Da gusto, de verdad, dar con unos muchachuelos que tiran por el camino de la buena música dejándose de tonterías para trabajar en sus canciones, como objetivo en la vida. The Baked Beans In Tomato Sauce Brothers son de Madrid y atesoran un Folk-Rock más que brillante. Después del EP titulado “Vinegar works”, el conjunto madrileño se ha decidido a editar su primer largo. Y así ha sido. En este presente año, la luz ha clavado su destello en “In a stew” enseñando al mundo una grandiosa colección de canciones (muy bien producidas, por cierto) que serán la reverencia a los clásicos. Moisés (voces y guitarra), Rafa (voz y guitarra), Lete (batería) y Rodrigo (bajo) acaban de salir de la cazuela. Por cierto, el próximo 20 de Octubre tocarán en la Universidad Carlos III (Leganés) dentro de la presentación del nuevo EP de Arizona Baby. Todo esto y mucho más, se lo contaron a Carlos H. Vázquez.
Bueno, caballeros. Me pregunto qué estudiarán ustedes para que empiecen a tirar por la rama de la farándula para dar el disgusto a la familia.
MOISÉS: Periodismo, trabajo en un medio escrito.
LETE: Creo que soy el único que no estudia nada homologado por nuestro querido Estado, pero sí, este camino trae por el camino de la amargura a la familia. Aunque, realmente, adoran que hagamos esto.
RODRI: Todos hacemos otras cosas aparte de la música, pero en el fondo es esto lo que nos enamora.
Si no me equivoco, esto empieza casi a últimos del 2009 con Rafa y Moisés haciendo dúo acústico. A pesar de que Rodri y Lete no habían entrado todavía, ¿esa formación primeriza iba a ser la idea principal?
RAFA: Seguramente no. Moisés y yo siempre hemos tocado juntos en grupos de versiones, creo que llegó un momento en el que pensamos que podíamos hacer nuestros propios temas, y antes de hacerlos con una banda había que comprobar si la idea era factible entre nosotros dos. Y así fue.
MOISÉS: Fue la idea principal hasta que entraron Lete y Rodrigo, luego la idea principal fue un cuarteto.
¿Y cómo os conocisteis?
MOISÉS: Rafa y yo con 5 años en el colegio y el resto poco a poco.
RAFA: En el cole. Moisés me tiró una pera a la nariz y desde entonces fuimos inseparables. Yo conocí a Lete en otro grupo, y Lete conocía a Rodri de… algo.
LETE: Rafa y yo compartíamos banda antes del nacimiento eléctrico de The Baked Beans. De su mano conocí Moisés. Y Rodrigo es y será mi escudero oficial. (Espero que yo también el suyo).
RODRI: Sí, conozco a Lete desde hace tiempo y gracias a él tuve la inmensa suerte de entrar a formar parte de esta familia. La verdad es que él y yo somos casi pareja de hecho (risas).
¿Rodri y Lete tuvieron que hacer algún tipo de prueba para ingresar en la banda (repitiendo la mítica del Rock and Roll)?
LETE: Si se tiene intención de hacer una gran banda, con unas aspiraciones, los miembros tienen que estar ahí como si ellos mismos hubieran elegido pertenecer a esta familia. Es una opinión personal. No me gustan las pruebas.
RAFA: Tuvieron que bailar la danza de la judía, un mero trámite.
MOISÉS: A Rodrigo, que no era judío, lo tuvieron que circuncidar (risas).
Oye, pero fue fructífero el primer ensayo al sacar cuatro o cinco temas nuevos en muy pocas horas.
LETE: Eso pasó hace bastante poco, después de unas semanas de relax. Pero desde el principio nos entendimos muy bien.
RODRI: No fue el primer ensayo, fue el primero después de volver de las últimas vacaciones. Y se ve que lo cogimos con ganas porque fue de los mejores.
RAFA: Recuerdo el primer ensayo del grupo. Al escuchar el cambio de las canciones acústicas con bajo y batería, supe que esto iba a funcionar.
MOISÉS: Los ensayos siempre son fructíferos, trabajamos realmente bien juntos, estamos muy compenetrados.
Pero esperaros, no puedo dejarme el nombre, el cuál proviene de la famosa marca de judías. Me consta que la historia empezó por la dieta Montignac…
RAFA: Efectivamente. La dieta se impuso en casa, y un día abrí un armario y allí estaban. El grupo aún no tenía nombre y fue como una aparición mariana.
Nombre que, sin embargo, algo tiene que ver con el título de vuestro LP, “In a stew”. La traducción literal sería algo así como “en un estofado” o “en la cazuela”, aunque tiene otro significado, que es “en problemas”. ¿Un doble sentido premeditado o ha sido una serendipia (cúmulo de casualidades)?
MOISÉS: Totalmente planeado, “to be in a stew” significa estar en apuros, pero stew en inglés es estofado, somos un grupo con nombre de legumbre que además, intenta hacerse un nombre en esto, que es tremendamente complicado.
RAFA: De serendipia nada, nos costó mucho decidirnos para el título del disco, y ese estaba en la reserva desde hacía tiempo.
