Se habla de ella como una Wikipedia de la música española, pero es mucho más que eso. Arrancó hace ya una década con esa voluntad, sin embargo, La Fonoteca es hoy promotora de conciertos, editorial de libros especializados en música, sello discográfico y, en definitiva, una agitadora cultural que este fin de semana celebra sus 10 años de existencia. La cita es este viernes 6 y sábado 7 de abril en la sala Moby Dick Club de Madrid, con Doble Pletina, Betacam, Caliza e Hidrogenesse, entre otros. Antes, hablamos con Diana Cortecero y Raúl Alonso, directores de LaFonoteca.
Empezasteis la web con AllMusic como referencia en 2008, año de arranque y hasta de boom de muchas de las bandas independientes que ahora están en primera línea. ¿Era el momento ideal para crear este archivo?
No sabemos si era el momento ideal o no (también en 2008 empieza lo peor de la crisis económica), pero surgió entonces de manera natural al ver la escasez de información sobre música española que había en internet en aquel momento.
Era la época de Myspace, Fotolog, los foros (aunque hay gente aún muy activa), los primeros blogs, Lastfm… ¿el entorno digital de la época ayudaba a poner en marcha un proyecto como este?
Sin duda. Nacimos como archivo digital y creemos que sin internet nada de esto habría sido posible: poder ponernos en contacto, comunicarnos y compartir información con inmediatez con colaboradores, músicos y melómanos de todos los puntos de España (y muchas veces también de fuera de nuestro país) nos ha facilitado enormemente la tarea.
Esta enciclopedia arranca en 1950 y encontramos entre las fichas a Cecilia, Los Brincos, Serrat… ¿Desde el principio teníais idea de crear un archivo tan completo? ¿Con cuánta gente habéis contado y contáis para nutrirlo?
La idea siempre fue crear un archivo lo más completo posible, pero lo cierto es que empezamos por los grupos pop preferidos de los colaboradores de la página y poco a poco nos fuimos profesionalizando y abriendo a nuevos géneros y épocas. Han sido muchas personas las que han contribuido a hacer crecer nuestra base de datos: Javier Marzal, Luismi Pérez, Cristina Fernández, Daniel Hernández, Roberto Martínez Olmo, Borja Domínguez, Pedro Román, Juan José Santos… además de las aportaciones puntuales, actualmente contamos con una serie de colaboradores bastante fijos como Julián Molero, Tomás González Lezana, Fernando Fernández Rego, Roberto Macho, Andrés Arévalo y Rafa García Purriños.
¿En qué momento decidisteis dar el paso al sello, la editorial, la promotora…? ¿Se os presentaron oportunidades o fue una apertura de melón por iniciativa propia?
Todas las nuevas vertientes del proyecto han ido surgiendo de manera natural y porque nos ha ido apeteciendo diversificar nuestras actividades, pero en algunos momentos también hemos aprovechado oportunidades que llegaron en un momento adecuado: nuestro primer libro por ejemplo fue una iniciativa conjunta con Manuel Moreno, de Libros Walden para reeditar “Música Moderna” de Fernando Márquez el Zurdo, o la propuesta de Miguel Atienza de empezar a organizar conciertos también en Barcelona.
Exacto, en 2011 nació la sede de Barcelona, que ahora cuenta con programa de radio propio en Scanner FM. ¿Lo pedía a gritos la escena independiente catalana?
Como comentábamos, el nacimiento de LaFonoteca Barcelona fue una propuesta de Miguel Atienza, y llegó en un momento en el que había muchas bandas que nos gustaban haciendo cosas chulas allí y las sinergias entre la escena de Madrid y Barcelona eran bastante evidentes. Desde entonces, el “diálogo musical” entre ambas ciudades ha sido constante y muy enriquecedor para nosotros, e incluso hemos lanzado una serie de singles en 7″ llamado “Puente Aéreo” en la que grupos de ambas ciudades aportan temas inéditos o se versionan entre sí.
¿Hay algún concierto, disco, libro o momento concreto de los que habéis vivido con La Fonoteca que os haya marcado especialmente y/o del que estéis especialmente orgullosos?
