“Cuando el mundo vuelva a abrir el cajón de sus locuras
y el deseo como siempre te apuñale por la espalda
volveré a darte los besos que dejaste tan a oscuras
esperando tu regreso por soñar bajo tu falda.
Porque en la casa de citas de este corazón hambriento
tus besos son la limosna que mis labios atesoran
si vuelves para marcharte cada vez que cambie el viento
prefiero sufrir contigo a estar solo… como ahora”.
Amado STORNI
Se preguntarán por qué he querido empezar con un poema la entrevista con Olga Román, una entrevista que empezó como tal pero que acabó en una amena y distendida conversación. Mi admiración y sus palabras hicieron el resto. Lean y sabrán por qué.
Hablemos de tu nuevo disco, “Seguir Caminando”. Cuánto tiempo te llevó grabarlo, dónde lo grabaste, quién o quienes lo han producido, cuántas canciones llevaste al estudio y cuántas descartaste, cuánto tiempo duró la grabación, …
Se hizo una primera preproducción y de ella quedaron dos canciones casi intactas: “Seguir Caminando” y “Desde Entonces“. El resto de las canciones las grabamos en directo en el estudio. Luego necesitamos tres días para grabar las bases y unas semanas para los “reccordings” a finales del mes de Julio. El disco lo mezclamos en el mes de Septiembre. Descartamos y depuramos canciones antes de ir al estudio.
¿Por qué un título tan sugerente como “Seguir Caminando” para un disco que en un principio iba a titularse “Del Amor Y Otras Dudas”?
¡Qué informado estás! (Risas). “Del Amor Y Otras Dudas“, fue un título que surgió porque hay muchas canciones de amor y dudas. Un título más introspectivo. Pero “Seguir Caminando“es más potente, más abierto.
¿Y seguir caminando hacia dónde, Olga?
Siempre hacia adelante. En los momentos de dudas siempre hay que salir caminando.
¿Todos los temas son de tu autoría?
Las letras son de Juan Uría y las músicas mías. Hay dos estrofas mías en las canciones “Qué Si, Que No” y “No Me Digas Cómo“. La canción “Wake Up” es mía tanto en la música como en la letra.
Incluso has contado con las colaboraciones de Joaquín Sabina en el tema “Margarita” y de Pablo Milanés. ¿Alguna colaboración más?
Como instrumentistas están Andreas Prittwitz, Bob Sands y Norman Hogue, que han tocado vientos y María Valverde que ha hecho coros. Los demás somos los habituales de los directos.
No hay nada como que alguien cante tus canciones, ¿no?
Es la bomba. En el segundo disco que colaboraron Carmen París y Jorge Drexler, era la primera vez que escuchaba una canción mía cantada por otro. De “Me Asomo” han hecho dos versiones en Argentina: Juan Carlos Bagliatto y un quinteto vocal, el Quinteto Santa Fé. Enriquece mucho, además de ser un “subidón” de ego, ya que enfocan las canciones de otra manera.
¿Y tu hija canta las tuyas?
“Margarita“. La única vez que vino al estudio estábamos grabando los coros de la canción. Al cabo de unos días la vi jugando mientras la cantaba.
De ella es la voz que abre la canción “Un Par De Cosas Que Hacer”.
Si. Todo el mundo me decía que la pusiera en algún sitio. Un día encontré en internet la canción infantil que canta al principio de “Un Par De Cosas Que Hacer“. Queda muy bien porque es una canción que habla de salir de la rutina. Un recuerdo sentimental.
Hasta la fecha tienes tres discos publicados. ¿Qué tiene “Seguir Caminando” que no tengan sus dos antecesores?
Le hace diferente haberlo grabado en directo. Cantar así es más estimulante. Tiene algunas canciones más desenfadadas, con toques de humor y menos intensas.
¿Añadirías o quitarías algo ahora que está grabado?
Nada. Todavía nada (Risas). Me lleva mucho tiempo hacer los discos y paso por distintas cribas. Me siento muy orgullosa de mis tres discos y no les quitaría nada a ninguno de los tres. Me he quedado con las ganas de tener orquesta de cuerdas. Eso será para el siguiente disco. Ya ves que estoy ahorrando (Risas).
¿Dónde podremos ver la próxima vez en directo a Olga Román?
Ahora mismo estamos cerrando cosas pero todavía no tenemos ninguna fecha cerrada. Sé que vamos a ir a Barcelona, a Cantabria, a Murcia, a Galicia, a Menorca… Para cerrar una contratación tienes que tener algo que presentar. El disco se ha retrasado mucho por causas ajenas a mi voluntad (Risas).
¿Y qué crees que se pierde y se gana al dejar de ser la segunda voz de Joaquín Sabina? ¿Se hace el mundo más pequeño, más íntimo?
