Aunque actualmente gozan de renombre dentro de la escena más underground del doom y sus variantes más eclécticas, quizá es conveniente dar unos pequeños apuntes biográficos para quienes aún no los conozcan. La reseña que hizo el gurú y druida Julian Cope de su primer trabajo Gran Poder fue el detonante para que Southern Lord editara el disco en Estados Unidos e hiciera lo mismo con el segundo Amanecer en Puerta Oscura. De ahí, a ser aclamados en todos los foros especializados en nuevas tendencias y música experimental, sólo había un paso. Para que os hagáis una idea su primer álbum ahondada en los sonidos de Earth y bandas similares pero incluyendo la rica tradición musical cofrade andaluza. Sin embargo, esto tan sólo sirve para describir una pequeña parte, ya que en su segundo disco ampliaron enormemente sus miras incorporando elementos de otros géneros, como el free jazz. En esto les llega una curiosa oferta: el bailaor Israel Galván les ofrece participar en su espectáculo El Final de este Estado de Cosas, codeándose así con algunos de los mejores músicos flamencos actuales. En este momento, ya hubo muchos críticos que tuvieron que tirar a la basura la comparación con Sun O))), de la que muchos habían abusado para definir la música de una banda que no acertaban a etiquetar. Visto lo visto, intentaré no caer en el vano empeño de desentrañar el cúmulo de sonoridades y referencias que ya son una seña de identidad de la banda, sobre todo cuando son ellos mismos quienes nos las detallarán más adelante, así que empecemos con preguntas abiertas, aprovechando la estupenda disposición a la charla y la buena conversación de Marco. Hoy por hoy, ¿qué significa Orthodox para vosotros?
Sinceramente, no lo sé… es el proyecto en el que hemos volcado toda la energía que habíamos acumulado dentro desde que empezamos a meternos a fondo en la música. Ha sido la fuente de muchas satisfacciones para nosotros y una buena forma de sentirnos realizados. Pero también es duro porque somos tres personas negociando ideas que consideramos importantes y nos volvemos vulnerables y puede llegar a ser doloroso…
Supongo que vosotros mismos sabéis que vuestra música es caldo de cultivo por una parte para un público de oídos abiertos y bien curtidos, pero también para culturetas y modernos que quizá vean en vuestra música un halo de intelectualidad del que desean formar parte. ¿Lo veis así?
Siempre he tenido miedo de que pareciera que queríamos pasarnos de listos. Pero creo que a veces es la sensación que damos y por tanto atraemos a gente que también se pasa de lista… ¿somos todos una panda de gilipollas? Puede ser, o pueden que lo sean todos los que nos ignoran. En fin, todos somos un poco gilipollas, ¿no?
En multitud de entrevistas nombráis bandas hoy día consideradas pasadas de moda o incluso ridículas, como Manowar o Aerosmith, así que me gustaría saber qué tipo de discos olvidados por un sector del rock consideráis fundamentales.
Nos encanta rebuscar fuera de las etapas clásicas de las grandes bandas. Ya sabes, “Headless Cross” de Black Sabbbath, “Hold your fire” de Rush, “March or Die” de Motörhead, “X Factor” de Iron Maiden, “Fire of Unknown Origin” de Blue Öyster Cult… discos que ¡además suelen estar baratos! ¿por qué quedarse en los primeros de Sabbath y los cuatro clásicos de Motörhead? Nos encantan Manowar, es totalmente compatible con Cecyl Taylor o Ligeti… al fin y al cabo todos están locos y creen a muerte en lo que hacen, que es lo importante, ¿no? No es que seamos ningunos expertos ni conozcamos joyas olvidadas por nadie. Es más no dejarse influir por estúpidas reglas que algunos repiten como loros y no tener prejuicios en tragarse cosas que parecen “oficialmente” olvidadas o mediocres. Muchos de mis discos favoritos no son grandes clásicos ni dentro de las propias discografías de los mismos grupos. Algunos de mis clásicos veraniegos han sido “Cuatro” de Flotsam & Jetsam, “Opressing the masses” de Vio-lence, “Plastic Green Head” de Trouble… hay que defender esos discos que para ti son especiales aunque no aparezcan en ninguna lista hecha por un puñado de enterados que quieren quedar bien.