Esto es un poco como si a un padre le preguntas a cuál de sus hijos quiere más. Las “primeras veces” (nuestro primer concierto, nuestro primer disco, nuestro primer libro…) siempre han sido especiales y quizá sí ha habido lanzamientos que sí han supuesto un poco un punto de inflexión: nuestro recopilatorio “Madrid está Helado” tuvo una acogida tremenda en su momento para tratarse de un recopilatorio dedicado a una escena tan minoritaria y por ejemplo la repercusión internacional e institucional de nuestra reedición de los fanzines “Rockocó” de Miguel Trillo. En cuanto a conciertos, ha habido muchos especiales: los primeros llevando bandas españolas a Londres, cuando programamos a Wild Honey en el Museo Thyssen, la presentación de la película británica Pride…
¿Y tenéis alguna espina clavada?
Ha habido varios proyectos que se han quedado por el camino, pero preferimos pensar que no se han truncado del todo, sino que en algún momento podremos rescatarlos e implementarlos… tenemos mucho trabajo por hacer. Por otra parte, nos frustra un poco no poder dedicar más tiempo y recursos a la base de datos para hacerla crecer a mejor ritmo. Es una tarea un poco inabarcable…
Otra de vuestras facetas es la de asesoría para marcas, que parecen cada vez más interesadas en la música, pero, ¿realmente le dan valor o ven un filón? ¿Cómo les asesoráis vosotros?
Suponemos que depende mucho de la marca en concreto y que es una mezcla de ambas cosas: les puede atraer la música en mayor o menor medida, pero tienen en mente también el rédito que pueden obtener apostando por ella. Nosotros tratamos de proporcionar a marcas o instituciones interesadas en la música a encontrar una propuesta que encaje bien con su identidad y con los objetivos que buscan.
A todo el mundo le encanta la música, la cultura… pero no se quiere pagar ni invertir en ella. ¿Qué opináis al respecto, como promotores y consumidores de cultura?
Es una pena. Vemos el fenómeno pero no lo compartimos, porque nosotros mismos somos ávidos consumidores de cultura en todas sus vertientes y también apostamos por ella como promotores (en algunos casos “a fondo perdido”). Supongo que al verse como parte del ocio no se valora lo suficiente o se priorizan otras muchas cosas por delante, lo cual creemos que es un error.
En relación con la pregunta anterior, La Fonoteca nació y se desarrolló en plena crisis económica. ¿Cómo es posible sacar adelante un proyecto así? ¿Habéis encontrado muchos obstáculos por el camino?
Con muchas ganas y mucho esfuerzo. Supongo que nos hemos encontrado con las mismas dificultades de cualquier empresa dedicada a la cultura que empieza (que son muchos), pero aún así no nos queremos quejar porque, aunque no vivimos al 100% de esto y ambos tenemos otras ocupaciones, nos ha ido razonablemente bien en estos diez años y todo indica que aún nos queda camino por andar.
Una de vuestras últimas aventuras ha sido llevar la música clásica al Café Comercial. ¿Cómo está resultando la experiencia?
Muy gratificante. El ciclo “The London Music Nights” está siendo un éxito de público y crítica y nosotros mismos estamos aprendiendo mucho en un ámbito en el que no habíamos trabajado hasta ahora y que suponía todo un reto para nosotros. Ha sido una suerte contar con el bagaje y el criterio de Benjamín G. Rosado, el comisario del ciclo y todo un experto en la clásica, y con el apoyo económico de una marca como London Nº 1.
¿Cómo fue el momento de empezar a preparar la fiesta de vuestro 10º aniversario? ¿La selección de bandas y artistas es representativa de esta década de actividad?
Hemos intentado que así sea. En estos 10 años han sido mucho los grupos que han sido especiales para nosotros, y los que nos acompañarán este fin de semana en el escenario de Moby Dick son sin duda algunos de ellos.
¿Cuáles son vuestros planes de futuro para La Fonoteca? Abrir otra sede, discos que tengáis en mente…
Continuar con nuestra actividad habitual, que ya es mucho. A corto plazo, queremos intentar montar una segunda edición del ciclo de música clásica, una nueva entrega de nuestra serie de singles “Puente Aéreo” y tenemos varios proyectos en la nevera esperando a que pase la vorágine de la fiesta para empezar a elegir cuál implementaremos de cara los próximos meses. A largo plazo, ampliar la base de datos a un mejor ritmo, subsanando algunas ausencias con encargos concretos, y dando más presencia a los géneros menos representados actualmente.
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