Ha sido un año intenso para la banda valenciana, que en abril publicó su tercer trabajo, Dos Amigos, producido por Ricky Falkner. Recorridos varios festivales como el Sonorama y Neox Rocks y con una gira programada con Izal para 2017, por fin ha llegado una fecha muy esperada por Modelo de Respuesta Polar: hoy jueves 17 de noviembre se subirán a las tablas de la sala Joy Eslava de Madrid, dentro del ciclo Escenario Eslava. A los pocos días de anunciarse dicho concierto, estuvimos charlando con su cantante, Borja Mompó.

Dos Amigos ha sido posible gracias a los mecenas. ¿No se siente cierto vértigo al lanzar una campaña de este tipo?
Era la primera vez que lo hacíamos. Es de esas cosas que hacemos sin pensar. A posteriori nos dimos cuenta de las consecuencias negativas que hubiera podido tener qi no hubiera salido la campaña. Pero por suerte fue un locura de esas que salió bien y creo que ha hecho especial a este disco desde antes de haber salido. El hecho de contar con un apoyo desde el principio, tener una comunicación directa con la gente que está esperando el disco ha sido muy positivo… Si alguien tiene la oportunidad de hacer crowdfunding, además de económicamente, viene muy bien para saber exactamente cómo está tu grupo, qué público tienes, cómo son… Es una experiencia muy curiosa.

Por cierto, menuda tarea la de las firmas…
Llegó y pensamos, “ostras, cuántas cajas”. Empezamos a abrir y desprecintar y a firmar, y vimos que era mucha tralla. Nos tiramos varios días seguidos dándole caña y acabamos en un plan en el que no tenía ni gracia seguir firmando discos. Pero la verdad es que es muy curioso.

¿Habéis participado alguna vez en un crowdfunding?
Sí, yo había participado en el de unos amigos, en el de Willy Tornado. Alguna vez, sí.

¿A quién le darías dinero con tal de que sacara otro disco?
No sabría decirte ahora (risas). Nadie me ha dejado colgado salvo por causas mayores.

Ricky Falkner se está convirtiendo en una especie de gurú al que van acudiendo cada vez más grupos. ¿Cómo fue trabajar con él?
Muy cómodo, muy razonable, y viendo el disco que parecía que estábamos haciendo, creo que fue lo justo y lo mejor para las canciones. Ricky tenía una visión muy amplia del grupo, de la trayectoria que llevábamos y tenía muy claro qué disco queríamos hacer, sin haber escuchado nada. Cuando recibió las demos, me llamó y me dijo que lo tenía clarísimo. Ha sido muy fácil trabajar con él, es muy buen músico, muy buen productor y te hace estar muy a gusto en el estudio. Un lujo.

¿Os decidisteis a trabajar con él por tratarse del tercer disco?
Fuimos detrás de él, y fue complicado porque Ricky tiene una agenda muy jodida, pero sacó un hueco entre Love of Lesbian y Lori Meyers. Normalmente nos apetece probar con productores distintos. Fue una pasada trabajar con Suso (Saiz, productor de El Cariño, de 2014), pero este disco tenía que sonar distinto, más a banda, y Ricky sabe mucho de eso. Dio la casualidad de que Ricky se vino a Madrid un año antes, estábamos coincidiendo mucho, y fue lo natural trabajar con él, no hubo otra alternativa.

¿Sentíais la necesidad de hacerlo todo de otra manera? Cambio de productor, nuevo sello, el crowdfunding…
No es una necesidad, va solo. Son decisiones que vas tomando conscientemente y queríamos trabajar con otra gente a nivel de contratación y con otra gente o por nuestra cuenta a nivel discográfico. A raíz de gente en común con Manuel Notario, acabamos en Hook y la verdad es que es un salto muy importante para el grupo y para los conciertos que estamos dando, que son muy distintos.

Compones partiendo de historias de tu vida personal. Qué cuesta más, ¿echarle narices para volcar tus sentimientos en una canción o el proceso de plasmarlos en una canción?
Va todo junto. Yo escribo desde siempre y son dos cosas que van juntas, es algo que no me cuesta. Tengo claro que escribo de mi vida, pero también tengo claro que la gente no lo ve como tal, la gente hace suya la canción. No se preguntan a quién le escribe Borja Mompó, le pone la cara de su pareja. No va más allá y por tanto me genero un escudo protector totalmente natural. No me da apuro hablar de mis cosas.

Pero te vendrán los recuerdos cada vez que las tocas.
Son gajes del oficio. He leído muchas veces a autores que dicen que les cuesta superar cosas porque cada noche tienen que salir a cantar cosas del pasado… En peores hemos estado.

Todo el grupo tiene su trabajo de lunes a viernes. ¿Os apañáis bien para compaginarlo con la música?
De momento es viable. Los conciertos son viernes y sábados y tenemos ese margen de tiempo para dedicarnos a otras cosas. El tiempo dirá. Si en algún momento hay que cortar con el trabajo, se hará, está claro que el grupo tiene prioridad. De momento no nos va mal tener un poco de desconexión para tomar perspectiva. Es bueno, a mí me gusta.

¿Qué vino primero? ¿Las ganas de tener grupo o el trabajo de oficina?
El grupo viene de antes. En nuestro caso, el grupo se formó cuando estábamos acabando nuestras carreras o haciendo cosillas cada uno, y con la tontería llevamos más de cinco años y cada uno empieza a trabajar y tal. Son realidades distintas, ni mejores ni peores. Rondamos los treinta y son cosas naturales.

Hay músicos a los que no les parece del todo “justo” que algunas bandas tengan trabajo entre semana y se dediquen a la música los fines de semana.
Hay casos muy concretos de gente con mucho dinero de familia. A mí me encantaría dedicarme a la música y poder vivir ingresando un poco. No lo critico, es gente afortunada. Nosotros tenemos que trabajar, pagar alquiler, es nuestra realidad y la de muchos grupos. Me sé perfectamente la vida de muchos. Es la realidad, en la música, en la pintura y en la vida en general.

¿Cómo ha sido vuestra experiencia festivalera hasta la fecha?
Muy buena. Este disco en particular es muy divertido de tocar y creo que la gente lo ha cogido con ganas, se respira un ambiente distinto. Con los otros discos molaba mucho porque había mucha solemnidad, pero creo que este es más de directo, tiene más ritmo. En festivales funciona muy bien.

Como espectador, ¿qué festival te marcó de por vida?
Nunca he sido muy festivalero, la verdad. Empecé a ir a festivales porque tocaba en ellos. La primera vez que fui al Sonorama me lo pasé muy bien. Y el año pasado me lo pasé muy bien en el Vida. Este año iba a volver, pero al final no pude ir.

¿Y algún concierto?
Es complicado, pero alguno de Antonio Vega cuando era muy fan, me marcó mucho. Pude verlo muchas veces.

Vais a tocar en la sala Joy Eslava. ¿Cuál fue la primera sensación al anunciarlo?
Es la primera vez que tocamos ahí y que tocamos el disco entero en Madrid. La gente nos dio la enhorabuena porque sabe que tenemos muchas ganas, que va a ser importante. Es una sala grande y tocar ahí demuestra que tenemos un público real.

Si quieres asistir al concierto, puedes adquirir tu entrada en taquilla.com