En 2015 lanzasteis Nocturnal, que incluía 14 temas nuevos. Ahora, poco más de un año después, sale a la luz una nueva versión de estas canciones, que han sido regrabadas una a una desde una nueva perspectiva, ¿cómo surge esta idea?
Pues casi de casualidad. Habíamos lanzado el disco e inmediatamente después comenzó la gira; estuvimos viajando bastante porque somos bastante viajeros, estuvimos en América, luego empezó la gira española, conciertos, festivales… Y nos propuso un sello alemán editar Nocturnal en toda Europa. Era la primera vez que nos ocurría algo así, que un disco nuestro se editara para el público angloparlante, por así decirlo. Surgió la idea de regrabar todas las canciones dándoles una nueva visión como una especie de complemento para el disco que se iba a editar. Decidimos que el público español lo pudiera conseguir separadamente, y ese es el origen del disco. Fue una idea un poco loca, porque nunca lo habíamos hecho, y la verdad es que surge de la inquietud y de la curiosidad; muchas veces en directo estábamos probando con la acústica y un piano y veíamos que la canción sonaba bien así, o en el estudio probamos ritmos diferentes; tiene que ver con la inquietud, básicamente.
Es muy valiente y requiere de mucha madurez mirar los temas de nuevo y querer darles una segunda vida, pero, ¿cómo creéis que el público español, que ya conoce el disco anterior, va a recibir este nuevo?
No sabemos si es valiente o no. Desde luego, la filosofía de Amaral es hacer siempre lo que nos late, de una manera irracional e impulsiva. Nosotros tampoco queremos que la gente lo vea como una competición entre los dos discos, simplemente es una visión nueva. Estamos muy orgullosos del disco tal y como se editó, pero también nos encantan muchas de las cosas que hay en el nuevo, no compiten. Cuando sacas un disco no sabes nunca cómo lo va a recibir la gente. Parte de lo interesante de hacer música es que las canciones, una vez que las editas, ya no te pertenecen, son un poco de todos. Tampoco nos paramos nunca a pensar cómo va a recibir la gente algo cuando lo hacemos.
Iniciáis el próximo mes, después del lanzamiento de este disco, una gira europea por ciudades de Reino Unido, Alemania y Holanda, ¿afrontáis de una manera distinta los conciertos fuera de España?
No, de hecho creo que las personas tenemos bastantes más similitudes que diferencias con independencia del lugar en el que vivimos y del idioma que hablamos. Por ejemplo, vamos a tocar en Londres; no es la primera vez que tocamos allí, pero sí es la primera en Bristol y en Nottingham; en Alemania es la tercera gira que hacemos, pero es la primera vez que editamos un disco para esos públicos, y es un disco cantado en nuestro idioma, no está grabado en inglés ni nada. Las veces que hemos tocado fuera, ante público no hispanoparlante, lo que hemos recibido es eso, que a pesar de las diferencias idiomáticas todos respondemos del mismo modo ante la energía y el sonido.
¿Y nunca os habéis planteado cantar en inglés? ¿Creéis que cantar en castellano os ha podido cerrar puertas en algún momento?
No lo pensamos. Pero tampoco lo descartamos. Lo que sí nos gustaría en caso de cantar en inglés es encontrar la clave para que la canción refleje lo mismo que refleja en castellano. A veces escribir en un idioma que no es tu idioma natural es difícil. Hablamos inglés, pero no sé si seríamos capaces de expresar en inglés todo lo que podemos decir en castellano.
Tenéis hasta un sello propio, ¿cómo nació?
Sí, se llama Antártida. Se llama así porque la Antártida para nosotros es un lugar desconocido, misterioso, y nos lo imaginamos blanco y puro. Así que llamamos así al sello, que más que un sello es una especie de bandera bajo la que editar nuestra música. Se formó en 2007; lo formamos Eva y yo en un bar, como estamos tú y yo ahora, y no le pusimos nombre hasta 2011, porque somos así de desastres. Es el nombre de una canción de nuestro antepenúltimo disco, Hacia lo salvaje. Fue nuestra manera de preservar la filosofía de la banda desde que se inició en Zaragoza, que era de libertad absoluta; grabamos con una compañía que desapareció, se llamaba Virgin, y pensamos que la mejor manera de mantener nuestro modus operandi era hacer nuestro propio sello.
¿Cómo ha sido la producción de este álbum respecto al anterior? En el resultado se aprecian muchas, pero, en la práctica, ¿cuáles fueron las diferencias?
Fue un proceso mucho más rápido, todos nos sabíamos las canciones porque las habíamos estado tocando durante bastantes conciertos. Fue muy impulsivo, mientras que Nocturnal fue una búsqueda sonora más detallada. Eva siempre explica que, si Nocturnal fue un disco gestado en la oscuridad de la noche, este otro era mucho más brillante, con guitarras acústicas, violines, luminoso, un disco que te podrías poner cuando abres los ojos. Mientras que Nocturnal tiene más que ver con el baile, con la diversión, con lo físico, con los encuentros de personas cuando cae la noche; a veces las historias más importantes de la vida de las personas ocurren cuando la gente sale de estudiar o de trabajar. Nosotros lo compusimos en una época de nuestras vidas bastante nocturna.
¿Cómo ves el panorama actual, tanto nacional como internacional?
