El conjunto, cuarteto formado por R.D. Liapakis, Jorg Michael, Laki Ragazas y Jari Kainulainen, rescata el sonido de finales de los años 60 y que a la postre reinaron en la primera mitad de las década siguiente, lo visten de un hard rock terroso, con piedras, y los ponen a bailar a su son. El resultado es un disco abrasador, de un calor que pareciese que el oyente tuviese puesta su cara tras el reactor de un 747. Ex miembros de bandas que se movían del power al metal progresivo se transforman en unos amantes de la esencia classic rock de vigorosos combos del pasado como los canadienses The Guess Who —de hecho, Devil’s Train cierra su disco con una versión del ‘American Woman‘—.
Garra y gusto por el ruido del motor de una motocicleta, amplificadores retumbantes y canciones que no pasan de los cuatro minutos de duración. Intenciones claras, ganas de desfogarse y canciones idóneas para hacerlo. Devil’s Train cumplen con lo que sin duda se habían propuesto.