Esta es una de las más bandas menos valoradas de los últimos veinticinco años. Pioneros a mediados de los 80 de aquello que se dió en llamar metal progresivo y que tan devaluado quedó después en los 90. Pero estos tipos dieron con la fórmula perfecta y supieron combinar con elegancia las intrincadas estructuras de Rush y las melodías de Judas Priest. Este es uno de sus temas más clásicos y uno de los singles de Parallels, uno de sus trabajos más aclamados.
Texto: Juan Manuel Vilches