¡Pardiéz! El joven Gilberto Aubán (conocido entre la realeza y el vulgo como Gilbertástico) va cortando cabezas y secuestrando damiselas con su primer álbum, titulado “Versalles” (Comboi Records, 2011). Aunque en honor a la verdad, este caballero ya atacó otras aldeas a lomos de su arte salvaje. Famoso se hizo por tierras levantinas siendo Gilbertástico y Las Mierdas Flotantes y también formando parte de Tórtel. Amén de dejar su impronta leal con dos maquetas autoeditadas; “Un tullido velo” y “Operación Cóndor“.
“Versalles” es un trabajo sangriento, pero elegante. El músico dadaísta prosigue su andadura artística con una suerte de ópera-rock muy bien traída. Sin pasar por alto las gráciles composiciones ataviadas con una melódica armadura del Siglo XVIII. Y todo esto sin que el propio compositor se diera cuenta de su creación. Como si de un monstruo de Frankenstein se tratara, el cancionero de “Versalles” fue tomando forma; una melódica de allí, un ukelele de allá, una mandolina de aquí… así hasta construir el animal sonoro que este multiinstrumentista explica alegremente: “Versalles se llama así por la pretensión de belleza, como el palacio, pero la otra cara de la moneda es que al final, la misma dinastía que empezó a construirlo fue expulsada del mismo y al rey le cortaron la cabeza. Junto a la independencia americana, la Revolución Francesa fue uno de los hechos que cambiaron el mundo occidental aunque en su día tuvieran una intención ambigua y no tan noble como pareciera (tomar el poder, al fin y al cabo)“.
Como no podía ser de otra manera Joaquín Pascual (ex-Mercromina y Surfin’ Bichos) se enamoró de unas primeras maquetas, tanto que se aventuró a producirlas y a colaborar. La condición era que no se debía grabar de manera común; bajo, guitarra y batería. ¡Alguien ponía la cabeza sobre los hombros! Aunque posiblemente rodaran después.
“Un chico bien plantado en la televisión; despierta el apetito de los hombres de hoy; “A ese lo partía en dos”; las risas de ellos en el salón“.
Para tal obra de arte se contó con La Orquestina de la Sopa de Uñas, compuesta por Miguel Gascón (Chucho) y Ana Galletero (Travolta). Mandolinas y violines en ‘Carteles‘, slide guitar en ‘¡Sal Sol!‘, carillón en ‘Animal perruno‘… y una gran y excelente amalgama de instrumentos sencillos pero laboriosos componen buena parte de este teatral artefacto adornado con once cortes.
Otro punto favorable es el arte del disco. Un libreto a modo de texto antiguo con la historia contada en forma de canción, pues como anteriormente se ha dicho, esto es una ópera-rock desde que empieza hasta que acaba. Tal y como reza en su apertura: “Manual de letras. Se transcribe el texto de las piezas tal y como figura en el testamento de los autores de la obra“.
Háganse un favor y escuchen con rebeldía y atención esta megalómana maravilla llevada a la sangre del corazón.
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Calificación: 7/10
Texto: Charly Hernández