Para todos los amantes de la música donde convergen diferentes fuentes musicales está Heavy Trash, que nos ofrece una música digna de los mejores tugurios, donde corre el alcohol, las mujeres se convierten en gritos de dolor del sector masculino con el fondo de un buen blues o un rock and roll sucio lleno de chulería estoniana salpicada por la mala ostia de extrañas criaturas que aman sus guitarras. Siendo directos y quitando las buenas palabras llenas de licencia poética que me he permitido darme el gusto, disfrutamos de una noche de música que te llega directamente al corazón y donde se muestran pinceladas de rockabilly, mucho blues e incluso oscuro psychobilly con una banda formada por Jon Spencer con su amigo Matt Verta-Ray. Que nos fue regalado de manera absolutamente frenética y deliciosamente demencial.
Antes de entrar en faena comentaremos la actuación de Los Caballeros de Düsseldorf, un grupo que se encargaba de hacer un experimento de tipo “minimalista” que consistía en hacer música y tocar sus propias composiciones con diferentes elementos de lo más curioso como algunos juguetes y similares. Una especie de “performance” que yo no entendí en absoluto y me aburrió tremendamente, y es que lo reconozco, esto no es lo mío.
Tras un tiempo de espera que se nos hizo interminable sobre las tablas apareció la banda para de entrada regalarnos con “The Loveless” lleno de intensidad que nos dejaba sin palabras y con Jon dominando un escenario que al minuto se le hacía pequeño. Era la primera vez que podía verle con Heavy Trash y me he quedado absolutamente rendido a sus pies, y no solamente por que sabe aunar a la perfección toda aquella música por la que vendí mi alma al diablo, también por la “Jodida” intensidad de este hombre y un set list donde cayeron todas las canciones que estábamos deseosos de oír de los tres trabajos que ha editado el grupo. Escuchamos un espléndido “Darkhair´d rider” que fue de lo que más me gustó por la noche o “Pimento” interpretadas por una banda totalmente entregada aunque relevados a un segundo plano por la sombra de Jon Spencer , pero que no debe engañarnos esto ya que son el esqueleto de todo lo que vemos y un Matt Verta que también estuvo fantástico con su guitarra y las veces que cogía las riendas a nivel vocal.
No podemos olvidarnos de otras canciones como “Sweet Little Bird” que fue uno de los puntos álgidos de la noche , “Gee I Really Love you” o “Chopt Face” que me hicieron darme cuenta de la enorme versatibilidad de la banda que no se la puede encuadrar en ningún estilo aunque predomine el sonido más rockabilly o el blues y canciones que en directo ganan en fuerza y sobretodo improvisaciones que te sorprenden aunque puedan alargar las composiciones. Brillantes, aunque eso si, son una banda para gente que no tiene prejuicios y muchísima educación a nivel musical.
Texto y fotos:Charly Rock and Roll
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