Creo que muchos sentimos esa especie de relación amor/odio con las típicas listas de discos, pero no puedo evitar la tentación de pediros vuestros 10 discos fundamentales, sabiendo que no serían 10 sino 1000, pero haced un esfuerzo porque también es ésta una buena forma de conocer los orígenes de vuestro sonido.
Es difícil escoger 10 discos que representen al grupo. Si lo hicieras por separado tendrías tres listas bastante distintas. Pero aún así voy a tratar de hacerlo pensando en discos que teníamos en mente cuanto comenzamos a tocar los tres juntos:
Sleep – Jerusalem
Mayhem — The Mysteriis Dom Sathanas
SunnO))) —White 1 y 2
Electric Wizard — Dopethrone
John Coltrane – Ascension
Neurosis — Through Silver in Blood
Black Flag – Process of Wedding Out
Earth – Pentastar
Om – Variations on a Theme
High on Fire — The Art of Self Defense
¿Y podrías mencionar los cinco músicos que más te hayan influido?
Cliff Burton, Neil Young, John Coltrane, Charles Mingus y J.S. Bach. Aunque mis grupos favoritos son Black Sabbath, Motörhead y Rush.
¿Cuál es vuestra opinión sobre el estado actual de la música? ¿Dónde y quienes pensáis que están haciendo hoy día los discos más interesantes?
Uf, la cosa está repartida. Anthony Braxton u Ornette Coleman siguen liándola, artistas japoneses como Keiji Haino o Acid Mothers Temple, el último disco de Burzum es una joya, también los que han sacado Tryptikon o Sarke… Espero ansioso el disco que se supone que están grabando ZZ Top con Rick Rubin. Neil Young o Rush mantienen buen nivel y obviamente también nos gusta gente como Melvins, Earth, SunnO))), Om, Cathedral, etc.
Ante la tópica afirmación de que la música hay que sentirla y que no hace falta haber escuchado muchas cosas para disfrutar de cualquier disco, ¿creéis sinceramente que un álbum como Sentencia es asequible para cualquier tipo de oído o sería recomendable tener algo de bagaje musical para contemplarlo en todo su esplendor?
Evidentemente “Sentencia” no es un disco para todo el mundo, pero tampoco lo es el de Andy y Lucas. Solemos gustar a gente diferente que simplemente es inquieta o curiosa. Tenemos los fans más extraños del mundo y además no suelen tener nada que ver unos con otros. Algunos tienen pinta de auténticos inadaptados…Y creo que eso es muy bueno.
¿Os sentís olvidados dentro del panorama musical español?
No demasiado. Podría ser peor…
Es interesante ver vuestro disco e, incluso, una entrevista, en el “Mondosonoro”. Es cuanto menos curioso cómo desde una publicación que podríamos calificar como “indie” se os ha prestado más atención que desde los medios tradicionalmente de rock. ¿El público del rock y el heavy en España no os entiende o ni siquiera se han enterado que existís?
Bueno, lo que son publicaciones de rock y metal nacionales dan un poco de vergüenza. Todo tiene ese aire viñarockero o bien alternativo enteradillo que se queda a la mitad. No se si nos entienden o no, más bien parece que no les interesa. Pero es un trato justo y recíproco. No nos quejamos.
Debo preguntaros, especialmente dada vuestras enormes diferencias con la mayoría de las bandas nacionales, vuestra opinión acerca de la música en España. ¿Qué grupos consideráis más interesantes actualmente?
Nos gustan grupos con los que tocamos o tenemos algún tipo de relación como Viaje a 800, Monkey Priest, Moho, etc. Pero en general estamos escasos de buenas bandas, sobre todo de grupos nuevos que hagan cosas nuevas y que puedan ir a festivales internacionales con la cabeza alta.
