Teniendo las cosas claras pueden pasar dos cosas: Una. Que te tachen de engreído. Y dos. Que te des de hostias contra todo lo que venga. Deniro es una banda de Rock con las cosas tan claras que han llegado a ocupar el trono de algún que otro puesto en el Rock patrio a base de contar historias de verdad y llevando, también, un sonido personal. Después de un exitoso primer disco [“El extraño disfrazado de normal” (Lengua Armada, 2011)], Nano, William, Frank, Óscar y Niño Sánchez arremeten a lo bestia con “De héroes y gobernantes” (Lengua Armada, 2013). Han hecho bien las cosas y van con todo cumplido. Ahora esperan respuesta.
“De héroes y gobernantes”, un título que va directo al grano en tiempos de cobardes.
Nano: Sí. En este disco, en contraprestación al anterior, el título no es tan ambiguo. En éste hemos querido meter el dedo en la llaga y apuntar a ciertos estamentos que nosotros consideramos culpables de la situación social que estamos viviendo. Deniro no es un grupo en sí combativo, incluso es un grupo que cuenta otro tipo de historias, pero no podíamos ser impermeables a los tiempos que estamos viviendo todos.
Observo también que el video de ‘No kings’ contiene un mensaje visual muy potente, pero hay que tener en cuenta que hablamos de un corte instrumental…
William: En el anterior álbum ya teníamos una canción instrumental [‘Nueva Queen’], pero ‘No kings’ no estaba concebida como una canción instrumental. Hay veces que, como cantante, no estás a la altura de una canción porque ves que la voz no aportada nada. En esos casos prefiero dejar la canción desnuda. La voz no deja de ser un instrumento más, así que si se tiene que prescindir de ella… se prescinde. La canción y el vídeo son dos entidades diferentes. Es decir: a ese tema le podíamos haber puesto un vídeo diferente. Digamos que las imágenes le ponen voz a ‘No kings’. Podría haber sido otro tipo de imágenes, pero como ha dicho Nano, no podemos ser impermeables a lo que está sucediendo.
Aunque no sea un grupo combativo, siempre pueden meter a Deniro dentro del saco de los grupos “guerreros”.
William: No creo que nadie pueda meter a Deniro en el saco del Rock Urbano o del Punk. Tenemos un sonido que empieza a ser bastante personal que se acerca más al sonido de bandas que nacieron en los 90 en Estados Unidos. La diferencia es que cantamos en castellano. El Rock siempre ha llamado mucho la atención y siempre ha estado ahí en momentos de vibración social porque es una música de alto voltaje, tiene energía y mueve mucho las emociones. Y a veces, el Punk o el Rock Urbano, suele estar cargado de agresividad en sus letras y en su forma de cantar. Pero en este caso, con nosotros, no es así. Simplemente cantamos lo que vivimos. Y como indignados que somos, nos indignamos y lo decimos. ¿Eso puede incluirse dentro de un movimiento social? Es obvio. ¿Pero quién no está indignado ahora mismo?
Volvamos al tema del sonido personal. Es sin duda, un disco en el que habéis encuadrado el objetivo personal del sonido.
Nano: Con “De héroes y gobernantes” hemos logrado la consolidación de un sonido que estaba gestándose desde hacía cinco años. Con el primer disco dimos en la clave y con el segundo hemos rematado. Y ya no es porque nos lo creamos nosotros, que eso es lo más importante, sino porque lo estamos viendo en los comentarios de la gente. Ha quedado patente con este disco.
Y que cada uno deja su marca. William, por ejemplo canta dos temas en inglés [‘The dark passenger’ y ‘Dear John’], pero las guitarras son mucho más contundentes.
William: Lo de las canciones en inglés es por mi proceso de creación personal. Mi lengua materna es el inglés y, normalmente, las letras que se construyen en inglés suelen ser más sencillas que las del castellano. El inglés cuenta con una flexibilidad bastante mayor a la hora de hacer melodías, así que es un filtro por el que paso los temas antes de hacerlos en castellano. Sigo experimentando con el castellano porque es un idioma dúctil y no tan flexible, pero es muy rico en melodías. La cuestión está en encontrar la fórmula, y creo que lo hemos hecho. Respecto al sonido de las guitarras; en el primer disco éramos más tímidos en ese sentido porque no nos conocíamos bien, pero desde ahí empezamos a ser una máquina con un engranaje muy bien engrasado. Somos conscientes del público al que llegamos, al que tímidamente empezamos a llegar y de lo que podíamos hacer para poder llegar a más gente sin olvidarnos de nosotros mismos y de la gente que nos estaba escuchando hasta ahora.
¿Sería, por lo tanto, un disco individualista?
Nano: Creo que es un disco de conjunto, básicamente. El primero sí que era más individualista, pero pienso que el segundo no. Uno de esos factores es la voz. William cuida mucho la voz y los detalles, pudiendo elegir las canciones para que las pruebe de varias maneras hasta que al final sacamos las que a él le encajan musicalmente. Pero trabajamos más a través de la guitarra. Se traen bocetos que generalmente suelen venir de mi parte y por la de los compañeros. Después se las damos a William y él las adapta. Al principio, la idea que tenía en la cabeza era la de transmitirle todo eso a la gente del grupo y que cada uno lo adaptase a su manera, entonces ahí sí que podríamos decir que era más individualista. Pero ahora todos sabemos de qué pie cojea cada uno cuando está haciendo una parte.