Yo creo que hay muchos panoramas simultáneos, muchas realidades diferentes, y es imposible abarcarlo todo y enterarte de todo. Porque, aunque estemos mucho más conectados que nunca a través de redes y vivamos en la época de la revolución digital, yo creo que es muy difícil estar presente en todas las realidades que ocurren en una misma ciudad, en un mismo país o en un mismo continente. Creo que, cuando estás viajando continuamente, como nosotros, que somos un grupo bastante viajero, bastante nómada, y nuestros días no se parecen el uno al otro mucho, hay cosas comunes: duermes, te despiertas, desayunas, te duchas, pero hay también muchas cosas que ocurren por primera vez. Y en medio de una vida así de caótica es muy difícil estar en todas las escenas y enterarte de todo. Hay veces que llegas a tu casa después de un viaje y no te has enterado de una noticia que resulta que tiene ya 15 días y todo el mundo habla de eso. Pero sí, en la música creo que estamos en un momento de efervescencia, de cosas muy interesantes y de cambios muy rápidos.
¿Y qué escucháis vosotros?
Pues todo tipo de cosas. Yo últimamente escucho bastante las playlists que hace Eva, que cuando tiene tiempo pincha con un amigo nuestro. Escucho música electrónica, música acústica, música clásica, hip-hop, rock, música que no tiene nada que ver con el rock, grupos de amigos con los que coincidimos en festivales y en conciertos… Curiosamente, el otro día estaba pensando que Eva y yo hemos grabado juntos siete discos, pero yo creo que entre los dos hemos grabado muchos más discos fuera de Amaral, colaborando con amigos, que discos nuestros. Es curioso. Y muchos grupos son desconocidos, no salen en los medios todavía; suelen ser de nuestra ciudad, de Zaragoza. También el desarrollo del streaming hace que no tengas que poseer físicamente algo o que no tengas que tenerlo descargado en un disco duro para escucharlo; puedes escuchar música cuando estás de viaje o cuando vas por la calle; a veces está bien cruzar Madrid escuchando música porque parece que estás en una película o en un vídeo.
Aparte de lo que estáis haciendo en Amaral ahora mismo, ¿en qué otros proyectos estáis cada uno de vosotros mientras tanto de manera individual?
La verdad es que casi todos los proyectos que hacemos por separado acaban confluyendo en Amaral. A Eva se le pueden estar ocurriendo cosas ahora mismo y a mí también. En este momento Amaral ocupa un porcentaje muy alto de nuestras vidas. Llega un momento en el que ponemos en común todo eso y construimos cosas a partir de las ideas que tenemos cada uno. Para bien o para mal, el grupo no nos deja mucho tiempo para otras cosas.
Sois uno de los grupos más representativos de los últimos 20 años, uno de los pocos que se han sabido mantener en primera línea todo ese tiempo, ¿qué creéis que os diferencia de otras bandas?
Buena pregunta. Se van a cumplir 20 años del primer disco en 2018, sí. Yo creo que en la mayoría de los grupos son cuatro o cinco miembros, suelen ser chicos, y se unen para hacer música con el sueño de triunfar. Creo que cuando Eva y yo nos conocimos no quisimos hacer un grupo, empezamos a tocar como una manera de liberarnos, en nuestros barrios; tocábamos en bares muy pequeños y, desde luego, no teníamos esa idea de que el proyecto iba a crecer, no nos podíamos imaginar que la cosa iba a funcionar. Y yo creo que precisamente funcionó porque no lo planificamos, si lo hubiéramos planificado creo que hubiera salido mal, sinceramente [risas]. Con esto no quiero decir que no nos tomemos en serio la música, porque cuando salimos a tocar y vemos a toda esa gente sentimos una sensación de agradecimiento increíble, nos gustaría dar un agrazo gigante a todos. Lo único que podemos hacer es intentar que suene lo más perfecto posible y por eso creo que nos hemos vuelto maniáticos con el sonido, cuando llegamos a un sitio no paramos hasta que creemos que suena perfecto. Pero, más allá de eso, nunca pensamos que el grupo iba a crecer como ha crecido.
¿Cómo creéis que ha evolucionado en este tiempo vuestra manera no sólo de componer, sino de interpretar los temas?
Yo creo que nos hemos vuelto más físicos. Al principio, como componíamos con guitarra y voces, yo creo que estábamos más en la superficie de la música: la letra, la voz, los sonidos de guitarra, que eran más agudos; ahora yo creo que eso nos interesa, pero también nos interesa lo que pasa por debajo: el sonido de la base rítmica. Creo que nos hemos vuelto más físicos en ese sentido, un poco más bestias. Hemos aprendido muchas cosas, a manejar instrumentos nuevos, ritmos nuevos, pero pensamos que estamos aprendiendo todavía, porque llevamos sólo siete discos; si pensamos en la gente que nos ha precedido, ha hecho muchas cosas más. Siempre que grabamos un disco estamos pensando en el tipo de cosas que no hemos hecho. Puede que haya un sonido nuestro o que se asocie a nosotros, porque creo que Eva tiene una voz muy reconocible y tenemos cierta tendencia a hacer canciones de una determinada forma, pero creo que nunca hemos repetido dos veces el mismo disco; si los pusieras todos juntos creo que se vería que uno va detrás de otro. No somos muy de analizarnos, porque somos bastante malos analizándonos y explicándonos, y tampoco somos de mirar hacia atrás: lo hecho hecho está, con sus errores y aciertos, nos interesan más las canciones nuevas ahora mismo.
Texto: Ana Martínez Bautista
Fotografías:Â Javier Soto Azpitarte
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Excelente entrevista a Amaral me encanta desde que entre en la universidad (http://www.ups.edu.ec/)