Una visita a los célebres locales de Tablada 25 acaban desembocando en una entrevista. Ferni Presas, bajista de Gabinete Caligari, apura una cerveza en la barra. Después, se pierde entre los pasillos para volver al estudio con los Shocking Beards. ¿Y quiénes son realmente? Pues no son más que un grupo de amigos con muchas ganas de divertirse tocando y versionando canciones con las que disfrutan dándoles una vuelta al sonido. Junto a Ferni está Edi Clavo (batería); también antiguo componente de Gabinete Caligari, Gonzalo Bárcena (voz y guitarra) y Alberto Bravo (guitarra). Los cuatro músicos tocan por Neil Young y apuestan por la profesionalidad “dentro del amateurismo”. Y francamente, lo bordan.
Empezaremos con algo básico: ¿cómo y por qué os juntáis?
Ferni: Nosotros [refiriéndose a Edi Clavo y a él mismo], cuando acabó Gabinete Caligari, estuvimos un tiempo sin hacer nada. Después montamos un grupo con un amigo irlandés para tocar y pasarlo bien, nada más. Hacíamos versiones de Neil Young.
Edi: Después montamos otra banda, pero con intenciones de seguir en la estela de Gabinete; con un guitarra y una cantante.
Paraphernalia, ¿verdad?
Edi: Sí. Estuvimos un par de años moviendo maquetas por las radios y moviéndonos, pero después de muchas vicisitudes lo dejamos.
¿Os ignoraban?
Ferni: Bueno, porque estaban las cosas un poco raras.
Edi: Principalmente porque no hubo mucho interés por parte de la prensa ni interés por parte de los medios ni por las compañías, así que llegó un momento en el que decidimos dejarlo y dedicarnos a tocar por tocar.
¿Eso era posible porque podíais vivir de la música?
Edi: La verdad es que hemos vivido de la música, pero ya no vivimos de ella.
¿Y Gonzalo y Alberto?
Gonzalo: Conozco a Edi desde que eramos pequeños. Siempre he tocado la guitarra, pero mi primera experiencia fue con ellos cuando nos juntamos con aquél amigo irlandés. Más tarde conocí a Alberto, con el que me unen muchas aficiones musicales, y comenzamos con este grupo. Ya te digo, para mí es la primera experiencia que tengo con un grupo de Rock, por decirlo de alguna forma.
Alberto: Conocí el grupo a través de Gonzalo. Estaban como trío y no les venía mal un guitarrista. Vine para acá y estuvimos tocando juntos una tarde. Nos gustaba lo mismo y congeniamos bien.
Recuerdo que, cuando acabó Gabinete, vosotros dos estabais yendo hacia otro tipo de sonido…
Edi: Más bien eso fue lo que dinamitó Gabinete. Ferni y yo íbamos por unos caminos más Rock y Jaime por otros de Pop estándar. Lógicamente llegó un momento en el que no nos entendíamos musicalmente, y nos separamos. Llevábamos muchos años juntos, pero llegó el momento de separarse. La verdad es que pudimos haberlo hecho de una manera amistosa, pero no fue así.
Me habéis contado que no vivís de la música, así que tengo que preguntaros cómo compagináis Shocking Beards con vuestros trabajos.
Ferni: Pues con bastante dificultad, la verdad. Nosotros venimos a ensayar una o dos veces por semana y a última hora, cuando terminamos nuestros trabajos. Por fortuna, Alberto y yo tenemos unos trabajos que no tienen un horario, entonces podemos venir. Él con más dificultades que yo, pero al fin y al cabo no vivimos de la música.
¿Y la banda os da para ir tirando?
Edi: Es que no nos hemos planteado desde un aspecto profesional, sino que nos lo hemos planteado como divertimento para ensayar canciones que nos gustan, pero a raíz de haber tenido un repertorio, hemos empezado a entrar en el circuito de clubs pequeños de Madrid. Tenemos como unas cincuenta canciones, así que si vamos a tocar y nos pagan, pues mejor. Pero no tenemos una pretensión profesional. Tenemos un repertorio y somos solventes, así que no tenemos problemas si nos llaman para tocar.
¿Se podría decir que es ahora un hobby?
Ferni: Totalmente. Pero mira [señalando amplificadores y guitarras], éste es mi equipo, pero no me puedo llevar todo eso a casa. Cuando acabó Gabinete, Edi y yo decidimos seguir pagando el local, este mismo local en el que estamos, que es donde ensayaba Gabinete. Nos gusta la música y no podíamos parar porque nuestra vida es tocar música. Si estoy un mes parado me siento raro.
Edi: Con Paraphernalia sí intentamos entrar en el circuito profesional de contrato-mánager-disco.
Eso fue a comienzos del 2000…
Ferni: 2001 hasta 2003.
Edi: Lo que pasa es que con Shocking Beards llevamos bastante tiempo y hemos logrado ya una categoría profesional. Somos profesionales a la hora de rendir, pero es difícil rentabilizar un grupo de versiones.
Y más cuando hay tantas.
Ferni: Y cada vez más. Esa es otra de las dificultades con las que nos encontramos, pero hay que mantener un repertorio y preparar canciones nuevas. Al final nos lo pasamos bien tomando unas cervezas y tocando juntos porque es una terapia tocar con los amigos. Es un hobby, sí, pero no somos unos niñatos. Damos un nivel de grupo profesional, pero somos profesionales dentro del “amateurismo”.
