Este disco es vuestro debut y lo hacéis con un sello extranjero. Además, también tenéis compañía de “management” extranjera… No es muy habitual en un grupo español…
Luis: Bueno, estuvimos mirando discográficas aquí en España y no hubo alguna que nos llamara la atención y, por cosas del destino, y a base de insistir en la búsqueda, entramos en contacto con la gente de SAOL, les gustó nuestro estilo y concretamos el lanzamiento del disco con ellos. Se trata de una empresa de Hannover que cuenta con dos divisiones, CMM que es la parte de marketing y promoción y SAOL que es la discográfica. Y en lo que respecta al “management”, llegó un momento que nos cansamos de llevarlo todo nosotros y surgió lo de StormBlaze, para así poder dedicar nuestro tiempo a ensayar y tocar. Es una empresa con presencia en toda América, así que nos venía muy bien para promocionarnos allí.
Carlos: Llevan bandas de todo el planeta, la más importante Lizzy Borden.
Esto os ofrece muchas posibilidades de salir a tocar fuera España…
Luis: Sí. Pero primero queremos asentarnos en España y después Europa. Y, bueno, si llega la posibilidad, cruzar el charco hacia Latinoamérica y Estados Unidos.
Carlos: La idea es cuajar primero aquí, ya que hay mucha competencia y es difícil por la infinidad de bandas que hay.
En cambio, el tema de producción lo realizasteis todo en España…
Luis: Todo fue una cuestión de tiempo. Teníamos solo dos semanas para hacerlo absolutamente todo por cuestiones de lanzamiento y porque había que pasar todos los filtros legales en Alemania. Teníamos que tener el disco listo en agosto y por tema de fechas no encontramos sitios libres salvo Wheel Sound Studio en Cerdanyola del Vallés (Barcelona) del que teníamos buenas referencias. Todo fue un poco precipitado, grabar, mezclar, masterizar y enviarlo a Alemania.
Entonces, el proceso de grabación fue rápido…
Luís: No tuvimos mucho margen de maniobra. Una vez en el estudio nosotros teníamos unas ideas pero la metodología era distinta y tuvimos que cambiar cosas sobre la marcha. Las partes de batería las grabamos en ocho horas, las guitarras en nueve. Además el otro guitarrista que teníamos se marchó y Enrique se tuvo que aprender todas las partes y grabarlas lo mejor posible.
¿Cómo definiríais la música de Hatenation, con qué grupos se os puede asociar?
Carlos: Nosotros lo definimos como metal, englobándolo todo. Pero… bueno, se podría clasificar como thrash de nueva escuela, con muchos toques death metal. También tenemos influencias del metal norteamericano, cosas procedentes del heavy metal, algo de stoner… al fin y al cabo todo es metal. Podríamos catalogarnos como una banda de groove metal entre Lamb Of God y Down, con partes rápidas y otras muy pesadas.
Luís: Algo importante a resaltar es que todos venimos de distintas ramas del metal y eso se refleja en nuestras composiciones. De la mezcla de todo surge el sonido de Hatenation
Cantar en inglés es la apuesta necesaria para una mayor proyección fuera de España… ¿Se le da mejor a Carlos?
Carlos: Pues no precisamente. Es la primera vez que canto en inglés y, principalmente, porque sabemos que es necesario para tener una mayor proyección fuera de España. Es una lástima porque, cuando nos llamábamos Afterlife, teníamos las letras en castellano pero con el nuevo nombre y la temática del grupo era necesario el cambio total y, en parte, gracias a ese cambio es que se fija en nosotros la discográfica alemana. Pensamos que si hubiéramos seguido cantando en castellano no nos habrían tomado en cuenta desde el extranjero
El título del disco, Blacklist ¿tiene algún significado global o solo lo aprovechasteis por la canción titulada así? ¿Qué temas tocáis en las letras?
Carlos: Tan simple como que era el nombre que mejor quedaba (risas). Las letras son sobre temas cotidianos pero intentamos que encajen con el nombre del grupo. Tratan sobre el odio existente en la sociedad, los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica…, la maldad de algunas personas en distintos niveles, ese tipo de temas.
Juan: Pero tampoco queremos enfocarlo como alguna reivindicación política, siempre lo exponemos en tercera persona.
Tanto el nombre del grupo como vuestra música refleja un entorno oscuro y lleno de rabia…
Luis: Bueno, nos ha salido así, no lo hemos hecho a propósito.
Carlos: También hay que decir que hemos ido evolucionando hacia un sonido más agresivo; entonces, las letras han cogido ese carácter rabioso y de odio
¿Hay alguna canción de la que os sintáis más satisfechos por algún motivo especial?
Carlos: Tenemos muy en cuenta “Blacklist”, pero porque es la que ha gustado más a la gente y nos comentan en los conciertos que es un “temazo”.
Juan: A mi particularmente me gusta “Unknowledge Fields” que trata sobre los campos de concentración.
Carlos: Sí, explica en primera persona vivir la dura experiencia de estar en un campo de concentración; el miedo que representaba estar en un sitio de esos durante la Segunda Guerra Mundial. Es un tema que me encanta y hay mucho para escribir.
¿Cómo sobrevive en la actualidad una banda de rock, con tanta competencia y disminuyendo las ventas de discos debido a las descargas ilegales?
Todos: Teniendo trabajo aparte y pagándotelo todo de tu bolsillo.
Luis: Cuando estás empezando tienes que poner tu la pasta pero, en nuestro caso, que ya tenemos una empresa de “Management”, todo cambia, no van a permitir eso.
Carlos: Una sala nunca va a perder dinero, para eso tienen a los grupos, para cubrirse las espaldas.
Luis: Los grupos noveles lo tienen chungo, no arrastran gente. O tocan en las fiestas de su pueblo o se “comen los mocos”. Es la cultura musical de este país, la de la radio fórmula, no hay más. Si fuésemos los “bisbales”, pero… ni tenemos rizos ni somos guapos. Y el caso es que detrás del disco que hemos hecho hay mucho tiempo, esfuerzo y dinero invertido. Hay ganas e ilusión pero luego, en los conciertos acuden 50 personas y se te queda la cara de tonto. Después está, “esa gente”, que hace playback cobra 80.000 euros por tocar y llenan los recintos. Una pena.
Entonces… ¿creéis que en España puede haber un cambio de mentalidad en el futuro?
Luis: No creo que cambie, y con la crisis menos. No acuden a los conciertos, no hay ganas. Y en una ciudad como Barcelona es peor porque se programan mogollón de conciertos hay tanta variedad que despista a la gente y acaba por ir a la discoteca de siempre.
ENTREVISTA REALIZADA POR LOCKY PEREZ