Vuestro último trabajo tiene momentos de una epicidad y primitivismo enormes, en parte gracias al personalísimo sonido que habéis conseguido extraer de la sección rítmica, ¿Cuántas horas de trabajo hay detrás del sonido —y me refiero a la parte técnica y no compositiva- en Sentencia?
Muchas. Orthodox comenzamos a tocar juntos a finales de 2004, en la primavera de 2005 ya teníamos planteado lo que sería el primer disco, así que ese mismo verano empezamos a trabajar en lo que ha acabado siendo el tercer disco cuando aún no habíamos grabado el primero. Nos costó mucho darle forma y concretar las ideas hasta que pudimos grabarlo en enero de 2009. Así que sí, lo grabamos muy rápido pero estuvimos más de cuatro años dándole vueltas. Eso sí, entre medias compusimos y grabamos “Amanecer en Puerta Oscura” y otras cosillas sueltas.
Quizá me equivoque, pero no he percibido realmente una evolución enorme con respecto a vuestro primer trabajo, sino más bien el tratamiento de una misma visión musical desde otro punto de vista. ¿Lo sentís así o de lo contrario Sentencia supone para vosotros un salto con respecto a lo anterior?
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchos lo ven como una evolución o un cambio. Pero “Sentencia” guarda un espíritu muy similar al de “Gran Poder”… era como contar la misma historia con otras palabras.
El tema central de Sentencia debe suponer un trabajo compositivo enorme. ¿Son vuestras composiciones fruto más de un largo trabajo o de la improvisación?
La improvisación la usamos a veces para desarrollar ciertas partes y ver que ideas surgen. Pero luego vamos fijando cosas y dando un poco de forma a ese caos. A Ornette Coleman le criticaban diciendo gilipolleces como que “no se puede abrazar el caos”. Claro que se puede, simplemente es más complicado y no todo el mundo acepta el reto.
En vuestra entrevistas suelen aparecer en numerosas ocasiones nombres de escritores, guionistas, dibujantes y músicos, algunos de ellos, por decirlo de alguna forma, “alejados del gran público”. ¿Habéis temido en algún momento que vuestra imagen y música parezca demasiado culta, selecta o enrevesada?
Es culpa de la época que nos ha tocado vivir. Parece que casi se premie el ser un zoquete. Pero hemos crecido con grupos como Iron Maiden, Metallica, Bathory… y todos ellos hacían lo mismo ¿no? Leían libros, comics, veían películas… y de ahí sacaban inspiración para sus canciones. Es una tradición muy característica del hard rock y el heavy metal. Estoy seguro de que hasta Lemmy lee más que muchos de los profesores que tuve en la facultad.
Quizá aquí vayamos a pecar de reiterativos, pero en muchas ocasiones habéis hablado de la importancia de la influencia de la literatura y el tebeo en vuestra música, ¿Cómo se encajan Herman Melville o Robert Crumb en vuestro sonido?
Bueno, nos inspiran a la hora de trabajar los conceptos, plantearnos retos y por supuesto a ser trabajadores, llevar a cabo una idea y tratar de ser fiel a ti mismo. Ninguno hemos sido nunca fan de artistas autodestructivos de esos con mucho encanto tipo Kurt Cobain. Nos gustan los que trabajan y acumulan mucho material, los que no paran aunque la caguen, gente creativa y dedicada.
¿Habéis barajado la idea de tomar como referencia alguna obra en concreto para construir desde ella un nuevo disco? ¿Cuál sería?
Estamos barajando un título aún por confirmar. Pero puede que haya referencias a la figura del toro como símbolo desde la prehistoria en toda la cuenca mediterránea, también a Aníbal, a la Cádiz de los fenicios… En fin, una vuelta al paganismo protohistórico de “Geryon´s Throne”.
Algunos piensan que habéis ganado mucho al dejar los hábitos de penitente, en el sentido de que el público quizá esté más pendiente ahora de vuestro sonido que de vuestra imagen, ¿ha sido así?
