Ocurre hasta en las mejores familias. Todo aquel que se sube a un escenario a presentar sus últimas composiciones pasa por lo mismo; sobre todo, cuando el disco está tan reciente que solo los fans más acérrimos conocen ya todo su contenido, comas incluidas. Hablo del ansia del público por volver a escuchar los grandes éxitos del artista o banda en cuestión, cuando lo que quiere este es defender a capa y espada sus futuros clásicos. Este ansia se apoderó de los asistentes al reciente concierto de Francisco Nixon en El Sol de Madrid, donde Fran Fernández quiso trasladar al directo Lo malo que nos pasa [Siesta], su nueva entrega en solitario.
Hay que reconocer que, en este caso, resulta hasta comprensible, dado que el protagonista de la velada cuenta con un surtido currículum musical, donde figuran aportaciones imprescindibles a la historia del indie español. Son más de dos décadas de andadura con Australian Blonde y La Costa Brava, en solitario y estableciendo alianzas sólidas con compañeros de viaje como Ricardo Vicente. Y todas estas aventuras con un denominador común: las buenas canciones.
Y es que las letras de “El cumpleaños de Ronaldo” o “Adoro a las pijas de mi ciudad“, disfrutadas y coreadas como si fuera la primera vez, están grabadas a fuego en el imaginario indie, y punto. Fran lo sabe, e interpretó estas y otras piezas del legado creado junto al desaparecido Sergio Algora y el suyo propio (“Erasmus borrachas“, “Inditex“) con una gran sonrisa, o directamente partiéndose de risa.
Sin embargo, recordando a Umbral, Fran había ido a hablar de su nuevo disco, cargado de composiciones marcadas por una sofisticada instrumentación que se pudo disfrutar en directo. Esto fue posible gracias a la presencia de las partes implicadas en el proyecto, como el productor y bajista Nahúm García, Linda Mirada a los teclados y su inseparable Richi, siempre dispuesto (incluso con dolor de muelas). Como bien apuntaría el músico más adelante, esta iba a ser una de las contadas ocasiones en las cuales se podría ver a la banda al completo. El buen rollo imperante entre sus miembros, perfectamente compenetrados, era la prueba de que El Sol estaba viviendo una noche única.
De este modo, el single “Siempre es el cumpleaños de alguien” contó con su elegante saxo y brilló el toque tropical de las muy bailables “Chicos bajos, chicas altas” (“canciones con mensaje social, señores”, señaló Fran) y “Robando cobre“. La abundancia de cuerdas vocales sobre el escenario permitió disfrutar de grandes coros, de la pegadiza “Juventud” —con Linda Mirada llevando la voz cantante— y de “Treinta y tres”, penúltimo préstamo de La Costa Brava, cantado a capella por músicos y asistentes.
El último apareció en los bises, en forma del primer tema compuesto por Fran para el grupo, “Hazte camarera“, dedicado a Algora, atacando una vez más la fibra sensible (empezando por la suya). Ricardo también fue protagonista con “Todos tus caballos de carreras” (carta de presentación de aquel Problema de los tres cuerpos de 2012) y se hizo honor a la palabra “bis” tocando de nuevo el single, reivindicando de nuevo el motivo de su visita a la capital.
Fue una velada con una carga importante de nostalgia y emoción, donde Lo malo que nos pasa brilló con luz propia, y Fran Fernández dio cuenta de por qué se le necesita durante otros 20 años más. Por lo menos.
Texto y foto: Beatriz H. Viloria