Lo que Billy Bragg es hoy en día y significa para todos los que han escuchado su reto melódico al status quo se puede resumir en una cita de su héroe Bob Dylan: su voz y sus canciones “llenan de esperanza a los vencidos y de humildad a los poderosos”. Billy Bragg estará de gira del 14 al 18 de osctubre:
Miércoles 14 — Madrid @ Galileo Galilei – Entradas en Ticketmaster
Jueves 15 — Barcelona @ Bikini — Entradas en Ticketmaster
Viernes 16 — Donostia-San Sebastian @ Kursaal – Sala de Cámara
Domingo 18 — Bilbao @ Palacio Euskalduna
Este es el espíritu que impregna su nuevo álbum Mr. Love & Justice, cuyo título hace referencia a los dos temas más recurrentes de la obra de Bragg: las debilidades humanas en las relaciones y la búsqueda de una sociedad más justa. Mr. Love & Justice reafirma a Billy Bragg no como una estrella pop o un laborioso cantautor sino como alguien mucho más grande que la suma de sus partes. El Bardo de Barking, con su inagotable actividad, nos llena de esperanza y nos inspira. The Times le define como “un tesoro nacional que aún tiene mucho que decir”, y en su último trabajo lo hace con la fe y la convicción de siempre.
Steven William Bragg nació en Essex cuando la Unión Soviética lanzaba al espacio el Sputnik 2. Hoy en día, con Mr. Love & Justice, su undécimo y mejor álbum en el mercado es conocido por el nombre de Billy Bragg en todo el mundo. Ha trabajado, en el sentido literal de la palabra, con parlamentarios británicos, parados sin formación, miembros del Rock & Roll Hall Of Fame, jóvenes promesas, músicos callejeros, convictos, refugiados recién liberados, punk rockers y estibadores en huelga.
Hace un cuarto de siglo subía en solitario al escenario de la Universidad Politécnica del Norte de Londres. Se anunciaba como Billy para que su familia no sospechara el cambio de rumbo en sus estudios. Desde entonces Billy ha viajado por todo el mundo, ha grabado singles y compuesto álbumes de gran éxito, ha escrito himnos políticos que se cantan en las huelgas, ha mantenido con vida canciones tradicionales inglesas, ha dejado su huella en el catálogo de folk americano y todo esto lo ha hecho dejándose la piel y el corazón. Habitual tanto de la MTV como de programas de debate sesudos, en la primera ha cantado sus principios y en los segundos ha dado su opinión. El Bardo de Barking ha escrito artículos para diarios y publicaciones de todo tipo, siendo el más recordado el titulado Una genuina expresión de la voluntad popular, en el marco de la campaña por la reforma de la Casa de los Lores.
En 2006 publicó su primer libro. El Patriota Progresista constituye una elocuente protesta contra la elección de doce concejales extremistas del British National Party en su querido East London, el barrio que moldeó al joven Billy y en el que, ironías de la vida, hay una calle llamada Bragg Close en su honor. Londres y la política están en sus venas como la leche y una de azúcar en su té. Estamos hablando del único músico pop, activista político y vecino del East End en ser candidato serio y con gran apoyo popular a tener una estatua en el cuarto pedestal de Trafalgar Square.
Billy Bragg es un hombre de la gente y de las calles. Empezó hace veinticinco años cantando en las calles como un buscavidas punki y eso le ha marcado. Recientemente Bragg montó The Big Busk, un evento que consistía en reunir a centenares de personas para que juntas cantaran versiones corales del repertorio clásico de los músicos callejeros como “Knockin’ On Heaven’s Door” y “Maggie May” frente al Royal Festival Hall.
En los diez últimos años cabe destacar las colaboraciones de Billy Bragg con Woody Guthrie y Ludwig Van Beethoven. Un gran hito teniendo en cuenta que Guthrie murió en 1967 y Beethoven ciento cuarenta años antes. Cuando Nora Guthrie escuchó a Billy en un homenaje a Woody en Nueva York decidió que ya había encontrado al músico ideal para editar las letras y componer la música de las canciones inéditas de su padre. Con los dos álbumes de Woody y Billy junto al grupo norteamericano Wilco, Mermaid Ave. (Vols. 1 & 2), consiguió un par de éxitos en las listas norteamericanas y se dio a conocer ante un nuevo público. En 2007 Billy recibió el encargo de escribir la letra del “Himno de la Alegría” para una gala en el Royal Festival Hall de Londres. Allí conoció a Su Majestad la Reina de Inglaterra, que después del concierto pidió un CD con la música de Beethoven firmado por Billy.
El día antes de conocer a la Reina, Bragg recibió el Premio al Compositor Clásico de la revista Q. Cuando subió al escenario a recoger el premio de manos de K.T. Tunstall con todo el público en pie una de las primeras personas en felicitarle fue Sir Paul McCartney. Billy aprovechó el momento para pedir apoyos a su programa de rehabilitación de presos a través de la música.
Entradas para Madrid y Barcelona a la venta en Ticketmaster