George Lynch no llenó sus ganas de tocar únicamente militando en los hoy bien reconocidos Dokken. 1990 trajo su proyecto Lynch Mob y 1993 su primer álbum firmado con su nombre y apellido. En ambas facetas no se quedó únicamente con el debut, por lo que atesora buenas muestras de sus inquietudes musicales. Ha colaborado igualmente en cualquier apuesta que ha requerido de sus diabluras a la guitarra. En fin, uno de esos imparables. El asunto es discernir si es o no uno de aquellos artistas que no paran de grabar sin decir nada nuevo en cada futuro redondo.

Lynch no es la culminación de la originalidad materializada en un músico, todo sea dicho; pero lo que hace, sin duda, lo subraya con un talento rotundo. En Kill All Control, cual acicate, ha contratado a Keith St. John (Montrose, Burning Rain), Will Martin (Earshot), Marq Torien (BulletBoys) o Fred Coury (Cinderella), compañía más que idónea para un lanzamiento de estas características. Destaca el primero, St. John, en ‘Resurrect Your Soul‘ y ‘Rattlesnake‘, dos de las diversas colaboraciones que aquí ofrece a George.

Eso sí, el ex Dokken continúa vivaz a la hora de generar ritmo con su guitarra, una muestra de dinamismo tan agradable como efectiva. Kill All Control es vino de envidiable cosecha, una buena muestra de que sin reinventarse Lynch también sabe estar a la última a la par que alimenta un organismo cargado de honestidad.

---

Sergio Guillén