Se pierde viajar…. Me he divertido mucho, mucho, con Joaquín. Todo es muy fácil. Solo tienes que preocuparte de la hora que tienes que salir, de la hora que tienes que llegar, y punto. Cuando te ocupas de tus propias cosas todo es más complejo. Eres tu quien se encarga de tirar del carro… No sé lo que se gana. Son dos mundos distintos. Mi faceta con Joaquín terminó de alguna manera; un ciclo que se cerró y ahora estoy en otro lugar.
¿Tiene Olga Román un público propio? ¿Cómo es el público de Olga Román?
Si; en general es un público muy respetuoso y cariñoso. Respetuoso con la música y respetuoso conmigo.
Tú que ha estado ocho años en Estados Unidos, ¿qué diferencias encuentras entre el panorama musical americano y el de nuestro país?
Hace tantos años que no voy por allí… En Estados Unidos lo que hay son distintos niveles de trabajo. Hay más circuitos… La música está más incorporada a la educación. La gente estudia música. En ese sentido hay una diferencia brutal. Aquí hay muy pocos músicos, muy pocos cantantes con preparación musical, aunque a muchos no les haga ninguna falta. Es la norma cuando debería ser la excepción.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta del mundo de la música?
Me gusta mucho componer, me gusta mucho el directo y también el estudio. Me encanta hacer de coros y voces para otra gente. Lo que menos me gusta es el “mamoneo” de la industria… de algunas personas que pertenecen a la industria. A veces hay un trato distante y poco claro. Supongo que pasará en todos los trabajos.
¿Qué piensas acerca de la situación actual de la industria de la música? ¿Cómo ves el futuro de la música?
Creo que en algún momento las cosas se tendrán que recolocar, lo que no sé es cuándo ni cómo. Una de las cosas más difícil de recuperar será el prestigio de la música, sobre todo del disco. La gente se ha acostumbrado a escuchar la música gratis. A raíz de todo esto se invierte menos en las producciones de los discos, se selecciona menos el material de los discos. A la gente le cuesta muchísimo pagar por un disco. El proceso de crear un disco conlleva músicos, estudios, diseño gráfico…, con costes mucho mayores que los de publicar un libro. La gente de donde gana dinero es de los conciertos.
Pero ahora con internet cualquiera puede grabar y hacer llegar su disco.
Sí, pero ¿cómo se entera la gente de que tengo un disco? Las campañas de publicidad han sido el plato fuerte de las discográficas. Podemos llegar a mucha gente pero el bombardeo es tan elevado… ¿Cómo escucha la gente tu música? Lo que está complicado es ser visible.
¿No tienes la sensación de que en este país siempre estás empezando y siempre tienes que demostrar tu valía?
No tengo la sensación de estar empezando siempre desde cero. Yo siempre trato de superarme a mí misma, de aportar algo. Nada es suficiente (Risas). Es importante tratar de aportar algo nuevo cada vez que sacas un nuevo trabajo.
¿Qué consejo darías a los grupos que están empezando en el mundo de la música?
Que traten de encontrar su propia voz, su propia música huyendo de sonar como… Se ha globalizado la manera de cantar y da mucho gusto cuando escuchas una voz diferente. Y a nivel de composición igual, tienen que encontrar su propia forma de expresarse. Cuando eres más joven intentas componer como otros, que es la manera de aprender porque todos aprendemos por imitación.
Aunque esos productos son los que venden.
Eso es lo que ocurre. Aunque creo que eso es un error. Las discográficas tienen un papel muy difícil y una presión muy grande para vender. Las discográficas se equivocan en ese sentido y a veces les funciona. La gente acaba comprando y escuchando lo que te han machacado más. Es una pena que la gente de las discográficas no dedique su tiempo a descubrir a los grupos.
Ni aportas nada ni educas el oído.
Exactamente. Aunque la función de las discográficas no es la de educar.
¿Quieres añadir algo más?
Que podéis escuchar y comprar el disco en la página web. Que el diseño gráfico es precioso y que pronto estaremos haciendo conciertos por la geografía española y por América.
Olga, muchísimas gracias por tu tiempo.
Gracias a vosotros.
En un mundo tan materialista y distante como el que nos ha tocado vivir, un mundo en el que el amor propio se confunde con la soberbia y el orgullo, la vida a veces te sonríe (con su dentadura postiza) y te brinda la oportunidad de hablar (no llegó a la hora) con personas que como Olga Román acarician las palabras, con personas que como Olga Román consiguen con su delicado buen gusto que la Soledad siempre esté sola. De ahí el poema, metáfora sangrante de la mayor de las soledades: la de la ausencia. Olga, me encantaría poder continuar esta entrevista que empezó como tal y que acabó siendo una amena y distendida conversación cuando tu tiempo y tus ocupaciones te lo permitan. Invito yo.