Hoy ha muerto B.B King…Se ha muerto un hombre que cambió con su música para siempre la historia del siglo en el que nació; el hombre que sacó el blues de las plantaciones de algodón y lo colocó en las plantas de audio y electrónica de cada centro comercial del planeta; y además, antes de eso, le dio tiempo a convertirse en el auténtico ídolo de todos y cada uno de los guitarristas que intentarían cambiar el mundo en la década de los 60 y los 70 a base de poner la guitarra eléctrica en el papel protagonista de sus canciones.
No hay Clapton sin B.B. King, no hay Mike Bloomfield sin B.B King, no hay Peter Green sin B.B. King…no hay blues sin B.B. King.
Pero se ha muerto; y con él se ha muerto una manera de tocar la guitarra que pertenece ya a otro siglo; esa manera de tocar es justo la forma de tocar que no te pueden enseñar en un curso CCC, ni en el tutorial de youtube, ni en el conservatorio…ni en ningún sitio. B.B. King era talento puro, poseedor de una conexión directa e ininterrumpida entre su alma y sus manos, un guitarrista a mil millones de años luz de la técnica de cualquier chaval de 18 años de hoy en día pero con un don casi milagroso para poder tocar siempre la nota exacta en el momento preciso, nunca nadie ha tocado el blues en mayor con la gracia de B.B. King ni el blues en menor con más “feeling”. Es algo increíblemente sencillo de hacer, como diría aquel es “hacer la o con un canuto”…pero no hay Dios que lo hiciese como él.
Ese es el milagro de B.B. King: hacer lo que todo el mundo sabe hacer mejor que nadie.
El uso del presente de esta última frase no es aleatorio, ese negro esclavizado de los campos de algodón vivió 89 años y llevó su música a la era digital y ahí seguirá vigente…así que sirva este pequeño texto para que ustedes indaguen en su música, conozcan la obra de este genio que es gigante, porque con tanto piropo al guitarrista se nos olvida que probablemente sea también el mejor cantante de blues de todos los tiempos, “ahí es ná”, así que buceen en sus discos, aléjense eso sí de recopilatorios demasiado modernos y de discos de colaboraciones con el Clapton de turno…Vayan al grano, vayan a sus directos de los 50 y los 60, escuchen, disfruten y contengan siempre el aliento porque la siguiente nota de B.B. King, como decía su amigo Raimundo Amador, puede ser “la que te parta los riñones”.
Hoy ha muerto B.B. King…y el mundo es un poco peor que ayer.
El milagro de B.B. King1 thought on “”
Una gran pérdida para la música¡¡