Jeff, de 49 años, había nacido en California en 1964 y llevaba desde 2011 alejado del grupo por problemas de salud derivados de la picadura de una araña, lo que le llevó a contraer una fascitis necrotizante, infección aguda del tejido celular.
Junto a Kerry King (guitarrista), Tom Araya (bajo y voz) y Dave Lombardo (batería) iniciaron la actividad de Slayer en 1981, convirtiéndose con el tiempo en una de las referencias fundamentales del thrash metal junto a Metallica, Megadeth y Anthrax, a quienes se conoce como The Big Four.
Jeff, quien a lo largo de la carrera de la banda contribuyó como compositor de canciones imprescindibles como “Angel Of Death”, “Raining Blood” o “Seasons In The Abyss”, por citar algunas de las más relevantes, había sido reemplazado para sus presentaciones en directo por Gary Holt, guitarrista de Exodus.
En un principio, Jeff estuvo a punto de perder el brazo y pasó por un largo proceso de rehabilitación para poder caminar de nuevo. Mientras tanto, seguía tocando la guitarra y componiendo pero, finalmente, decidió abandonar toda actividad para conseguir se plena recuperación, algo que no llegó a suceder.
En su página oficial, el grupo dejado un mensaje en el que aseguran estar devastados por el fallecimiento de su compañero.