CIUDAD: Hospitalet (Barcelona)
LUGAR: Salamandra 1
GRUPOS: Exodus (85 min.), Behemoth (65 min.), Decapitated (40 min.), Ex Deo (40 min.)
DURACION TOTAL: 225 minutos
Pocos carteles en lo que llevamos de año ofrecían tanto atractivo como el formado por Ex Deo, Decapitated, Exodus y Behemoth. Cuatro formaciones de alto nivel que dejaron distintas sensaciones en su presentación en la sala Salamandra en la noche que España se jugaba el pase a los octavos de final del Mundial 2010 de fútbol ante Chile y que, quizá, privó al local de una mejor entrada.
El resultado final puede catalogarse de exitoso a pesar de que el sonido, en algunas fases, no tuvo la calidad necesaria. Pero, ya se sabe, controlar y calibrar a cuatro auténticos “jinetes del Apocalipsis” con sus diferentes señas de identidad no debe ser tarea fácil.
EX DEO
Debido a la puntualidad con la que dieron comienzo las actuaciones, Ex Deo, el proyecto de Maurizio Iacomo, de Kataklysm, inspirado en el Imperio Romano, ya se había puesto en marcha al acceder a la sala, por lo que solo pude distinguir “The Final War (Battle Of Actium)”, uno de los temas de Romulus, su único disco hasta ahora. El sonido fue impecable, nítido a pesar de la contundencia y de ser la primera formación en desfilar. La puesta en escena dio un toque adicional de vistosidad, con los estandartes propios de las legiones romanas con las siglas S.P.Q.R. flanqueando la batería y los miembros de la banda tocando con unas, me supongo, incómodas corazas, además de observar a Maurizio, siempre muy marcial en sus evoluciones, con el traje romano completo, incluido falda y unas sandalias que le cubrían hasta la rodilla. En definitiva, dejaron una grata impresión.
Los polacos Decapitated no era la primera vez que nos visitaban pero si lo hacían con una formación casi totalmente remodelada, salvo el guitarrista Vogg, después de aquel accidente de 2007 que dejó en el camino a su batería y fuera de combate al vocalista. Sus dos últimos y alucinantes discos de metal técnico y visceral, Organic Hallucinosis y The Negation, marcaban cierta expectación. Sin llegar a ser desastroso, el sonido tuvo ciertos contrastes distorsionadores que no dejaron apreciar en su verdadera medida los auténticos malabarismos de Vogg con las seis cuerdas. No obstante, pudimos observar su desenfreno a la hora de atacar el mástil y su endiablada técnica, haciendo rechinar de forma abrupta su instrumento, excelentemente secundado por el bajista Heinrich, quien aporreaba el bajo con sin igual vehemencia y con el vocalista Rafal Piotrowski imprimiendo unos tonos vocales más graves que su antecesor.
Sus hirientes y cambiantes ritmos tuvieron como handicap la parte de producción que nunca consiguió domar la saturación sonora y canalizarla de una forma más audible. Con algún posible error de apreciación, los temas que tocaron por orden cronológico fueron: “A Poem About An Old Prison Man”, “Day 69”, “Post(?) Organic” y “Visual Delusion”, todos de Organic Haullucinosis; “Three-Dimensional Defect” (The Negation), “Winds Of Creation”, del disco del mismo título; “Flash-B(l)ack” (Organic Hallucinosis) y, para finalizar, “Spheres Of Madness” (Nihility).
La sensación final fue la de que ofrecieron buenas vibraciones, a pesar de los mencionados defectos de sonido, pero pudieron ser mejores.
BEHEMOTH
Supuestamente, Exodus debían ser los siguientes en aparecer pero sorpresivamente lo hicieron Behemoth, con una puesta en escena simplemente impresionante, con unos micrófonos disimulados con cabezas de cobra, y diversos símbolos colocados sobre el escenario como, el águila de dos cabezas y, por descontado, la estrella de siete puntas. Asimismo, la vestimenta y el maquillaje, terminaba de definir una imagen aterradora y acorde con su estilo musical. Vamos que los tíos plantados allí mirando con caras de “comeniños”, daban vértigo.
Su sonido fue más solvente que el de Exodus y Decapitated, quizá porque sus composiciones, además de la visceralidad intrínseca del black metal aportaban perfiles más marcados y Behemoth supieron dominar de forma inmejorable el control de los tiempos.
Debido a retrasos con el horario establecido el set list (al igual que el de Exodus) sufrió un recorte que no deslució para nada su presentación. Arrancaron con el demoledor “Ov Fire And The Void” , de su último álbum Evangelion, para continuar con “Demigod” del disco del mismo título, al que siguió otra pieza de Demigod, “Conquer All”. Tres canciones y ya habían conquistado a las “almas perdidas” para su causa (exceptuando los pacientes seguidores de Exodus que aguantaban a la espera de “su” momento).
