Llegado el momento de volver al estudio, encontraron el apoyo de Maldito Records para el lanzamiento de un nuevo álbum en 2015, al que han puesto el nombre de La Ira y que está disponible desde el pasado marzo.
Hamlet nunca ha sido una banda acomodada en unos parámetros definidos. Su evolución ha ido paralela a los cambios de tendencias dentro del panorama internacional, algo que en ocasiones les ha costado algunas críticas. Precisamente, debido a su constante mutación, han conseguido mantener una frescura de la que adolecen otras bandas empeñadas en mantenerse fieles a unos conceptos definidos.
Con La Ira, los madrileños dejan de lado el metal de perfiles modernos compacto y arrollador al que habían llegado con la publicación de La Puta Y El Diablo para buscar un cambio con nuevas alternativas que pasan por recuperar algunos trazos de su propio pasado para reciclarlos dentro de formatos emergentes en los últimos tiempos como pueden ser el stoner y el sludge, aunque este último explorado de forma superficial. Algo que ya quedaba reflejado en Amnesia, aunque quizá no tan acentuado.
El inicio del álbum, con “Lamento”, puede resultar algo “traumático” para algunos seguidores de la banda puesto que se topará con una pieza abrupta y de rugosa sonoridad orgánica. Una sorpresiva carta de presentación dentro del enfoque que han querido dar con La Ira que se mantendrá a lo largo de todo el trabajo.
No es que Hamlet se haya ablandado, la energía sigue presente en su música, el hecho es que han construido sus composiciones bajo una arquitectura distinta. Estamos ante una formación sumida en los vértices del groove metal de afinaciones densas, como podemos comprobar en los marcados ritmos de “Ser O No Ser” y “Nadie Más”, donde el bajo de Alvaro Tenorio tiene mucha presencia junto a un áspero entramado de guitarras.
Otro aspecto a destacar es la posición de la voz de Molly, situada al mismo nivel que el de la instrumentación y, por ello, privada de la capacidad de sobresalir por encima del resto de elementos. No obstante, el vocalista deja constancia de sus cualidades llevando hasta extremos imposibles su desgarrado registro, por supuesto, sin descuidar alguna concesión melódica.
Todas las apreciaciones anteriores quedan plasmadas fielmente en cortes como “Ciudad De Dios”, “Sin Tiempo Que Perder” o “Imperfección”, este último, posiblemente, uno de los más sobresalientes del disco.
Y… si de momentos vertiginosos se trata, ahí están los ejemplos de “Salvación”, “Miseria” e “Irreductibles”, así como “Niega” con su musculoso riff, para ratificar que Hamlet, dentro de su transformación, no abandona el lado salvaje.
Que los componentes de Hamlet han ampliado sus horizontes también queda plasmado en los dos bonus tracks “Testificar” y “Me Olvidaste”; ambos rodeados de un toque enigmático y de una perturbadora oscuridad.
Como en su anterior grabación, el grupo ha confiado en Carlos Santos y los Sadman Studios de Madrid para producción, mientras que las mezclas han sido obra de Kurt Ballou, guitarrista de Converge y la masterización ha estado a cargo de Brad Boagtright. Sin duda elecciones que han incidido claramente en el resulto final de La Ira.
CALIFICACION: 8,75/10
GRUPO: Hamlet
TITULO: La Ira
DISCOGRAFICA: Maldito Records
AÑO: 2015
PAIS: España
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
Hamlet: La Ira (2015)6 thoughts on “”