LETE: Creo que si alguna discusión seria hemos tenido en esta banda ha sido por culpa de la dichosa portada con su no menos dichoso título. Como casi salimos a palos, lo mejor era resignarse, y saber que de momento no habíamos salido de nuestra cazuela.
RODRI:La verdad es que fue difícil encontrarle un nombre al disco, pero al final todos quedamos muy contentos.
Aunque bajo mi punto de vista, creo que el sentido estaría más relacionado con “pasarlas putas”, más que otra cosa.
MOISÉS: Que va, hombre, lo pasamos genial.
RAFA: Es complicado abrirse hueco, pero como banda no nos ha ido nada mal, aunque aún sigamos en la cazuela.
RODRI: Lo cierto es que no esta nada fácil el mundo de la música, pero yo creo que tampoco las pasamos putas. Yo soy feliz con lo que hago y eso es lo más importante.
LETE: En el clavo para mí.
La verdad es que cabría preguntarse si os tomáis esto como un hobby o pasatiempo o como algo en serio.
RAFA: Lo que empezó siendo un hobby se ha convertido en un asunto muy importante en nuestras vidas, no somos serios en casi nada, pero The Baked Beans ocupa un lugar fundamental en nuestros corazones, en el mío al menos.
MOISÉS: Yo creo que visto el trabajo realizado, nadie puede decir que estoy es un mero hobby. Tenemos esperanzas puestas en esto, de lo contrario, quedaríamos, tomaríamos unas cervezas e iríamos a casa, no grabaríamos un disco. No creo en eso de “es un hobby”, todos seríamos más felices si, siempre que las circunstancias lo permitan, intentáramos conciliar hobbys y trabajo hasta que fueran la misma cosa.
LETE: Estoy seguro que para todos, esta banda, es algo que está en un nivel muy muy alto de relevancia.
RODRI: De hobby nada, para mí esto es lo más serio.
Y bueno, ya sabéis que si las expectativas son altas, más grande puede ser la hostia si falla el proyecto.
LETE: Tenemos unas expectativas muy altas en este proyecto. Creemos que es un buen material, con una calidad que salta a la vista en estudio y directo. Y lo mejor, es que a pesar de ser una banda muy joven, nos hemos saltado el paso de frustrarnos rápidamente si la cosa no va como deseamos. Esto es mucho mucho curro.
RODRI: Las expectativas son las más altas, pero tenemos los pies en la tierra y sabemos que está difícil, pero poco a poco esperamos cumplirlas.
MOISÉS: O mejor puede ser el sabor de boca por haber hecho todo lo que se ha podido, las expectativas no crecen solas, es estúpido, a más trabajo y dedicación, mejor producto, y una vez tienes algo a la altura de lo que esperas es el momento de crear expectativas
RAFA: Es difícil que falle el proyecto, ya que básicamente consiste en cuatro amigos haciendo música.
De hecho, vuestro disco se regala en la web de la banda, pero también se puede comprar. Desde luego, es más conveniente que os escuchen (aún siendo gratis), aunque unas perras siempre son bienvenidas, ¿verdad?
RAFA: Vendemos el disco para intentar sufragar el coste de la producción del mismo. Pero no podemos ponerle precio a que la gente escuche nuestra música.
RODRI: Estoy con Rafa, somos conscientes de que ahora mismo no tiene sentido no poner en descarga nuestro disco, aunque tengamos copias físicas para quien las quiera. Para financiarnos usamos vías alternativas como tocar en la calle.
MOISÉS: Lo importante es que nos conozcan y escuchen
Pasemos de hablar del show-business para centrarnos en la música (sonido). Algo que pudo ser una especie de Simon & Garfunkel termina siendo una bonita historia a lo Creedence Clearwater Revival.
MOISÉS: Muy a grosso modo, sí.
LETE: Yo les vi en el único concierto que dieron en acústico, y pensé que necesitaban ese punto de banda. Para mi el grupo se enriqueció metiendo más instrumentación y experiencia.
RAFA: Ojalá fuera Garfunkel. Qué alto, y qué pelazo.
Que por cierto, muy bien estructurada ‘Surrealistic kind of love’. Uno espera encontrarse algo más “árido” (de hecho, esta y ‘Easy go, easy come’) tiene mucho de la Creedence o Cream, pero coqueteando con los juegos vocales de Grand Funk Railroad, The Beach Boys y The Beatles. Se notan las influencias, pero no son evidentes. Eso es importante.
RAFA: Es importante. Todo proceso de creación se basa en influencias, nosotros intentamos ser originales y crear nuestro propio estilo.
MOISÉS: Todos los grupos de la historia han tenido influencias, es un error esconderlas pero también lo es quedarse anclado sin intentar reinventar
RODRI: Tirar de tus influencias a la hora de componer es inevitable, pero a partir de ahí tratamos de imprimir nuestro propio estilo.
También hay mucho reflejo británico entre The Beatles (como antes he dicho) y David Bowie (‘Everybody’s lover’), ¡pero hay qué ver cuando os da por el sonido correcaminos! ‘Sweet lady of my heart’ ya deja entrever que habrá con la jaw harp.
