Mezcla de nostalgia y esperanza, dos sensaciones que acompañan a un viajero incansable como es Jairo Zabala, así es su segundo disco ‘Nubes de Papel’. Es normal si tenemos en cuenta que desde hace 4 años toca con Calexico esa banda de Arizona que ‘quiere’ (y lo hacen muy bien) ser chicanos y suenan a frontera. Con ellos Jairo ha recorrido medio mundo y ha tenido la posibilidad de tocar los temas de su disco de debut durante dos años, una experiencia que ha influido en la concepción de esta segunda entrega.
Esperanza, de lo que el camino va descubriendo, de lo que se aprende en cada estación. Y nostalgia del hogar que queda atrás, de voces que suenan con eco en la memoria y paisajes que en el recuerdo ganan una luz difusa.
‘Nubes de Papel’ es como mirar por la ventana desde el asiento del copiloto: absorber todo lo que se va poniendo por delante. Musicalmente, cualquier banda sonora de John Barry (el de 007), aires fronterizos, acordes africanos, influencias del sonido sólido de M Ward… Si escuchamos canciones como ‘Levanta’, ‘Tu melodía’ (una de las letras más hermosas que esconde el disco), ‘Todos lo saben’ o ‘Nubes de papel’, las imágenes que se ven se parecen a como imagino el desierto de Arizona: callado, despejado, solitario, largas rectas que parecen no acabar nunca pero que te llevan con una leve cadencia hacia tu destino…
Si escuchamos ‘Cuando el día se acaba’, ‘Chilla que tiemble’ –‘todas las cosas del mundo que duelen’, dice la canción– o ‘Mientras espero’ nos salen al encuentro las calles de la urbe, la paleta gris sobre la que se mezclan todos los colores, el caos adictivo de Madrid en definitiva.
Este es un disco cocinado entre Tucson (dónde está el estudio Wavelab, en el que está grabado medio disco) y Madrid (base de su propio estudio Pukalpa). Tiene huella de esos dos mundos no sólo en las melodías. Estas son unas canciones que suenan a pensadas y repensadas desde el asiento de algún avión, y en la cabeza de cuyo ocupante sonaban orquestas, trompetas, acordeones, pianos, coros gospel…
En el disco hay canciones en castellano y en inglés , como ‘Empty fields’, y una versión del ‘What goes on’ de la Velvet Underground con el toque siempre personal de Depedro. Quizá eso sea lo que más define este disco, que aún siendo el segundo el sonido de Depedro ya está pulido y brilla.
Pero las dos canciones que complementan estas ‘Nubes de papel’ son la instrumental ‘Tramuntana’, con alma de canción fronteriza (se nota la influencia de Joey Burns y John Convertino), y ‘Diciembre’ uno de los dos temas donde colabora la banda Vetusta Morla.
La mezcla perfecta del desierto y el caos, de la nostalgia y la esperanza, reside en que las 13 canciones no están separadas sino que la proporción es tan perfecta que las sensaciones se mezclan pista a pista y ganan con cada escucha. Tú puedes hacerlo aquí.
Depedro ya está de gira, siempre lo está quizá. Todas las fechas las tienes en su página. Las más cercanas, Madrid el 8 de octubre, Granada el 15, Guadarrama el 16, Getafe el 17…