Gauntlet lleva más de una década en activo y aún sigue habiendo cambios en la formación. El último, la entrada de Juan Carlos por Santi García en el puesto de bajista. ¿Hasta qué punto ha condicionado esto vuestra trayectoria? ¿Por qué abandona un componente del grupo después de un álbum tan brillante como What Doesn’t Kill Us?
Dani (guitarra y coros): Pues la ha condicionado bastante, porque hasta el año 2005 no tuvimos una formación estable… Es por eso que aunque llevemos más de diez años, digamos que de carrera musical “profesional” solo son cinco. Pero bueno, todos esos años también nos han dado una experiencia y un bagaje que de otra forma no tendríamos; estamos ya acostumbrados a las piedras en el camino y a las dificultades de todo tipo.
Con respecto a lo de Santi, pues mira, al menos le honra que dejase el grupo en un momento álgido y no cuando las cosas van mal como pasó en otros casos de gente que mejor ni recordar… También es cierto que era el momento de máxima carga de trabajo, hasta ese momento, porque ahora es aún más. Pero bueno, fue una decisión personal suya y no hubo malos rollos, de hecho sigue siendo un gran amigo nuestro y nos vemos siempre que podemos.
¿Cómo fue el proceso de selección del nuevo bajista?, ¿qué decantó la decisión hacia la elección de Juan Carlos?
Miguel (Guitarra y voz principal): Sus ganas de involucrarse, su técnica, su afable carácter y su nariz. Para ser de la “G” hay que tener “narices”… jejeje.
Dani: Fue un tío que entendió desde el principio lo que es estar en una banda con el nivel de exigencia de Gauntlet. Exigencia en todos los sentidos, no sólo encima de un escenario, sino el curro diario que supone en tu casa con deberes musicales y “extramusicales”. La respuesta de Litos está siendo sensacional. Además se lo está pasando de puta madre con nosotros el cabrón, está viviendo una segunda juventud de rockstar, jajaja.
Dani: Pues que yo recuerde, negativa no hay ninguna. Las ponemos todas en nuestra web. Digamos que hay cierta unanimidad y que no suele bajar del notable alto y son unas cuantas las que llevamos, así que muy contentos en ese sentido. Lo mejor que nos pueden decir es que sonamos a banda internacional, que era nuestro principal objetivo, y que tenemos un sonido propio ya, que creo que es algo a lo que todos los grupos deberían aspirar, y no ser deudores de sus ídolos, porque para eso ya tienes a los originales.
¿Puedes explicar el concepto que queréis transmitir con la portada?, ¿de dónde surgió la idea para ese diseño cargado de misterio? y… ¿la intro inicial que da título al disco está relacionada?
Miguel: La idea era tener una portada impactante a la par que original. Iba yo dándole vueltas al tema un día en el bus, camino al estudio, haciendo diferentes bocetos en mi libreta y… después de dibujar unos cuanto me vino a la cabeza lo del depósito de cadáveres y me dije “¡¡Eurekaaaaaarl!! A estos les va a encantar…” y así fue. Una portada muy heavy, pero sin “muñecos”: ni calaveras, ni demonios, ni figuras humanas…nada. Sólo un sudario manchado de sangre seca. Sería todo lo contrario al “Horror Vacui”. Y nos quedó así de bien gracias al trabajo de Jorge Benedito y Jesh Martínez, nuestros artistas gráficos.
El concepto está claro: Es Gauntlet quien ha escapado de la morgue. Nadie puede darnos por muertos ya que, por muchas que sean las dificultades por las que hemos pasado, jamás nos hemos rendido y jamás lo haremos. Nietzsche tenía razón: Lo que no nos mata… nos hace más fuertes. Y lo estamos comprobando. Lógicamente la intro quiere reflejar todo este concepto. Ese terror claustrofóbico, la respiración entrecortada, la lucha interna por salir adelante y, finalmente, conseguimos romper el cerrojo, abrir la puerta y a saco con ese “peazo” riff de apertura.
Si tuvieras que asociar vuestra música con alguna banda en concreto, ¿a quién mencionarías? Inner Enemy, por ejemplo, es una canción que me suena a Megadeth, aunque hay ciertas cosillas por ahí que recuerdan a Pantera.
Miguel: Sin ninguna duda, estas dos que mencionas. Imposible citar una sola banda. Metallica, Machine Head, Testament, Anthrax… pero también Alice In Chains, Mötley Crüe, Black Label Society, Sepultura, Judas Priest o Thin Lizzy. Tenemos muchas influencias y muy diversas, tratamos de integrarlas todas y según nos dice todo el mundo, hemos conseguido un sonido propio. Sonamos a todos y a ninguno. Sonamos como… eeeeeh… ¡Gauntlet!
El disco fue remezclado por Mika Jussila en los estudios Finnvox de Filandia, ¿qué tal la experiencia, llegasteis a tener contacto personal con él?
Dani: Bueno, te corrijo un poco, Mika hizo la masterización. La mezcla la hicieron en los estudios New Life. Nosotros no tuvimos contacto con él, pero si los productores. Tengo que aclarar que nuestra masterización la hizo él personalmente, que es un proceso más laborioso y caro de lo que es la masterización en Finnvox, digamos “standard”. Su trabajo fue la guinda al excelente trabajo en los New Life.