Alberto: Cuando tocamos, lo hacemos muy en serio. Otra cosa es que nos lo tomemos como un hobby, pero divirtiéndose uno salen las cosas muy bien.
Que es lo que tendría que tener como objetivo una banda, ¿no? Tocar y divertirse.
Ferni: Esa es la esencia, como cuando tenías diecisiete o dieciocho años, que no tenías otras pretensiones. A ver, siempre te gustaría tener un Cadillac como el de Elvis (risas), pero tu leitmotiv era el de estar con tus amigos y hacer lo que te gusta. Somos un grupo de versiones, pero no somos una orquesta que toca las canciones tal cual, sino que les damos la vuelta. De entre esas cincuenta o sesenta canciones tenemos treinta o cuarenta que hemos trabajado y que hemos adaptado a lo que nos gusta y a lo que sonamos.
Gonzalo: Está claro que no somos una banda tributo.
Esa es otra. Hay que diferenciar entre banda tributo y banda de versiones.
Ferni: Sí. Hay muchas bandas tributo y bandas de versiones de otros grupos. Que está muy bien, pero quedarse ahí y reproducirlas sin más, no tiene tanta gracia. Sin embargo, darles una vuelta a las canciones para darle tu personalidad es algo mucho más interesante. Hay algunas canciones que nos hemos limitado a tocarlas con nuestro sonido, pero muchas las hemos trabajado para llevarlas a un terreno diferente. El “trabajo” de local es indispensable para no sentirte un abuelo.
El otro día vi en un foro cómo os llamaban “puertas”, por cierto.
Gonzalo: (Risas) También es verdad. Le damos nuestra propia interpretación
Ferni: Somos puretas, pero no somos fundamentalistas. Cada uno aporta su modo de ver la canción. Neil Young y los Crazy Horse son unos puretas, pero ya querría yo hacer lo que hacen ellos con esas edades. Gordo pero con vitalidad (risas). Él es mucho para nosotros. Tocábamos con nuestro amigo irlandés porque era muy fan de Neil Young, aunque no cantaba, pero como lo había seguido toda su vida, le daba una buena interpretación a esas canciones. Es, un poco, nuestra piedra angular. De sesenta canciones, veinticinco son de Neil Young. Tiene esa cara Folk pero también esa cara Rock de hacerte media hora de tormenta eléctrica. Es un tío que conecta con nuestro lado más Country y con nuestro lado más rockero.
¿Tenéis canciones propias?
Ferni: No, no hemos hecho ninguna. Yo, particularmente, desde que acabó Gabinete, perdí el interés por componer. Creo que ya se cumplió una etapa con eso, así que lo que más me apetecía era tomarme una cerveza y tocar un tema de la Creedence Clearwater Revival que ponerme a machacarme el cerebro.
Edi: Además, las canciones propias requieren de la juventud, de la novedad, del Pop, y esa época, desgraciadamente, ya la hemos pasado.
Bueno, ahí está Bob Dylan, por ejemplo.
Ferni: Pero Bob Dylan… ¿hasta qué punto es un cantante o un escritor? Desde el primer día que llegó a Nueva York, Bob Dylan era un tío que tenía algo que contarle al mundo porque además venía de una tradición Folk. Por eso me parece normal que siga contando sus películas con la edad que tiene, pero es que es su vida y son sus películas. Nosotros, cuando escribíamos canciones, veníamos de la cultura de una generación de los 80 en España que a mí me queda muy lejana, por eso ahora no tengo nada por contar. Es más, rara vez hacíamos alguna versión con Gabinete.
Edi: La servidumbre te pide juventud, pero es algo que no podemos ofrecer porque no podemos ya. Por lo tanto, y en esa situación, creo que es más digno hacer versiones y recapacitar sobre la obra de otros que ponernos a hacer una canción con la que no sabemos ni qué contar.
Gonzalo: También hay que tener en cuenta que nos unen muchos gustos musicales afines, entonces hay muchas cosas que cantar y que hacer. Por el propio planteamiento del grupo no ha habido ninguna necesidad por hacer algo nuestro. Había mucho que hacer juntos.
¿Se puede decir que estáis recuperando el tiempo perdido?
Edi: Bueno, es una manera digna de seguir en el mundo de la música y del Rock.
Ferni: Mira, durante los diecinueve años de carrera con Gabinete nunca me sentí rockero, cosa que ahora sí siento que soy. Me explico: antes éramos un grupo de amigos que tocábamos juntos, y aunque teníamos influencias de Blues, Rock o de Rhythm and Blues, quitando las primeras cosas de Gabinete, lo demás era Pop. Cuidábamos mucho las letras y contábamos cosas que estaban dentro de esa película, pero nunca me llegué a sentir rockero. Ni siquiera en un escenario porque los escenarios de España son poco rockeros. Te subes a tocar en un campo de fútbol y ves que la gente no conecta. Ya sabes; un señor con boina, una señora con bata, un niño durmiendo… España es un país poco rockero. Pero ahora, lo de ir a un club a tocar canciones que me gustan, sí hacen que me sienta rockero de verdad. Llena una parcela importante de mi vida.
Texto: Carlos H. Vázquez.