Es curioso cómo funciona el mundillo musical. De repente ves en todos sitios nombrar a banda que “ha resucitado el rock” —y descripciones similares. Mientras tanto, gente como Dusty Rhodes & The River Band o Drive By Truckers ocupan un espacio ínfimo. Podríamos pensar que a veces todo funciona al revés: a mayor calidad menor repercusión y al contrario. Porque lo de los chicos de Georgia en los últimos diez años ha sido impresionante. Un discazo tras otro han ido elevando el listón e, incluso, se marcaron el tremendo Scene Of The Crime con la gran Betty Lavette, en un alarde de elegancia y buen gusto. Muchos de los fans de sus primeros trabajos seguro habrán notado que las más recientes producciones han suavizado el sonido de la banda, haciéndolo algo más asequible. Sin embargo, esto no ha restado su capacidad de aportar intensidad y sinceridad en cada corte. Simplemente, ahora todo suena más limpio, más claro. Y no han dejado de lado sus característicos relatos sobre los aspectos más deprimidos y menos agradables del sur de los Estados Unidos.
Daddy Learned To Fly abre con una de esas historias y con un sonido que desde el principio nos muestra una madurez y una experiencia que nos van a acompañar hasta el final. The Fourth Night Of My Drinking puede recordarnos vagamente al Bruce Springsteen del Darkness Of The Edge Of Town y mucho más al gran Neil Young del mítico Harvest. Birthday Boy es uno de esos temas que acabarán muy pronto entre nuestras favoritas de cualquier viaje en coche o algunas salidas nocturnas. Mike Cooley está aquí en la voz y también interpreta Get Downtown, en la que destaca el trabajo de Jay González en los teclados. The Wig We Made Her Wear tiene una gran melodía de guitarra que acompaña el crecimiento de la canción de una forma muy sutil pero que acaba tomando todo el protagonismo. This Fucking Job, con un título que nos anticipa todo, nos envuelve de nuevo en ese tono de denuncia y crónica de la vida en el sur. (It’s Gonna Be) I Told You So está cantada por Shonna Tucker (al igual que You Got Another), bajista de la banda y que no desaprovecha sus apariciones cantando, aportando un toque más country al sonido de la banda. After The Scene Dies debería ser por derecho una de las fijas en sus conciertos a partir de ahora, porque rescata el mejor sonido de disco como American Beauty o John Wesley Harding. El final llega con dos temas de esos folk con un poquito de blues y más cargados de emociones, The Flying Wallendas y Eyes Like Glue, con Mike Cooley de nuevo a la voz y que cierra casi desnuda el álbum.
Drive By Truckers es una banda azotada desde sus inicios por las idas y venidas de viejos y nuevos miembros, pero fue la marcha de Jason Isbell en 2007 la que más preocupó a todos sus fans, porque hasta entonces había sido una parte importante en el talento compositor de la banda. Pero Brighter Than Creation’s Dark, a pesar de su extensión, demostró que tal ausencia no había influido en la calidad de las composiciones de la banda. Y es bueno recordar esto cuando nos encontramos ahora con este The Big To Do que no llega al nivel de los anteriores, lo que no quiere decir que sea un mal disco. Pero es que esta gente habían puesto el listón muy alto… y lo que para muchas otras bandas sería su gran momento, pues para Drive By Truckers no es más que un pequeño parón en un camino plagado de inspiradísimas canciones. Aún así, hay pocas bandas actuales cuyo nombre se pueda escribir al lado de otros tan legendarios como Allman Brothers o Lynyrd Skynyrd y Drive By Truckers es una de ellas.
Drive By Truckers — The Big To Do en Spotify
Drive By Truckers
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Texto: Juan Manuel Vilches
Drive By Truckers — The Big To Do (2010)5 thoughts on “”