Entramos en un nuevo año, nos adentramos en 2012, y este dossier del rock melódico y sus diversas variantes sigue su curso recuperando y subrayando obras que tanto ayer como hoy han atrapado a melómanos perdidos por las estructuras pergeñadas dentro de dichas corrientes. En esta cuarta parte veremos la forma en la que puede casar perfectamente un adult oriented rock de libro y tradicional, aunque hecho en 2011 (Toby Hitchcock), con agrupaciones que se acercan al glam metal o al hard rock sin perder la raíz melódica de la disciplina aquí tratada (King Kobra y Bonham, respectivamente).

King Kobra – Ready To Strike (Estados Unidos, 1985)

Cuando el baterista Carmine Appice colabora con el ex Black Sabbath Ozzy Osbourne durante parte de la gira que presentaría el LP Bark At The Moon, vislumbra lo que como posible líder de una agrupación ochentas podría alcanzar si empalmaba los cables adecuados. El que marcase un punto de inflexión en la década de los 60 entre la psicodelia norteamericana y el rock progresivo con la formación imaginativa Vanilla Fudge, ahora, y tras largo camino recorrido apuntándose a uno y mil bombardeos, levanta King Kobra con porte de glam metal aunque corazón de carcasa adult oriented rock. Simplemente hay que escuchar la voz de Mark Free para descubrir su registro melódico, que en años posteriores le serviría de mucho frente al micrófono de Signal o Unruly Child.

En un principio, y a tenor de este Ready To Strike, pareciese que Appice hubiese querido tomar el estilo que enorgullecía a los Blackjack de Michael Bolton para imprimirle en letras mayúsculas un heavy acorde con el entorno. En cualquier caso, Free luce más agresivo en este debut de King Kobra confirmando que se podía acercar a ese doble proceder de un vocalista como Joe Lynn Turner; ‘Hunger‘ es un ejemplo de libro para lo descrito.

Shadow Rider‘ pasea por el interior del oído de cada comprador un refrito con más de Bad Company que de Bryan Adams —aunque algo hay—, y deja cristalino que Carmine no pretende exhibirse como en sus capítulos sonoros tras los parches de los ya citados Fudge. ‘Second Thoughts‘ puede perfectamente haber servido de inspiración algo más ralentizada al ‘Hungry‘ con el que White Lion marcasen un buen gol en 1987, al igual que ‘Piece Of The Rock‘ comulga con las introducciones relajadas que descansan sus aguas en un pronto estruendo en clave de estribillo himno.

Tras el segundo LP Thrill Of A Lifetime (1986) Mark Free abandona el proyecto. A mediados de la siguiente década, y una vez cerrada una impresionante carrera dentro del rock melódico, el cantante se realiza una operación para cambiar de sexo, comienza a firmar cual Marcie Free y se interesa de forma paralela por el pop meloso. Finalmente volverá por sus fueros estilísticos gracias a Unruly Child y un contrato con Frontiers Records.

Toby Hitchcock – Mercury’s Down (Estados Unidos, 2011)

En 2003 el ex Survivor Jim Peterik demostraba con Pride Of Lions ser un hombre consecuente que, aunque jamás renegará de tan brillante pasado, pretende seguir dando rienda suelta a nuevas imágenes. El proyecto en sí resultó igualmente una apuesta por la juventud ya que, en lugar de sacarse de la manga la típica superbanda de estrellones ochenteros, Peterik apostaba por la frescura que podía aportar a la historia Toby Hitchcock —por entonces con veintiséis años encima—. Además la idea venía firmada por ambos, todo formando parte de un disco en el que los dos figuras se reparten las labores ante el micrófono.

Ahora, en 2011, con tres álbumes de estudio incuestionables, un EP y un directo en formato disco compacto y DVD, era lógico que a Pride Of Lions le saliese un proyecto paralelo parido casi desde su núcleo. Llegaba por fin el momento de ver volar en solitario a Hitchcock, descubriendo así que, este cantante más que resultón militando para un combo, cual ave que firma bajo su nombre y apellido se gana todo un sobresaliente. Mercury’s Down está a la altura del primer larga duración de su agrupación nodriza, hasta en ocasiones lo supera.

Adult oriented rock sublime, con un arsenal que empieza ya desde el primer minuto de reproducción ofreciendo explosiones de gozo para todo acólito al género: ‘This Is The Moment‘, ‘Strong Enough‘ o ‘How To Stop‘ se clavan en el centro de la diana. Luego ‘Let Go‘ se arrima a su manera a aquellos Whitesnake de ‘Is This Love‘, mientras que ‘Just Say Goodbye‘ estructura su estribillo como si fuese el power chorus de aquel ‘Don’t Stop Believin’‘ con el que Journey enamoraron a toda una generación desde un 1981 en el que la pieza apareció en las tiendas cual inicial corte del LP Escape.

Doce canciones bien situadas dentro del trabajo, sabiendo crear el efecto de “subidón-relajo-subidón” que tanto se agradece en una obra de rock melódico. Tanto en Pride Of Lions como marcando puntos fuera de casa, Toby Hitchcock confirma una fulgurante verdad: estamos ante uno de los mayores talentos que nos puede ofrecer el adult oriented rock en el siglo XXI.

Bonham – The Disregard Of Timekeeping (Reino Unido, 1989)

Suele ocurrir que cuando un hijo de artista musical con renombre se aposenta en la primera división del negocio, su inicial motor de búsqueda le lleva a distanciarse del sonido que hiciese reconocible a su progenitor. En el caso de Jason Bonham, nacido del matrimonio formado por el Led Zeppelin John “Bonzo” Bonham y Pat Phillips, las aguas de los tiempos le acercaron en los años 80 a un adult oriented rock que bordaba junto a nombres como Virginia Wolf. El LP Outrider de Jimmy Page podría parecer un dato puntual, sin embargo marcaría de alguna manera el devenir de un debut como The Disregard Of Timekeeping —ya firmando bajo su apellido—.

Wait For You‘ o ‘Bringing Me Down‘ no solamente enardecían la técnica tras los parches de su fallecido padre, pues las referencias a riffs de Page son más que patentes en los minutos en los que estas composiciones se extienden. Daniel MacMaster, ejerciendo de vocal entre melódico y empeñado en hallar la herencia de la furiosa vieja escuela, aporta un plus muy conveniente para lo que su credibilidad precisa. Así el medio tiempo ‘Guilty‘ se ajusta sin rozaduras a esa escena de rock con orientaciones adultas a la que pretende representar. ‘Holding On Forever‘ figura como la verdad del adult oriented rock, mientras ‘Just Another Day‘ podría estar grabado por los Genesis de ‘Turn It On Again‘, acentuando el proyecto Bonham las progresiones en ‘Room For Us All‘.

The Disregard Of Timekeeping entró en el Billboard obteniendo un honroso puesto 38, algo que no vería el siguiente larga duración Mad Hatter; lo cierto es que su trabajo de presentación y lanzamiento se había gestado con un cuidado supremo, tirando de Trevor Rabin para cubrir el puesto de John Smithson al bajo en varias ocasiones y contratando a Bob Ezrin, una verdadera leyenda de la producción, para que llevase los mandos del sonido y escribiese los arreglos orquestales. Ahí es nada.


AOR CUARTA PARTE
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