Es comprensible interpretar el título del último álbum de la formación gallega como una sincera declaración de intenciones. Tras tres años de inactividad discográfica, Nadadora parece haber retrocedido el terreno andado para reencontrarse con aquel punto de partida que les hizo luminosos ante la crítica y el público indie. Luz, Oscuridad, Luz nos devuelve a la época del pop más optimista de la banda. Un viaje voluntario, según palabras del propio Gonzalo, compositor, guitarrista y voz del grupo.
¿Cuánto tiempo llevabais trabajando en los temas del disco?
En realidad no tardamos demasiado tiempo en crearlos. Yo tengo una teoría en la cual defiendo que los discos deben reflejar el momento concreto de un grupo, por eso me gusta que el proceso sea rápido, aunque no precipitado.
Este disco se compuso, se arregló, se hicieron las demos… en un período de seis meses; aunque si lo hubiésemos hecho todo del tirón no sé si hubiese llegado a tres.
¿Cuándo decidís que ha llegado el momento de sacar nuevo disco?
Es una buena pregunta, no sabría contestarte muy bien. Creo que sentimos la necesidad periódica de crear nuevas canciones. Se trata de una necesidad tan simple como: ¿Cuándo sientes la necesidad de que tienes hambre? Pues cuando te lo pide el cuerpo.
Con el disco recuperáis la esencia del pop más optimista de vuestros inicios ¿Lo necesitabais?
Lo buscábamos de forma deliberada. Yo, a la hora de componer, necesitaba reencontrarme con las raíces de mi estructura musical, con todos los grupos que me llevaron a hacer música. Sí que ha existido una necesidad deliberada de reencontrarnos con nuestros inicios. Creo que hemos recurrido a ello para explicar mejor lo que somos ahora.
¿Estamos ante vuestro disco más poético?
No. Creo que todos tienen la misma carga poética, lo que ocurre es que quizá, ahora, seamos capaces de sintetizarlo mejor o de hacer llegar el mensaje al oyente. Pero creo que no es el más poético.
El álbum se llama Luz, Oscuridad, Luz. Con este juego de palabras uno puede sobreentender que la luz se antepone a las tinieblas o bien que estas se encuentran siempre ocultas entre la luminosidad. Pero ¿qué es lo que pretendía expresar Nadadora con este título?
El título es una manera circular de enlazar al grupo con la necesidad de buscar sus raíces. Del mismo modo que la felicidad solo se puede explicar con la tristeza, la luz solo se puede explicar con la oscuridad. Esta contraposición de términos es la que te permite avanzar. Acción, reacción. Queríamos dejar el concepto lo suficientemente abierto para hablar de la luminosidad-oscuridad de los temas, de la luminosidad-oscuridad de nuestra trayectoria y, porqué no decirlo, de la luminosidad-oscuridad de nuestras propias vidas.
Y una apuesta interesante la de Guillermo Arias para el diseño del disco…
Sí que trabajar con Guillermo Arias resultó un proceso interesante, ya que se involucró en todo el transcurso de composición y estilo. Él vivió como sonaban las maquetas, como se perfilaron las canciones y estuvo allí hasta llegar al resultado final. El hecho de vivirlo todo fue muy interesante, ya que cambiaba constantemente la idea de la portada, buscando siempre transmitir el contenido del disco; con una libertad total pero respetando siempre esa ligazón. Y al final creo que lo consiguió al cien por cien.
¿A que responde este cambio de sello hacia Ernie Records para la grabación de este último álbum?
A causa de una serie de diferencias se había acabado la etapa con Jabalina. Ernie estaba allí, ya nos conocíamos, éramos amigos, y nos propusieron sacar el disco. Lo cierto es que Ernie funciona de una manera un tanto atípica, ya que nosotros somos dueños de todas las decisiones: desde el número de copias que se editan hasta el formato. Eso nos permitió una libertad total. Aunque yo siempre defiendo que lo importante son el disco y la música, no el sello que edita. Aun así, estamos muy contentos en Ernie; son como una gran familia.
Aparte del CD, también se ha lanzado una edición en vinilo. ¿Esto también fue iniciativa vuestra o la idea partió de Ernie Records?
Nuestra, sin duda. Nosotros queríamos sacarlo en vinilo a toda costa; era un pequeño capricho que nos queríamos dar, aun sabiendo que perderíamos dinero. Bueno, nos hemos dejado llevar por esa idea romántica de hacer las cosas por mero placer, no por ganar dinero.
¿Qué tal está funcionando el disco en el mercado?
Muy bien, mejor de lo que esperábamos. Solamente la atención que está recibiendo en España es muy importante; mucho más de la que había recibido ningún trabajo anterior nuestro. Aunque lo que más me sorprende es la repercusión que está teniendo fuera. Las primeras entrevistas que he ofrecido han sido para medios extranjeros: desde México hasta Chile pasando por Perú y Argentina. Incluso hemos recibido una crítica desde Alemania, en la cuál se ponía al disco por las nubes. Me siento un poco abrumado y desconcertado ya que me gusta ver el disco en su justa medida. Nos gusta que guste, pero esperamos seguir haciendo lo que nos apetezca a pesar de la repercusión que pueda tener el disco.
¿A qué achacáis este éxito?
Supongo que el éxito surge cuando lo que quiere escuchar la gente entra en comunión con lo que desea expresar el grupo. Aun así no creo que exista una fórmula mágica, sino se realizarían discos de éxito de forma matemática. El algoritmo del éxito. ¿Un poco de suerte? ¿El momento justo? No lo sé.
Tenéis videoclip del tema “Una nueva vida“, dirigido por Pedro Corredoira. ¿por qué habéis seleccionado precisamente este tema para el videoclip?
A nosotros, desde dentro, nos cuesta mucho elegir un single; por eso realizamos una votación entre nuestros amigos más cercanos y este fue el que ganó. Además lo hizo por bastante goleada.
Raül Ruiz