Si los servicios secretos norteamericanos tuvieron trabajo con los músicos de jazz desde los años treinta, con la llegada del pop y el rock en los sesenta sus objetivos se iban a incrementar enormemente. El rock traía una rebeldía y un inconformismo que rompía con todo lo que la sociedad americana había creado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La situación política y social era además convulsa y había un fuerte sentimiento de cambio en la juventud, que fue recogida y amplificada por muchos músicos de la época. Y eso siempre hace temblar los cimientos del poder.
John Lennon
Uno de los casos más conocidos e interesantes fue el de John Lennon. Aunque ya en la segunda mitad de la década de los 60 tuvo algunos pequeños encontronazos con los sectores más reaccionarios de la sociedad americana e incluso con las autoridades, es en los setenta cuando la figura de Lennon se transforma para el servicio de inteligencia norteamericano en una amenaza clara. De aquella situación queda constancia en el libro Gimme Some Truth: The John Lennon FBI Files y en el documental Los EE.UU. contra John Lennon que, aunque plasma bien la época, no termina de ahondar en muchas de las cuestiones. Para profundizar en el tema es de indudable interés los archivos del FBI sobre Lennon que ya están desclasificados.
Sin embargo, lo cierto es que Lennon estaba en el punto de mira del FBI desde sus primeros años con los Beatles, porque la banda de Liverpool también fue objeto de vigilancia prácticamente desde su llegada a Estados Unidos. En el año 1964 ya se abre el primer expediente dedicado a ellos. Pero lo que resulta cuanto menos curioso es como en esos archivos podemos encontrar una imagen caricaturesca del músico, que lo presenta de la siguiente forma:
Elvis Presley
Otro nombre de gran importancia en la historia de la música, Elvis Presley, también tuvo algunas relaciones con los servicios secretos. En numerosas ocasiones se ha dicho que nunca llegó a ser investigado por el FBI, pero sí hay ciertos indicios de que a comienzos de su carrera pudo ser al menos observado. Por ejemplo, en mayo de 1956, en una carta enviada por un ex miembro del servicio de inteligencia del ejército norteamericano a J. Edgar Hoover se decía de Presley que era “un peligro para la seguridad de los Estados Unidos“, sobre todo por sus “acciones y movimientos que despertaban la pasión sexual de la juventud“; aunque se le respondió diciendo que aquello no era competencia del FBI.
Más curioso aún resulta que años más tarde, en 1970, se ofreciera como colaborador y confidente al FBI y acusando a otros artistas de corromper a la juventud. Para Elvis la causa de la desafección de la juventud tenía nombres como los Smothers Brothers, Jane Fonda —muy activa entonces por su oposición a la Guerra de Vietnam- y muchos otros porque “ellos han envenenado las mentes de los jóvenes despreciando a los Estados Unidos“. La oferta del cantante fue debidamente rechazada por el FBI y, aunque según el Washington Post (que fueron quienes destaparon este asunto) no hubo más contacto entre Presley y el FBI, parece que sí acabó recibiendo un pseudónimo: Coronel John Burrows.
En aquellos complicados años y con la Guerra de Vietnam como telón de fondo, la administración norteamericana parecía ver enemigos en todas partes y fueron numerosos los músicos y artistas investigados por el FBI que de alguna u otra forma parecían estar implicados con aquella situación. Por ejemplo, The Doors fueron sospechosos de pertenecer a organizaciones contrarias a la guerra y ya de paso se les echó un vistazo a sus letras, mencionando en los informes que decían “las mayores obscenidades que pueda concebir la mente humana“. En el caso de Janis Joplin existe un documento, que menciona David Dalton en su libro Piece of my Heart: A Portrait of Janis Joplin, en el que se mencionan algunos disturbios en un concierto, aunque es curioso comprobar cómo en el documento que está publicado en la web del FBI se citan también canciones concretas y se menciona el festival de Woodstock.
Otro músico investigado fue Jimi Hendrix, oficialmente por diversas detenciones por cuestiones relacionadas con la posesión y el consumo de drogas. Sin embargo, era conocida su simpatía por los Panteras Negras, como se puede comprobar en la introducción que hace a Voodoo Child en el álbum Live At The Fillmore East, donde se refiere a la canción como “el himno nacional de los Panteras Negras“.
Pero la relación del FBI con los músicos, a juzgar por los archivos públicos, parece haber sido intensa y estrecha. Ya en los años 50 la canción Louie Louie, de los Kingsmen, había sido objeto de un informe de más de cien páginas por su supuesto contenido obsceno, pero también los hubo sobre Frank Sinatra y sus posibles relaciones con la mafia que, extrañamente, no llegaron a más. Muchos otros fueron investigados por cuestiones relacionadas con la droga, como Grateful Dead, John Denver (a quien se le suponían ciertas relaciones con la mafia italiana) o el caso ya mencionado de Jimi Hendrix.
Sin embargo, no sería complicado adivinar que detrás de todos esos informes había una cuestión aún más importante y que probablemente estuviera relacionada con la difusión de unas ideas y un modo de vida que no eran bien vistos por la administración norteamericana. Y todo eso había que controlarlo.
El espionaje en la música (1ª Parte) aquí.
Fuentes (además de las ya enlazadas en el texto):
– Noticia sobre los archivos del FBI sobre los Beatles y John Lennon en The Independent
– Entrada en Wikipedia sobre los archivos del FBI relativos a Elvis Presley
– Archivos sobre Elvis Presley publicados en la web del FBI
Texto: Juan Manuel Vilches
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