Que a nadie le lleve a engaño el nombre de este quinteto madrileño: su música no tiene nada de cálido, mullido, suave, cómodo ni reconfortante. Si buscamos pistas sobre el sonido del grupo sería mucho más acertado fijarse en el título del quinto corte de su album de debut, “Dialéctica (entre l’humain et la machine)“: la dialéctica entre el humano y la máquina. Edredón basan su propuesta en la frialdad de los sonidos mecanizados de los sintetizadores tradicionales y los vocoders, pero los humaniza con el uso de guitarra, bajo y batería tradicionales. O quizás sea al revés: mecaniza las sensaciones analógicas al envolverlas en sonidos robotizados.
La idea de la máquina humana queda patente en canciones como “W3” o en la citada “Dialéctica…“, que no ocultan que beben de Kraftwerk (o incluso a su versión castiza, más casposa y entrañable, Aviador DRO). Pero el aire gérmanico del grupo también se inspira en el krautrock de gente como Neu!, como se escucha en los largos desarrollos instrumentales de “Sopena” o “La bola de los anillos“. Por otro lado, en todos estos cortes se adivina un sentimiento de melancolía que termina de hacerse visible en “Tom” o “El último viaje de Larry Delfin o muerte de un delfín“, en las que se adivina la admiración del grupo por el bajo de Bernard Sumner de New Order o la guitarra de Robert Smith de The Cure. E incluso en “Canguro” asoma un claro deje post punk.
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Al describir lo que ofrece el primer disco de Edredón no dejan de salir referencias a grupos clásicos de sobra conocidos. E incluso me vienen a la cabeza nombres de bandas más cercanas, como Emak Bakia (el desaparecido proyecto de Abel Hernández y Coque Yturriaga) o Lüger. Este desfile de nombres puede llevar a pensar que estamos ante un grupo clónico y sin personalidad, que se limitan a repetir una serie de trucos ya vistos mil veces antes. Pero, por el contrario, lo que percibo es un grupo que exagera todos estos elementos hasta conseguir insuflar nueva vida en ellos.
El resultado es un disco de aire retro pero de alma totalmente actual. Que aparenta tener un tono grave pero que está lleno de sentido del humor: dan fe de ello títulos como “Querido pedagogo” o “El último viaje de Larry Delfin o muerte de un delfín“, innumerables guiños sonoros en forma de referencias irónicas que pillará el oyente espabilado, o el rescate de recursos manifiestamente horteras. “Edredón” es un disco que invita a reventar pistas de baile, pero también a llorar en la soledad de tu habitación. O quizás a bailar en la soledad de la habitación y a llorar en el calor de la pista de baile. En definitiva, se trata de un más que interesante debut que crece en cada nueva escucha y que nos deja con curiosidad por probar unos directos que prometen dar grandes sorpresas.
Artista: Edredón
Título: Edredón
Sello: Origami records
Año de publicación: 2010
Más información en: http://www.musikaze.com/edredon
Texto: Carlos Caneda