Era una puesta en escena que nos sigue gustando a día de hoy. Ha habido conciertos muy redondos en los que el hábito de penitente ponía la guinda del pastel para crear la atmósfera ideal. Pero sí, por otro lado es un engorro… ante cualquier problema técnico se pierde la magia y quedas como un payaso. Hemos preferido ser un poco más prácticos.
¿Habéis sentido alguna vez en estos años centrados en Orthodox el deseo de hacer algo quizá más tradicional? Y me refiero a temas basados en estructuras típicas, ya sabes: riff, estrofa, puente, estribillo, etc. No como Orthodox, pero sí quizá como proyecto paralelo.
Bueno, canciones como “Solemne Triduo”, “Parte II. Apogeum”, “Matse Avatar” o algunos que estamos componiendo ahora tienen unas estructuras más tradicionales dentro de los cánones del heavy metal. Tienen nuestro sello, pero no son estructuras especialmente originales.
No sois una banda que se prodigue mucho por los escenarios patrios, ¿no hay muchos promotores avispados o simplemente preferís no estar continuamente en la carretera?
Si hubiera más interés y mejores ofertas tocaríamos un poco más. Pero el mundo de los promotores, salas, etc. es bastante casposo y no lo manejamos especialmente bien. Para salir a tocar perdiendo dinero, tiempo y energías preferimos seguir componiendo y grabando.
Vuestro trabajo con el bailaor Israel Galván es muy interesante. ¿Cómo surgió una colaboración así? ¿Qué tal resulta la experiencia ya de varios años participando de un proyecto así?
Pedro G. Romero, el director artístico de Israel oyó hablar de nosotros entre otros a Antonio Ramírez de la web Mentes de Ácido. Se puso en contacto con nosotros y a Israel le entusiasmó la idea. Es toda una experiencia trabajar con un artista tan creativo y genuino como Israel, además de haber podido trabajar con el fallecido Fernando Terremoto y ahora con Inés Bacán. Puede que acabemos haciendo un disco con algunos de los artistas que participan en el espectáculo… ya veremos.
Quizá una de las facetas más interesantes de Orthodox es la concepción casi global y peso que tienen otras disciplinas artísticas, puesto que otorgáis una importancia enorme a vuestros diseños —especialmente en Sentencia-, textos e idiosincrasia de la banda, además de vuestra estudiada visión de la música ¿Es así intencionadamente?
Aquí vuelvo a lo de antes. Siempre lo hemos hecho porque es lo que hemos visto en los grupos que admirábamos… Rush, Judas Priest, Hawkwind, Celtic Frost… se supone que es lo que hay que hacer, ¿no?
¿Está o ha estado alguna vez en vuestra cabeza la idea de de cambiar algo o aportar algo diferente a la música actual?
Claro, queremos creer que somos un grupo especial. Aunque estamos influenciados por otra gente y podamos ser similares a otros artistas pensamos que aportamos una visión diferente y que ofrecemos algo que no puedes encontrar en otros. Eso es lo que nos mantiene. Es más, no tendría sentido para nosotros si no fuera así.
¿Es vuestro sonido tan impenetrable de primeras que nadie se atreve a haceros una mala crítica por temor a quedar como un ignorante?
Que va, algunos nos han dado duro. No creas que todo han sido halagos.
Para quien no os conozca aún, ¿cómo le explicarías que tipo de música hacéis? Vendedle vuestro disco.
Hacemos una enorme mierda informe. ¡Mantente alejado de nuestros discos!
NR: En el momento de hacer esta entrevista aún no había salido su nuevo trabajo: un single (7″) titulado Matse Avatar, editado por Doomentia, y con dos temas nuevos “Matse Avatar” y “YHVH”, en los que aparecen de nuevo las guitarras tras el pequeño paréntesis que ha supuesto Sentencia para las seis cuerdas. Un pequeño aperitivo a la espera de la salida de su nuevo trabajo, que verá la luz en pocos meses.
Texto: Juan Manuel Vilches
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