Gazpacho — “Missa Atropos” (2010)

Artista: Gazpacho
Disco: Missa Atropos
Sello: Superball Music/Century Media.
Fecha de publicación: 26 noviembre 2010
Más información: http://www.centurymedia.com
Valoracion: 8,5/10

Listado de canciones:
1. Mass For Atropos I (01:43)
2. Defense Mechanism (06:29)
3. I Was Never Here (03:09)
4. Snail (03:35)
5. River (05:36)
6. Mass For Atropos II (02:37)
7. Missa Atropos (08:25)
8. She´s Awake (03:41)
9. Vera (07:22)
10. Will to Live (03:06)
11. Mass for Atropos III (01:39)
12. Splendid Isolation (08:33)
13. An Audience (02:53)

Duración total: 59’06”

Como churros. Y sin querer decir algo negativo con ello. Normalmente la industria del cine, de la música, y del arte en general, se denigra cuando las cosas se hacen como en una churrería. Es decir, creando supuestas obras de arte “como churros”. Pues Gazpacho acaba de demostrar, como otros grupos que están en forma, en ese momento clave de su carrera, que el tiempo no es un rival para ellos. Su gran trabajo en ‘Missa Atropos‘ confirma que el estado de forma lo es todo…

En realidad Gazpacho sólo tienen 6 álbumes repartidos en 7 años de trabajo, aunque se dice pronto. El caso es que van a un ritmo de casi disco por año y la progresión es, en su caso, inversamente proporcional a la calidad de sus trabajos y sus creaciones. Ellos han progresado desde su música cercana-al-prog que hacían a comienzos de la década, con sonidos más propios de U2 o Radiohead que de Marillion y otras bandas progresivas. Pero han acabado siendo un grupo de neo-progresivo claramente influidos por la banda liderada por Steve Hogarth sin que eso signifique en caso una pérdida de identidad.

Lo cierto es que tras realizar grandes obras como ‘Firebird‘ (2005) y ‘Night‘ (2007), realmente antológicas, pocos confiaban en que pudieran mantener ese nivel creativo. Pero se equivocaban. ‘Tick Tock‘ (2009) rompió todos los moldes y con alardes de talento y creatividad compusieron un disco realmente redondo. Impresionante. De los que conviene recordar durante años y años. Así que cuando apenas habían pasado meses y comenzado la gira de presentación y ya hablaban de su siguiente álbum de estudio, yo el primero, dudamos muchos de que esto fuera a buen puerto.

Pues ironías de la vida, hablando de puertos, aquí está ‘Missa Atropos‘, con un faro en la portada, morada del personaje central de su obra, ya que se trata de un disco conceptual. El álbum se inspira en la figura mitológica griega de Atropos, una de las hermanas conocidas como las tres parcas o moiras, las cuales firmaban el destino de las vidas de todos los seres humanos e incluso de los dioses. Una tejía el hilo de nuestras vidas, la otra los medía y, finalmente, la tercera parca, Atropos, cortaba ese hilo y, con ello, nuestro paso por este mundo. De ahí la expresión ‘misantropía’, referida al odio a los seres humanos, a relacionarse con los demás.

Por eso el álbum es conceptual y relata la historia de un hombre que corta todos los lazos con el mundo y se retira a un solitario faro para escribir una plegaria, una misa, para Atropos y probar la verdadera soledad. El título del disco, ‘Missa Atropos‘, es por tanto un juego de palabras sobre la misantropía y la misa-ceremonia de Atropos, la parca que cortaba los hilos de nuestras vidas.

“Hemos intentado hacer otro disco en la línea que comenzamos a trazar en 2007 con ‘Night’ y es, en otras palabras, un álbum conceptual que busca dar al oyente una oportunidad de escaparse durante un tiempo del mundo”, dijeron Gazpacho. El caso es que les ha quedado otra genialidad de disco. Lo más curioso es que en el pasado mes de marzo, cuando comentaron novedades sobre este nuevo trabajo, la orientación era otra muy distinta. La formación comentó que grabarían con orquesta y coro sinfónico. Además, se dijo que tendría por título ‘Black Pyramid‘.

Llega la misa

Pero aquí está ‘Missa Atropos‘, del que me atrevo a decir que es su mejor disco. Sí. Pese a que era difícil de superar todo lo anterior. Lo es porque no tiene ni un segundo de descanso, ni un altibajo, se escucha de un tirón y con emoción continua en el cuerpo. Las melodías aquí trazadas, con calma y sin usar apenas sonidos guitarreros, es al mismo tiempo intenso y emocionante. Una obra de arte continua cuya única pega es la inserción de la segunda pieza, ‘Defense Mechanism‘, justo después de la intro ‘Mass For Atropos I’. Único resquicio para la crítica negativa, ya que el resto del álbum es un todo indestructible que evoluciona con arte y saber hacer de este quinteto que merece, poco a poco, ir ganando más fama y llenar salas en todo el planeta. Hoy por hoy, bastante lejano.

Destacan en este discazo ‘Snail‘ -una bella y corta melodía de trazo épico y preciosista con teclados que imitan un inolvidable melotrón-, ‘River‘ -que es de las pocas que sacan a relucir guitarras eléctricas más fuertes y percusión más contundente-, la pieza central, ‘Missa Atropos‘ -antológica y la más ‘Marillion’ de todas-, y ‘Will to Live‘ -una verdadera joya musical-.

Pero no todo pueden ser elogios. En el tema de la producción se le perciben algunas carencias, puesto que el sonido de algún instrumento es netamente mejorable en muchos momentos, como la batería, que suena excesivamente simple y mecánica. La voz de Jan-Henrik Ohme se impone tanto sobre el resto que en ocasiones más parece una voz con orquesta que una banda integrada a mismo nivel. Sin embargo, nada que decir a cómo suenan las partes más instrumentales, como los violines de Mikael Krømer y los teclados imperiales de Thomas Andersen, que se imponen durante todo el disco creando atmósferas impresionantes, evocando mundos de fantasía con suma facilidad y credibilidad.

Y no, no voy a engañar a nadie. Quizás la música de Gazpacho no sea para todos los públicos, ni siquiera para todo el público progresivo. Hay gente que suele decir que esta música, cercana a lo que lleva haciendo Marillion en la última década, es más idónea para dormir que para disfrutar. Cada uno tiene que elegir el momento para cada obra. No es lo mismo disfrutar del metal progresivo de Dream Theater que de las composiciones casi bucólicas de Marillion, Gazpacho o bandas de este estilo. Pero la calidad está por encima de juicios de valor, y Gazpacho está ahí. Ahora bien, desde mi modesta opinión, es momento para descansar y enfocar la próxima creación con otra mentalidad, ya que este ritmo, por mucho que se esté en un momento creativo sin cuartel, es mejor limitarlo por el bien y el futuro de la propia banda.

Más información: Página oficial de Gazpacho