: “País de mierda, país infame, que ataquen a mujeres no le importa a nadie las torturas y las amenazas. Según los jueces son cosas de casa, no sirve de nada pedir ayuda no existe delito si no se consuma (…) Ellas denunciaron, no las escucharon. Ellas murieron, los jueces consintieron“.

Un año después de la matanza de Puerto Hurraco, uno de los crímenes más brutales en la historia de España, ellos grabaron Veraneo en Puerto Hurraco, un tema que gracias a que pasó desapercibido no disfrutó del éxito que le hubiera dado la censura y el machaque en el que seguramente se hubieran regodeado muchos medios de comunicación. Curiosamente si les censuraron su versión de Fight For Your Right To Party, de Beastie Boys, con una letra bastante menos dura que otras. Un año antes ya habían tenido el honor de ser uno de los primeros grupos en España en tener sobre la portada de un disco la etiqueta de parental advisory: explicit lyrics, todavía en una época en que esa minúscula señal en un disco era motivo suficiente para comprarlo.

Las referencias cinematográficas también han ocupado un lugar importante, como en Quiero la Cabeza de Alfredo Garcia, del mismo nombre de la película de Sam Peckinpah, un tipo que al igual que Russ Meyer y Def Con Dos también molestó bastante a muchas cabezas bienpensantes de su tiempo. De Cacería, aunque no de forma explícita, narra el argumento de la película Un Día de Furia, que ha sido tildada de crítica a la sociedad moderna.

En lo musical las referencias de la banda siempre estuvieron claras: el Walk This Way de Run DMC con Aerosmith y el Bring The Noise de Anthrax y Public Enemy, esta última la piedra angular —por encima de I’m The Man– de lo que más adelante se dio en llamar rap metal o nu metal y que sepultó en la segunda mitad de los 90 al grunge y a casi todas las demás vertientes del rock. Al menos para los grandes medios. Por cierto, que Def Con Dos incluyó un breve sample de aquella canción en su tema Quiero la Cabeza de Alfredo García. Y en esto de los samples, el trabajo ha debido ser enorme a lo largo de estos veinte años, porque en ellos encontramos fragmentos de grupos como Kiss, Motörhead, John Lennon, Aerosmith, Guns & Roses, y de películas como Faster, Pussycat! Kill! Kill! en el memorable comienzo de Alzheimer.

Con los tiempos que corren actualmente, en los que a pesar de los continuos vapuleos que sufrimos la ciudadanía diariamente nos seguimos quedando en casa —dejando las reivindicaciones e indignación para las redes sociales-, unos tipos como Strawberry, J. Al Ándalus y compañía se hacen más necesarios que nunca en su labor de despertar conciencias y rabias. Su mensaje sigue vigente y, frente al implacable ascenso de grupos y artistas bien atados al sistema, que una banda como ellos sigan hablando de todo aquello que escandaliza o asusta podría tildarse casi de una inevitable labor social. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio de vez en cuando y Def Con Dos llevan ya veinte años en ello.

Texto: Juan Manuel Vilches