La región de Flandes ocupa la mitad norte de Bélgica, y durante los meses de verano se celebran allí más de 280 festivales de música de todos los estilos y dimensiones. Gracias a la iniciativa Flandes is a Festival, más de cien bloggers y periodistas fuimos invitados a conocer lo que puede dar de sí una visita estival alternando conciertos, cultura, gastronomía y compras.
En una primera parada en Bruselas, además de la imprescindible visita a la Grand-Place o al museo Magritte, se puede visitar el museo de instrumentos musicales, con un impresionante e inabarcable surtido de artefactos de todo tipo y procedencia. Una visita interactiva, en la que puedes escuchar fragmentos grabados por una gran cantidad de los elementos de la colección y tienes la posibilidad de apuntarte a alguna de las actividades pedagógicas que ofrece el centro.
Otro sitio de interés es el museo del comic, los belgas han sido decisivos en el desarrollo de esta disciplina, basta mencionar a los Pitufos o a Tintín para darte cuenta de ello. Además, podemos apreciar muchas referencias al mundo de la música, ¿los pitufos makineros?, venga, sí, pero también están los hermanos Dalton, “presentes” en la portada del primer LP de Siniestro Total. En este país la cultura de comic es tal que hasta en la catedral te explican la historia de la misma en este formato. En todo caso, ni Spirou ni Lucky Luke podrán nunca con dos agentes de la tía, uno calvo y el otro con dos pelos que blablabla…
Siguiente etapa en Brujas, una ciudad que huele a madera, a librería de antiguo y a patatas fritas. Subir a uno de los campanarios más famosos del mundo, acordarse de Poe, y recorrer el perímetro de la ciudad con sus molinos y canales son argumentos de peso para esforzarse en el disfrute de la gastronomía local, mejillones, pescado, estofado flamenco, todo ello acompañado de patatas fritas, por las que sienten devoción los autóctonos, sin olvidar el chocolate y todos sus derivados. Tras un postre al cacao hay que visitar el museo del chocolate, su historia, su elaboración y degustaciones recién hechas.
La ciudad de los puentes nos despide con un concierto de rock a todo volumen en plena plaza del ayuntamiento, parece evidente que la cultura rockera está mucho más asentada que en España, con público de todas las edades para ver la actuación de The Scabs, autodenominados pop rock y muchísimo más duros que la mayoría de los “rockeros” de aquí, cosas de etiquetas… y de actitud.