Se disfrutaba de la música y se disfrutaba del espectáculo. La pinta de Nergal con su mirada amenazante y su forma de acometer las voces, a gritos espeluznantes (menos vigorosos que otras ocasiones y algo opacados por la instrumentación), imponía respeto y daba cierto “yuyu”. Sus colegas no se quedaban atrás, hasta el punto de que Orion, durante la interpretación de “LAM”, tropezó con el sintonizador del PA y cayó de espaldas. Mientras se recuperaba tras bastidores el resto del grupo siguió tocando solventando la situación sin mayor problema.
El concierto continuó con momentos espectaculares como la ejecución de “At The Left Hand Ov God” con un tramo de impresionante percusión tribal. Un corto solo de batería a cargo de Inferno y un “rush” final impactante con “Decade Of Therion”, “Chant For Eschaton 2000″ y “Lucifer”, que fue el bis que cerró su celebrada actuación, con Nergal enfundado en su máscara diabólica. Los mejores de la noche, posiblemente.
EXODUS
Algo extenuados por la tralla asimilada, nos dispusimos a presenciar la última actuación de la noche. Llegaba el momento y todos los seguidores de Exodus que había tenido una pasiva actitud sacaron al “Hulk” que llevaban dentro para absorber toda la energía que desprenden las canciones de los legendarios thrashers de la Bay Area.
Con el respecto que merecen y con el cariño que uno tiene a álbumes como Bonded By Blood. Los actuales Exodus tienden a decantarse hacia el mimetismo compositivo en sus últimos discos y que, expuestos en directo de un manera excesivamente brutal, perjudica el equilibrio dinámico del thrash metal y a sus canciones clásicas. Claro que, fueron las menos, porque en el set list prevalecieron las composiciones de nuevo cuyo como “The Ballad Of Leonard And Charles”, “Beyond The Pale” y “Downfall” del último álbum, “Iconoclasm” del anterior o, “Blacklist” del excelente Tempo Of The Damned, del que también tocaron “War is My Shepherd”. En cambio, sorprendieron al incluir “Fabulous Disaster” del álbum homónimo. Y, concesiones al legado histórico, pocas, “A Lesson In Violence” y “Strike Of The Beast”. Y… si tocaron “Piranha”, como vienen haciendo, un servidor no se enteró.
No se duda de la habilidad de Gary Holt con la guitarra, de hecho, realizó un trabajo brillante en lo que respecta a los solos, aunque en determinados momentos se perdían entre la vorágine sonora y la aplastante maquinaria metálica en que se ha convertido Exodus en la actualidad, primando la ferocidad, la contundencia extrema y los ritmos desaforados, sobre las armonías thrash de otra época. Holt, para quien parece no pasar el tiempo físicamente, parecía tener un cohete donde la espalda pierde su nombre, no paró ni un instante de dar caña y sonreír rayando el histerismo, secundado por el resto de la banda, como digo, en un estado de evidente excitación y con las revoluciones pasadas de rosca.
La presencia de Rob Dukes en el apartado vocal, también ha contribuido a endurecer los esquemas de Exodus con su registro de carácter hardcoriano. El rudo cantante, estuvo excesivamente pendiente de que la gente realizara moshing, insistiendo una y otra vez en el mismo tema cuando las fuerzas, después de cuatro largas horas, ya empezaban a flaquear incluso entre los más aguerridos.
Como dato adicional comentar que el amplificador de la guitarra de Gary Holt dejó de funcionar durante diez minutos. Nada extraño si tenemos en cuenta la sobrecarga a la que estuvo sometido el equipo de sonido. Fue un tiempo para recuperar oído y para beber cerveza gratis repartida por el propio guitarrista a quienes tuvieron la suerte de poseer los brazos más largos.
Las conclusiones nos dejan con unos Exodus algo caóticos, excesivamente machacones, demasiado acelerados como para disfrutar plenamente de su música. Al menos esa es la sensación que me transmitieron debido a sus autoimpuestos atributos a semejanza de una banda de metalcore.
Por cierto, su presentación la realizaron de un tirón sin hacer el paripé de los bises de rigor. Una de dos, o fue por motivos de tiempo o, porque iban tan “a piñón” que ni cayeron en cuenta.
SET LIST BEHEMOTH
1. Ov Fire And The Void
2. Demigod
3. Conquer All
4. LAM
5. As Above So Below
6. Slaves Shall Serve
7. At The Left Hand Ov God
8. Solo de batería
9. Alas, Lord Is Upon Me
10. Decade Of Therion
11. Chant For Eschaton 2000
BIS
12. Lucifer
CRONICA Y FOTOS POR LOCKY PEREZ
Exodus, Behemoth, Decapitated, Ex Deo (25-06-2010 Salamandra Barcelona) Los cuatro jinetes del Apocalipsis1 thought on “”