Después de un álbum tan impresionante, ¿cómo se presenta vuestro futuro? ¿Creéis que puede abriros camino fuera de nuestras fronteras? ¿Habéis tenido algún tipo de contacto?
Dani: Llevamos ya muchos meses detrás de ello y es uno de nuestros objetivos a corto plazo. La gira ya lleva más de 30 conciertos, y nuestra intención es dar el salto. Pero esto hay que hacerlo con cabeza y mirando bien las condiciones. Desde luego nuestra música pensamos que tiene más salida fuera de nuestras fronteras, aunque nos pese. Las bandas de metal que cantan en inglés están directamente “censuradas” en algunos sitios de nuestro país, algo lamentable.
Evidentemente, para los grupos españoles, definirse por cantar en castellano o en inglés, puede marcar su destino. Si es en castellano, puedes tener más acogida aquí, pero te limitas internacionalmente. En cambio, el inglés permite una mayor proyección internacional pero puede frenar la trayectoria nacional. ¿Cuál es vuestro punto de vista?
Miguel: Seguir la máxima “haz lo que sientas”. Nosotros hemos cantado siempre en inglés porque hemos mamado música en inglés. No nos hemos planteado lo de triunfar más aquí o fuera. No es algo que hayamos hecho de forma premeditada, sino de forma natural. Eso no quiere decir que no nos gusten grupos que canten en español, alemán, japonés o euskera.
¿Cómo veis la actualidad del rock estatal. En qué se ha mejorado y por dónde seguimos estancados?
Dani: Lo que te comentaba antes. No hay apertura a grupos nuevos y si cantas en inglés ya entras con calzador… Mira los festivales estatales. Es un ejemplo de inmovilismo brutal. Luego está el tema del público. En algunas ciudades, como Madrid, hay tanta oferta que hasta bandas grandes se están dando batacazos. Por otro lado están los que ponen la excusa de que son muy caros los conciertos o los CD’s… Aunque luego los ves en los bares dejándose la pasta… No hay cultura de rock en directo en España, y así, pues lo llevamos claro.
Detrás de ese sonido tan profesional que habéis logrado, de esos solos imaginativos y ritmos desequilibrantes, supongo que habrá horas y horas de trabajo. ¿Cuánto esfuerzo se requiere hasta alcanzar ese nivel?
Miguel: Muchas gracias por el cumplido. Efectivamente, hay muchas horas de trabajo detrás, muchos momentos de frustración, donde te dan ganas de destrozar la guitarra contra el suelo o romper en mil cachos el papel en el que estás escribiendo las letras… pero, es una sensación maravillosa cuando cierras un tema o terminas de componer un solo al que has estado semanas dando vueltas y no te convencía, hasta que un día, de tanto empujar la inspiración, encuentras la forma de encajarlo perfectamente en la canción… al igual que pasa con una letra que se te resiste. Al cabo del tiempo, cuando lo escuchas todo mezclado en el estudio, es cuando recuerdas por qué estás metido hasta el cuello en esto. Eso es la hostia.
Una de las cosas que me gusta del disco es que la voz, sin perder protagonismo, permanece en un segundo plano a favor de una mayor fluidez instrumental. ¿Es así como querías que sonara?
Miguel: Efectivamente. Considero la voz como un instrumento más, por eso convencí a los productores de colocarla bien arropada por todos los instrumentos. Para nosotros tan importante es el riff como la línea melódica marcada por la voz.
En mi opinión… Makes Us Stronger, define de excelente manera el sonido de Gauntlet y, por otra parte, Winners Race tiene uno de los mejores riffs que he escuchado en los últimos tiempos procedente de una banda española de metal. ¿Qué me puedes comentar acerca de estas composiciones? ¿Alguna otra que quisieras destacar por un motivo especial?
Miguel: Toooootalmente de acuerdo contigo. El “Winners” es un temazo que nos dejó Santi, el anterior bajista, antes de pirarse. Con lo cual el riff principal está construido sobre su línea de bajo, que es vacilona que te cagas. Es uno de mis favoritos. Y el “Makes Us” otro trallazo que, como bien dices, refleja fielmente nuestro sonido: agresividad, groove y melodía. Por citar una de las “mías” el “In The Name Of ( )” me mola mucho. Esa línea de bajo (marca registrada de Santi, otra vez) que entra junto con la batería y el rollo hardrockero que le dan los golpes de cencerro y luego esas “guitarrazas” que rinden tributo a Zakk… buah! cada vez que escucho el comienzo de ese tema -está feo decirlo- pero lo flipo.
¿Con qué argumentos incentivarías a la gente para que acudiese a veros en directo?
Miguel: Sortearemos una muñeca hinchable. Y pitos de esos de colorines y formas imposibles para ellas…
¿Alguna reflexión final que desees transmitir a nuestros lectores?
Miguel: El alcohol no soluciona los problemas… pero la leche tampoco (he de reconocer que la cita no es mía…) Aunque si a esta última le echas proteínas en polvo, te pones cachas (término “antañil” donde los haya). Siempre que vayas al gimnasio, claro. ¿Os acordáis de la portada del primer disco de Kane Roberts…? Mola, eeeeeh?
ENTREVISTA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
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