Desde la década de los años 20, junto con el auge del jazz, va tomando forma la otra forma de expresión musical más característica de los Estados Unidos: el blues. La segregación racial aún era una lacra en el país y la población afroamericana se concentraba en las zonas rurales, de donde la mayor parte de los músicos de blues clásicos eran originarios. La figura del bluesmen campesino y bucólico tiene mucho que ver con esos paisajes rústicos y en ocasiones desangelados, en los que la figura del vagabundo, granuja pero honesto, deambulaba por esos pequeños pueblos del sureste norteamericano intentando ganar unas monedas tocando en tugurios y ferias.
Con las nefastas consecuencias de la Gran Depresión para las poblaciones agrícolas, que vieron su economía casi destrozada, hubo un incipiente movimiento demográfico desde las zonas rurales a otras con mayores posibilidades. Un flujo de población que, con la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial, se aceleró, siendo ciudades del norte como Detroit o Chicago el destino preferido de muchos afroamericanos. En diversas ciudades del norte la entrada en la guerra les había proporcionado un gran impulso industrial y económico. Pero no fue sólo una mayor abundancia de trabajo lo que atrajo a la población negra hacia el norte. En unos Estados Unidos segregados, aún dominados por las leyes de Jim Crown, el sur seguía siendo un lugar mucho más violento y cruel para los negros que el norte.
La población afroamericana, que hasta entonces había sido prácticamente rural, comenzó a ser cada vez más urbana. Este es un cambio importante en el blues, porque todos esos músicos que habían emigrado empezaron a recibir influencias y las incorporaron a su sonido rural inicial. Otro giro de peso en la evolución del género fue la amplificación de la guitarra y la armónica a finales de los años 30, aunque su uso no se generaliza hasta la década siguiente.
Aproximadamente, es desde finales de los años 20 hasta comienzos de los 50 cuando surgen y toman forma la mayor parte de los subgéneros de blues más conocidos. La división entre ellos suele ser por estilos (swamp, jump, etc.) o por regiones y ciudades (Piedmont, Chicago, etc.), lo que provoca en numerosas ocasiones que muchos artistas se incluyan en diversas categorías e, incluso, que las fronteras entre un estilo y otro sean bastante difusas. Intentaremos aquí hacer un somero repaso por los subgéneros más relevantes y las figuras más interesantes de la época.
John Lomax
Gracias a él nos ha llegado gran parte del blues de los años 20 y 30, porque Lomax viajó por todo Estados Unidos con su hijo grabando las interpretaciones de los músicos de la época. Este musicólogo y folklorista y su hijo fueron en las primeras décadas del siglo XX las figuras fundamentales en la recuperación, recopilación y difusión de la música folklórica norteamericana. Recorriendo los estados sureños, padre e hijo se dedicaron a registrar en una primitiva grabadora los cantos populares afroamericanos. Entre la enorme cantidad de material grabado había piezas de músicos como Leadbelly, Bukka White, Jelly Roll Morton, Blind Willy McTell, Blind Boy Fuller, Jimmy Jonhson, Sony Terry, Big Bill Broonzy, Memphis Slim o Son House, entre otros muchos grandes nombres del blues.
En el libro Nothin´but the Blues su autor Paul Oliver escribe: “de las miles de grabaciones que registraron los Lomax sólo una parte insignificante salió a la luz. Hoy día muchísimos de sus discos siguen sin catalogarse, nadie los ha oído y ya no pueden escucharse. No cabe duda de que la monumental obra que llevaron a cabo John y Alan Lomax en los años 1934, 1936, 1941 y 1942 supone la mayor investigación jamás realizada acerca de la música popular en vivo”
Blues rural
El Mississippi y su zona de influencia es una regiones que vio nacer a muchos de los bluesmen más influyentes de la historia, como el legendario Robert Johnson, Son House, Lighting Hopkins, Big Bill Broonzy, Blind Blake o el gran Skip James, que fue de los pocos bluesmen que tenía estudios musicales y que además tocaba el piano.
El blues del Delta no se circunscribe a una zona geográfica como otros, sino que más bien delimita un estilo concreto. Gente como Skip James o Elmore James, que no son originarios de la zona, son considerados como delta blues por su estilo sobrio y el uso de técnicas como el slide. Muchos músicos que habían comenzado en este estilo ayudaron a dar un paso más cuando emigraron a ciudades como Chicago o Detroit, lo que dio lugar a sus correspondientes subgéneros. En Chicago, por ejemplo, este salto fue de la mano de la amplificación de la guitarra y la inclusión de otros instrumentos. El blues de Texas tiene muchas similitudes con el blues del Delta, aunque con unas pocas diferencias sobre todo en la forma de cantar y quizá en unas estructuras menos rígidas bien palpables en la obra de gente como Big Mama Thorton, Blind Lemon Jefferson o Blind Willie Johnson.
