1 de Octubre… Aún con los ritmos que sonaron en la jornada de ayer subiendo y bajando de nuestros oídos y nuestra cabeza, hasta llegar a nuestros pies, nos dispusimos a disfrutar de la segunda jornada del En Vivo.
Era de esperar que en víspera de fin de semana y, para qué negarlo, con grandes nombres en cartel, la cosa se iba a llenar de público poco a poco. Un dato que quedó claro nada más acceder a las inmediaciones del recinto y ver la marabunta de gente que había allí congregada.
Sin ir más lejos, la entrada al recinto, placentera y sin agobios en la jornada anterior, se hizo algo “cansina” ante tanta afluencia de locos por la música y de aquellos que, perros viejos, sabían que el viernes y el sábado serían los días clave de este macro-festival.
Y, bueno, entraremos en materia sin hablar del calor asfixiante que reinaba en esas latitudes (encontrar sombra era un ejercicio de maña y valentía), y tampoco hablaremos del polvo, de la arena, de lo incómodo que resulta ver un concierto a través de las partículas de polvo que levantan las zapatillas al andar o al saltar… De verás que, si Getafe piensa seguir usando esta localización para próximas citas musicales, qué menos que pensarse dos veces arreglar el terreno, al menos, para que no sea algo habitual, ver a la gente con mascarillas de cirujano mientras se bailan una rumba o saltan al ritmo de un buen rock fusión. Yo, sólo, lo dejo caer…
Pues bien, empezó prontito la jornada (la apertura de puertas fue a las 13:00 h.) y los conciertos, por supuesto, se adelantaron con respecto a ayer. Los encargados de abrir la jornada de música en directo fueron Biok, que rompieron el silencio de un escenario 2 que albergó, a lo largo de la noche a grandes grupos de rock como Sutagar, Boikot, Banda Bassotti, Reincidentes (se hizo corto pero fue, al menos, intenso), Rosendo que alargó un concierto y que estuvo, como siempre, enorme, y Ska-p, encargados de cerrar la noche de rock con sus temas .
Lo cierto es que no se le puede negar a los organizadores el acierto a la hora de elegir cartel porque, como podéis comprobar, un mismo estilo sobre un escenario es capaz de aglutinar diferentes estilos.
Es de rigor reconocer que, a pesar de que a una servidora le apasione el hip-hop, nuestros ojos y oídos se centraron más en lo que se nos ofrecía desde el escenario 1 y 2, dejando el 3 para aproximaciones breves en el tiempo, por eso de ver cómo va… El caso es que allí sonaron las voces de Vkr, Duo Kie, Sota, El Chojín (poeta donde los haya en eso de rimar versos y remover conciencias), Hablando en Plata, Mala Rodríguez, Violadores del Verso y Nach, un cartel que no dejó indiferente a nadie allí.
Era raro ver a La Gripe, O’Funkillo y Siniestro Total a eso de las 16:00 de la tarde pero, volviendo a lo mismo que decíamos ayer, demasiados grupos para tan poco tiempo quizás, o puede que, sea de rigor decir que, demasiada variedad para tan poco tiempo. La condensación de horarios fue de lo mejor y, a pesar de contar con márgenes de unos cinco minutos escasos entre concierto y concierto, todo salió sobre ruedas.
Esperado por todos fue el regreso a los escenarios de O’Funkillo y Siniestro Total que, a pesar de lo intempestivo de la hora y el calor que regó los cuerpos de los más danzarines, volvieron a llenarnos de lo mejor de su cosecha. Unos directos increíbles que hicieron las delicias de muchos, por no decir, de todos.
Ojos de Brujo llegó a las 20:00 de la tarde derrochando su fusión de rock, flamenco, fusión, un postre al menú de Siniestro compuesto de una macedonia de sonidos y ritmos.
Cierto es que era raro, tras la descarga de rock del bueno que hizo Reincidentes escuchar los acordes de las canciones de Bebe en el escenario de al lado… pero en eso consiste la diversidad de un festival como este. La noche llegó al culmen con el Macaco de Barcelona… Qué tendrá este hombre que es capaz de hacer moverse a todos y cada uno con sus canciones y sus ritmos. Era increíble ver a bakalas, raperos, poperos e indescriptibles en general, mover las caderas al ritmo de Moving. Como siempre, el mejor Macaco.
La vuelta de Sôber a los escenarios fue el culmen a una noche increíble de buena música, grandes directos y momentos inolvidables que quedan en la retina de todos los presentes. Sería difícil decir más de una noche así, nada más que no sea una calificación de, al menos, Notable alto.
Texto: Toñy Espada