¿Y a nivel de mensaje? ‘Eres única’ iría por ahí, ¿no?
Nano: Sí. Es una canción que muestra la defensa de la identidad de cada una de las personas aunque vaya a contracorriente, por decirlo de alguna manera, y no esté bien visto socialmente. Es una canción muy visual que pretendemos hacerla todavía más visual con una sesión de fotos en la que hemos querido formarnos para defender posturas personales con una imagen donde salimos como travestis, un colectivo que también es marginado.
William: De hecho, la segunda parte de la canción cambia de género. Recuerdo, cuando iba al instituto, que había chavales llevando estética gótica. Y a pesar de que se metían con ellos, admiraba que se la sudara todo lo que decían sobre ellos, manteniendo la entereza. Es un canto a la libertad personal. Al mostrarse uno tal y como es sin miedo. Una defensa de la personalidad que puedes trasladar a muchos ambientes. Aunque más que una defensa, es una constatación.
Y pasamos de hablar de gente repudiada por la sociedad a músicos repudiados por la música en ‘Soy música’.
Nano: Es simplemente un canto para dejar constancia de lo evidente y de lo podrida que ha estado la industria musical en este país, la que siempre ha estado podrida. Nunca buscan el desarrollo, sino el producto, el manejar marionetas. Ahora están prácticamente en las cenizas, así que es como decirles “joderos”. No supieron adaptarse a los tiempos y abusaron de la gente. No tienen ojeadores en la calle. Son funcionarios que han perdido la pasión por la música. ¡Son gente que podría estar currando en un McDonald’s!
William: Hay mucho producto y poca autenticidad. El problema de eso es que si tú no sacas algo auténtico no existirá un relevo generacional, porque la música no es un hobby, sino un trabajo. Una defensa del artesano y del músico.
Observo la portada y las fotos promocionales. Mi teoría es que hay alguien con un megáfono que está diciendo algo a una serie de personas que, en primer lugar, ni quieren oír, tampoco ver, y mucho menos escuchar. Al final, detrás de ese “muro”, hay alguien con una bombilla, lo que supongo es una idea.
William: Lo importante de esa imagen es que tú hagas una reflexión y que otra persona la haga a su modo. Que alguien se pare a pensar cuando la vea. Es una imagen directa pero que está ahí para incitar a pensar. Lo mismo pasa con una persona que está gritando por un megáfono diciendo mil cosas.
Nano: Se puede entender de muchas formas. Yo la entiendo por cómo está la sociedad. No quieren ver, no quieren escuchar, prefieren callar… se vuelven dóciles. De todas formas, hay un porcentaje que ahora está despertando porque la situación es acuciante, pero han estado muchos años dormidos cuando otros hemos estado en pie de guerra. El otro sentido que le veo es el de alguien que utiliza un amplificador para explicar lo que está pasando con la música. Hay gente que no se está dando cuenta de las escenas que hay porque otros no les están haciendo ni caso y cerrando puertas; ya sean promotores, festivales, incluso el propio público al preferir quedarse con los mismos estamentos musicales de siempre. No dejan probar, y cuando descubren una banda, se echan las manos a la cabeza. ¡Pero si había bandas que llevaban ya cinco años o tres discos! Pero esas cosas pasan porque la gente va ciega, tanto en el sentido social (que acontece también a la cultura) como en el cultural. Hay gente de mi edad que sigue ahí encuadrada en sus cuatro grupos y luego se dan cuenta de muchos otros grupos que hay.
¿Será por la alienación general y los parámetros entre los que se mueve la gente?
William: Bueno, yo creo que esa alienación se ha visto agravada después de la llegada a nuestra sociedad de Internet. Antes, las radios eran pocas. El Rock no estaba tampoco marginado y los grandes grupos sonaban entonces en la radio.
Nano: Pero ahí no estoy de acuerdo, William. Sonaba un tipo de Rock, pero no era todo lo que tenía que sonar. Hay estamentos de Rock que no iban a entrar jamás.
William: Ya, pero si no estabas en esas plataformas comerciales tenías que buscar en lo underground. Hoy en día está todo junto en Internet, donde no te aclaras de lo que hay y donde tampoco sabes por dónde empezar.
Exceso de información.
William: Exacto. La prensa escrita era muy clara con los grupos que salían.
Y ahora es todo negocio.
William: Claro.
Nano: Siempre ha estado ese problema de la payola en todos lados, cuando empezaron a entregarse los primeros sobres en las radios norteamericanas de los 50.
Pero en Estados Unidos es ilegal, cosa que aquí no.
Nano: Cierto. Pero en los años 80 la prensa escrita todavía tenía mucha credibilidad. Había gente que escribía y que seguías porque te descubrían grupos. Ahora se ha perdido también eso e Internet ha abierto otras puertas a un océano de la gente que se pierde.
Texto: Carlos H. Vázquez.