Entrevista Zahara — Un premio está bien, pero no cambia la vida

 

 

Hablar con Zahara despeja cualquier duda acerca de su música y de sus canciones: dulce, sincera y sobre todo  dispuesta, cualidades que la hacen, si cabe, mejor artista y mejor persona. En los pasados Premios de la Música me quedé con ganas de saludarla y hablar con ella. Pero esta vez pude hacerlo a través de internet. Como no. Un nuevo medio que la jienense, adapándose y mimetizándose a la perfección con los tiempos modernos, domina a su antojo. Esto es lo que a través de la red le contó a un servidor en una entrevista que cuando la lean no les dejará indiferentes.

AMADO STORNI: A pesar de tu juventud llevas casi media vida componiendo canciones. ¿Recuerdas tus primeros pasos en la música, tu primera canción, tu primer concierto?

ZAHARA: Por supuesto, mI primera canción se titulaba “Una Palabra” y la compuse sobre un estudio de Fernando Sor cuando tenía 12 años. A partir de ahí sin parar. El primer concierto fue en el 50 aniversario de la proclamación de los derechos humanos. Recuerdo subir al escenario y decir: “Hola soy Zahara y este es mi primer concierto“.

A. S.: ¿Quiénes han influenciado musicalmente en Zahara?

Z: Muchísimas bandas, consciente o inconscientemente, quedan ahí. Lo más reciente Band Of Horses, Tulsa, Love Of Lesbian, The New Raemon, Death Cab For Cutie o Low.

A. S.: Hasta la fecha tienes dos discos en el mercado, “Día 913”, 2005 y “La Fabulosa Historia De …”, 2009. ¿Qué crees que define a cada uno y qué crees que los hace diferentes?

Z: “Día 913” es un disco acústico y ecléctico, de búsqueda y evolución. “La Fabulosa Historia De…” responde a un momento optimista, más concreto y enfocado con el que he aprendido lo que quiero y lo que no, musicalmente hablando.

A. S.: ¿Las buenas producciones hacen buenos discos? Porque tu has tenido dos buenos productores como son Carlos Jean y Ricky Falkner.

Z: Es una suerte sin duda contar con personas maravillosas para trabajar. Ambos son enormes, grandes músicos y personas. Me encantan y me encanta lo que han hecho con las canciones.

A. S.: ¿De qué hablan tus canciones?

Z: De la pena, el amor, la confianza, la familia, la lucha, el animal, la soledad. Hablan de relaciones, de buscar ahí, donde nos duele, donde queremos estar y estamos.

A. S.: ¿Cómo definirías tu música?

Z: Me encanta que haya un adjetivo como Pop, y creo que es lo que hago, en el sentido más literal de la expresión. Hago música popular que habla de sentimientos y melodías que podrías tararear. Hay lugares oscuros pero trato de salir de ellos con luz. Tal vez es la mejor manera de decirlo.

A. S.: ¿Sigues presentando “La Fabulosa Historia De …”?

Z: Todavía nos quedan conciertos. Todas las fechas están en myspace donde las actualizo personalmente así que se podrá ir viendo lo que vaya surgiendo.

A. S.: ¿Y cuál es tu próximo proyecto?

Z: Quiero sacar algunos temas nuevos que estoy componiendo. El video de “Funeral” y preparar mi siguiente disco. Estoy deseando centrarme en él y sacar lo nuevo que estoy haciendo.

A. S.: ¿Crees que es una nueva fórmula de la industria sacar a la luz a cantautoras como tu o como Lourdes Hernández de Russian Red, Anni B. Sweet, o Alondra Bentley, entre otras?

Z: En absoluto. Creo que no paran de salir grupos liderados por chicos, al igual que por chicas. El número de mújeres en el pop siempre ha sido menor y cuando se mencionan resaltan más por eso. Es una cuestión de estadística. Ni creo que sea el tiempo de las chicas, ni creo en las fórmulas, más bien parece un tema recurrente, como podría haber sido otro.

A. S.: Imagino que te lloverán las ofertas después de que la Academia de la Música te concediera el premio como Mejor Autor Revelación por tu canción “Merezco“. ¿Qué aporta un premio como este, además de trabajo?

Z: Aporta una reflexión, eso siempre es bueno. Te coloca en un sitio privilegiado unos días, pero es fácil volver a la realidad. Un premio está bien pero no cambia la vida. Es bonito que se fijen en ti y que te valoren pero tampoco hay que tomárselo demasiado en serio.

A. S.: Aunque tu trampolín fue la vuelta ciclista a España de 2009.

Z: No especialmente. Fue una ayuda, por supuesto, pero yo creo que mi público y la gente que me sigue está en internet, más que en la televisión pendientes de un deporte. Creo que ayudó y que fue bueno, por supuesto, pero no determinante.

A. S.:¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta del mundo de la música?

Z: Lo que más, obviamente, la música. Comunicarte así es un privilegio y espero estar en él mucho tiempo. Y de la música me gusta todo. Lo que no me gusta tanto es el mundo en sí, el sistema, la industria, lo que no tiene que ver con la música de hecho.

A. S.: ¿Qué piensas acerca de la situación actual de la industria de la música?

Z: Creo que siempre ha estado en crisis y que lo de ahora no es ninguna novedad. Igual que otros sectores se han adaptado a los cambios la industria discográfica debería de tratar, por lo menos, de hacerlo y buscar alternativas, como patrocinadores, por ejemplo y no quejarse tanto, si no trabajar en serio y buscar modelos nuevos de trabajo que funcionen.

A. S.: ¿Crees que lo comercial está reñido con la calidad?

Z: Lo comercial y lo no comercial es un concepto que a pesar de llevar tanto tiempo en esto sigo sin tener muy claro. ¿Comercial es un estilo, es un número de ventas? Creo que lo que importa es la calidad y todo lo demás es poco importante. Hay productos de calidad que triunfan y otros que no y al revés. Lo importante son las canciones, todo lo demás me importa bastante poco.

A. S.: ¿Qué consejo darías a la gente que está empezando en el mundo de la música?

Z: Que sean honestos consigo mismos, que tengan un buen amigo o amiga que le diga: “oye, esto no mola, de verdad” o “me emociona“. Y sobre todo, que luchen, que no tengan prisa, que sean pacientes, que aprendan a tocar antes de subirse a un escenario y que nunca dejen de creer en lo que hacen.

A. S.: ¿Quieres añadir algo más?

Z: Que ha sido un placer. ¡Viva internet!

¡Viva!

 

                                                                                                                                            Texto: AMADO STORNI