En Louisiana, una zona con una gran cantidad de pantanos (hoy día incluso existen los llamados ‘swamp tours‘), el entorno pareció influenciar a la música más que cualquier otra cosa. Porque allí el blues sonaba denso y sus ritmos eran pesados y tensos, dando lugar a diferentes subgéneros, como el swamp blues. Muchos autores diferencian entre el blues de Louisiana y el swamp, sin embargo, éste último no es más que una corriente que enfatizaba aún más la lentitud del anterior. Algunos de los bluesmen más representativos de este sonidos son Snooks Eaglin’ y Lighnin’ Slim.
En la región de los Apalaches, en una zona que comprende una buna franja de territorio entre Richmond y Atlanta, hizo su aparición el llamado blues del Piedmont. Se caracteriza por la ausencia de la púa, lo que daba a la guitarra un sonido similar al del piano ragtime y un toque más festivo. Más tarde esta forma de tocar sería denominada como fingerpicking. Algunos de los bluesmen más importantes son Sonny Terry & Brownie McGee, Blind Boy Fuller o Josh White.
Blues urbano
En los años surge uno de los primeros subgéneros urbanos: el jump blues, en el que la guitarra cede parte de su protagonismo al piano y a los ritmos más boogie. Louis Jordan es considerado habitualmente como el pionero de este subgénero, que muchos consideran también como uno de los precursores claros del rock. La Costa Oeste y especialmente California dio cobijo a muchos músicos que procedían de Texas y Memphis, lo que dio lugar a un estilo propio de la zona, con solos de guitarra más largos, herencia de Blind Lemon Jefferson, y la presencia del piano y el saxo procedente del jump blues. La presencia en aquellas ciudades de grandes orquestas de jazz y el ambiente nocturno de los cabarets también tuvieron su influencia en la música de algunos de los pioneros de este estilo: T-Bone Walker, Pee Wee Crayton, Charles Brown y Lowell Fulson. Es el blues que mayor influencia tuvo en la población anglosajona y en el posterior desarrollo del ‘blues blanco‘ de los 60. En esta evolución hubo dos figuras imprescindibles que sirvieron de puente entre lo rural y la ciudad: Big Bill Broonzy y Tampa Red, dos músicos que ya residían en Chicago en los años 20.
Otras ciudades que vieron desarrollarse nuevos estilos de blues fueron Memphis y su legendaria Beale Street (Furry Lewis, Memphis Minnie, Little Buddy Doyle o Memphis Slim), Saint Louis, Nueva Orleans o Nueva York, donde el blues no tuvo tanta repercursión, pero alojó a muchos músicos fundamentales, como Leadbelly o Sonny Terry.
La gran variedad de estilos que el blues vio nacer en aquellos años no son más que diferentes formas de interpretar la herencia de la música popular negra del siglo XIX. Podía haber diferentes en el timbre de las voces, en la forma de cantar, en las técnicas de guitarra… pero todas ellas servían siempre como medio para contar las pequeñas historias de aquellos cuyos derechos fundamentales estaban siendo violados. El blues no es sólo el conjunto de los doce compases que cambiaron la historia de la música y que dieron lugar a la mayor parte de las músicas modernas. También es la historia de un grupo humano que fue apartado de la sociedad y al que le fue arrancada su cultura y su libertad, pero fueron capaces de desarrollar una cultura nueva en una tierra hostil, que sólo prometía prosperidad y felicidad a quienes tenían la fortuna de haber nacido con un color de piel más claro.
“Si un músico blanco viene y me dice: `Esa música es fantástica, quiero aprender a tocarla’, me siento halagado. Pero si el público le aplaude a él y me ignora a mí, resulta intolerable“. Jerry Butler
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Bibliografía:
• Músicos de blues en la Wikipedia.
• Historia de la música negra norteamericana, de Eileen Southern
• La gran enciclopedia del blues, de Gérard Herzhaft.
• Colección ‘Martin Scorsese presents The Blues‘. Varios directores. 2003.
Texto: Juan Manuel Vilches
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Absolutamente excepcional y riguroso artículo sobre la Gran Depresión y su repercusión en la música blues. Muy estimulante y maravillosamente contando. Me has dado unas cuantas ideas para mis investigaciones...
Por cierto, buena bibliografía manejas. Aunque he decirte que en cuestiones de historia del blues me gusta mucho más el libro de Ted Gioia (maestro) que el de Herzhaft, que está un poco más lioso...