Mon Laferte es chilena, de Viña del Mar, tras unos inicios musicales en su país a los 23 años decide irse a vivir a México, una década después llena grandes aforos en toda latinoamérica y prepara su asalto a europa con una próxima gira y un nuevo disco bajo el brazo, La Trenza. Nos la encontramos sufriendo el jet lag, pero tiene la energía suficiente para hablarnos de toda su carrera y entusiasmarnos con su cercano debut europeo en directo.
¿Esta es tu primera visita a europa?
A europa no pero a España sí. (Anteriormente) no vine a cantar, vine a pasear por París (risas). En noviembre vuelvo para tocar, de momento sólo en España.
Estudiando tu carrera musical vemos que hay muchos cambios de estilo, y casi en cada disco pareces una artista diferente a la anterior.
Soy muy inquieta, me gusta mucho toda la música y siento que en cada disco hay una voz, un crecimiento, un aprendizaje. En los primeros discos hay una similitud, en estos últimos otra similitud, pero siempre hay algo nuevo en cada disco.
Entre el Tornasol y el Desechable creo que hay algo similar, el primero lo grabé con productor, el segundo con productor también, pero tomando mucho más control artístico del disco, y el Volumen 1 lo hice solita en mi casa. Este último (La Trenza) fue un poco así, no lo grabé en casa pero estuve al mando de la producción.
Yo el cambio más acusado lo veo entre Desechable y Tornasol
Desechable era mi primer disco y estaba muy insegura. Mucho. Sigo teniendo dudas de todo pero en ese primer disco sí que me dejé mucho llevar por lo que decía el productor, por lo que decían los demás… quise dejarme guiar porque era nueva en esto. Siempre era la más joven rodeada de puros hombres… me volví más insegura. En el Tornasol yo decidía y probaba por mi cuenta más lo que quería hacer, hay un bolero, un reggae, algo de electrónica… en ese disco estaba la búsqueda.
Luego llegó Volumen 1 y el éxito, ¿es en ese disco donde ya están las canciones que buscabas para Mon Laferte?
Es el que tiene menos producción, lo grabé en mi casa, y no tenía luz, literalmente me la cortaron porque no tenía dinero para pagarla (sonríe) y me conecté con un alargador a una conexión que había en el estacionamiento. No tiene casi nada de producción, grabé la batería con un micrófono, uno en el bombo y otro en la sala de mi casa.
También fue la primera vez que incorporé vientos, metales en mi música, algo nuevo, yo sin saber arreglos de metales le cantaba los arreglos a alguien y esa persona me ayudaba a escribirlos, menos producción pero más investigación. Ahora yo hago todos los arreglos, me ayuda mucho el director de mi banda, le canto todo lo que quiero que suene (risas)
La última canción de Volumen 1 ‘La noche del día que llovió en verano’ es perfecta para cerrar un disco así, y además suena a grabada en casa
La sufrí mucho porque esa que suena sólo con guitarra de pronto tenía que estar esperando a que pasaran los aviones, vivía en una zona donde pasaban todo el rato los aviones, tocaba y pasaba un avión, tocaba y ladraba el perro, tocaba y… en México pasan vendiendo cosas por la calle. Si te concentras suenan ruidos de la calle en el disco.
Tanto en este disco como en el anterior hay canciones de ska (El Diablo y No te fumes mi mariguana), es curioso que aquí en España el ska es considerado como de adolescentes inmaduros y sin embargo en latinoamérica es algo muy fresco y rockero.
(risas) Me gusta mucho el ska, muchísimo, estaría bueno quitar esas mentalidades, la gente se tiene que relajar con la música, yo soy una descarada y tengo duetos con Juanes y con Bunbury y tengo un ska y un bolero y una cumbia y me río, creo que la gente se tiene que relajar más. Yo preferiría no madurar nunca y seguir divirtiéndome eternamente.
En ‘La Trenza’ veo que has incluido hasta una versión de los peruanos Saicos, Ana, ¿cómo llegas hasta un grupo de garaje tan antiguo?
Soy muy fan de los Saicos, conocí su música no hace tantos años en Perú, estaba en una fiesta y sonó, me encantó y me enamoré de los Saicos, me obsesioné, empecé a estudiar acerca de ellos, me parece increíble lo que hicieron. Esto fue un gusto mío, literalmente el gusto de la vida que me di, nunca había grabado un cover y es de las que más me gustan tocar en vivo. Además el guitarrista de los bandas también es fan de los Saicos e hicimos una versión como mucho más bailable que la original, pero en vivo igual terminamos en el suelo y haciendo el solo en el piso porque nos creemos rockeros en ese momento (carcajadas)
Muchas de tus canciones son grandes dramas, ¿hace falta ser infeliz para hacer buenas canciones?
Escribo de todo, pero creo que es más real, en mi percepción, cuando no te sientes bien. Estás feliz hoy y haces una canción, y es más difícil volver a ese día donde conseguí el trabajo de mi vida y encontré el amor de mi vida. Pasan los meses y se te olvida. En cambio cuando te pasa algo malo, cuando se te muere alguien o te pusieron el cuerno, no es tan fácil olvidarlo, se queda ahí y te marca, y te tomas una copa de algo y vuelves a llorar. Es más fácil para mí salir a un escenario y volver a ese momento que al de “ay, me siento súper feliz”.
Casi todas tus letras cuentan una historia desde el principio hasta el final, algo muy valiente en una industria donde parece que sólo vale el estribillo
Me gusta contar historias, agarro sonidos de aquí y de allá y juego pero lo que quiero es contar la historia, es lo que más me importa. Me gusta que la gente que va a un concierto se vaya a su casa y sienta que le pasó algo, que no diga “qué increíble iluminación y el bajo sonaba guau”, no, quiero que la gente sienta algo aquí (se lleva la mano al pecho), que se le mueva algo, que se sientan vivos. No quiero demostrar virtuosismos ni pantallas gigantes.
¿Con qué formación nos visitarás en noviembre?
Vengo con toda la banda, ha cambiado trompetista y bajista respecto a la gira anterior. Llevamos mucho tiempo tocando, somos muy amigos, muy hermanos. Creo mucho más en eso que en contratar al músico de sesión virtuoso, porque suena sin alma al final. Más que en presentar un disco redondito muy bonito pero sin corazón, yo no pienso mucho, actúo, muy pasional, mi música es muy así y en el escenario también tiene que ser así, entonces busco músicos que compartan esto, somos hermanos y nos queremos un montón. Cada noche les digo, no vamos a subir a repetir notas, eso lo hace todo el mundo, hay que subir a contar una historia.
Mon Laferte actuará los próximos días 18 y 21 de noviembre en la sala Mon de Madrid y en la sala Razzamatazz de Barcelona.
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