RAFA: Es cierto, tenemos un amplio y colorido abanico de canciones
RODRI: Por eso no creo que se nos pueda encasillar en un único estilo de música. No somos solo country o solo blues. Somos eso y mucho más. Simplemente tocamos la música que nos gusta.
MOISÉS: Obviamente todos crecimos con la música inglesa y es normal que influya. Sin embargo, discrepo en lo de David Bowie, nunca ha sido uno de mis grandes referentes.
Pero aquí el protagonista está siendo el teclado, especialmente en ‘I offered her my rose’. ¡Y con voces femeninas que también se repiten en ‘Sweet lady of my heart’!
MOISÉS: Las voces femeninas aportan colorido, feminidad y agudos. Era eso o castrar a alguien…
RAFA: Son detalles que enriquecen el disco
Siendo franco, ‘A lie in your head’ y ‘D woman’ resumen perfectamente la esencia principal del grupo desde su comienzo hasta ahora. Hay mucho de dúo acústico y arreglos cojonudos de banda. No me digáis que estas fueron de las primeras en salir…
LETE: Pues efectivamente, fueron de la primera tirada de temas.
MOISÉS: Gracias, sí. Son de 2008-2009 aun estábamos Rafa y yo cuando se compusieron, pero el resultado final es el fruto del trabajo de todos.
RAFA: De las primeras, sí. A ‘A lie in your head’ le guardo un cariño especial.
Otra de las primerizas, seguro, tuvo que ser ‘In search of the holy bean’. Primero por lo currada que está (sin desmerecer a las demás canciones), y segundo por el título y la referencia a la judía.
RAFA: ‘In search of the holy bean’ no fue de las primeras, más bien de las últimas en salir del horno. Un día estaba en la biblioteca, la canción vino a mí, volví rápido a casa y quedó hecha en menos de lo que dura un bostezo. Cuando grabamos el disco fue la última en acabarse.
LETE: Esta canción en realidad es más o menos reciente. A mí es el tema que más me sorprendió de todos. Es un tema de doble filo, ya que a ver quien es el listo que paga al cuarteto de viento para el directo.
MOISÉS: En realidad no, simplemente es que es una canción muy versátil y camaleónica.
RODRI: Para mí es la que mejor ha quedado del disco. Aunque estoy con Lete en que defenderla tal cual en directo es imposible. Por eso en los bolos la tocamos distinta a la del disco, sin que desmerezca ni un ápice.
He “acertado”. Lo curioso es que los teclados, generalmente, son de Klaus Mechanik en todo el disco, salvo en ‘I offered her my rose’, pues es Antonio Sánchez el encargado de tal menester. Incluso hay otras canciones en los que no están todos los “oficiales”, por así decirlo. ¿A qué fue debido esto?
LETE: Este disco ha sido un cúmulo de luchas, ahorros y peripecias. Hemos necesitado el apoyo de mucha gente, especialmente de Klaus Mechanik. También somos de la filosofía de coger gente cercana, que esto sea una pequeña gran familia.
RAFA: Antoñito es uno de los nuestros; aunque no forme parte de la banda siempre que se lo pedimos ahí están sus teclas. Klaus nos ayuda también con muchas ideas.
MOISÉS: Falta de espacio en el libreto, en la web están todos.
Por ejemplo, el bajo se lo reparten entre Rodrigo y David A. Noisel. Algo en lo que también he reparado.
LETE: David fue el primer bajista que hubo en esta banda. Por motivos ajenos a la banda, tuvo que marcharse, con “Vinegar works” (nuestro Primer EP) ya debajo del sobaco. “In a stew” es aquel EP con otros 7 u 8 cortes más.
RODRI: Sí, yo entré en la banda en mitad de la grabación del disco. De ahí la dualidad bajística.
No sé si esto que voy a decir es una crítica, pero al ser los “Tomato Sauce Brothers”, habría sido interesante imitar la fórmula de Dylan, Petty, Harrison, Orbison y Lynne con The Traveling Wilburis utilizando pseudónimos con un apellido común.
RODRI: (Risas) No estaría mal. Lo tendremos en cuenta.
MOISÉS: Lo pensaremos, nos encantan los Traveling Wilburys.
RAFA: No es mala idea. Yo podría ser Ruffus Tomato.
¿Compagináis esta banda con otras más? Es evidente que sí, pero me pregunto también si cada proyecto es un colchón o una fuerte promesa de cara al futuro.
LETE: Tengo la suerte de tocar en otras maravillosas bandas (Idealipsticks, Mechanik, The Bleach…). Pero esta es la banda que cree con mis “3 colegas del barrio”
RODRI: Yo también tengo la suerte de formar parte de otras bandas como Pepper & the Stringalings, que junto con esta son las que me dan la vida.
RAFA: Yo no soy capaz ya de tocar en otra banda desde hace tiempo. Tampoco lo he buscado, pero Los Baked me dan todo lo que necesito, y es precisa una reciprocidad total.
MOISÉS: Cada proyecto tiene sus cosas y sus roles. Pero en este estamos todos al 100%.
Texto: Carlos H. Vázquez