Grupo: High On Fire
Álbum: Snakes For The Divine
Sello: Century Media
País: Estados Unidos
Fecha de publicación: 8 de marzo de 2010
Más información: web/myspace

Tracklist:

1. Snakes For The Divine
2. Frost Hammer
3. Bastard Samurai
4. Ghost Neck
5. The Path
6. Fire Flood and Plague
7. How Dark We Pray
8. Holy Flames Of The Firespitter

Hay grupos, y por consiguiente, discos, que sabes perfectamente de qué van a ir. Hay grupos, como en este caso High On Fire, cuya música está patentada. De antemano, sabes con lo que te vas a encontrar, lo que en muchos casos es una garantía aunque también una limitación. Hay grupos que nunca te sorprenderán, pero que siempre te convencerán. High On Fire es uno de ellos.

Snakes for the Divine [Century Media, 2010] es el quinto trabajo en estudio del grupo de Matt Pike. El trío estadounidense ha grabado la continuación de Death Is This Communion [Relapse, 2007] en los The Pass Studios de Los Ángeles, junto con el productor Greg Fidelman, que acaba de producir World Painted Blood de Slayer y se va a encargar del sonido del próximo álbum en directo de Metallica.

En cuanto al sonido, lo habitual y esperado. Una tormenta de proporciones bíblicas, desatada por la guitarra de Matt Pike. Riffs contundentes, densos, pesados, que conforman un virulento muro sonoro que es complementado por una sección rítmica que ejerce de apisonadora. Entre la tormenta de riffs de metal y de abrasivos solos de guitarra, se cuelan los alaridos y gritos del señor Pike.

Sin embargo, como punto negativo, en algunas momentos, uno no sabe si está escuchando los riffs de Snakes For The Divine, de Blessed Black Wings, de Death’s Is This Communion, o de … Esta tendencia a fabricar riffs monolíticos, apoyados en una potente sección rítmica, que según van progresando, van desencadenando en solos de guitarra, que alegrarán a la parroquia metalera, empieza a estar un tanto sobada y en Snakes For The Divine da muestras de falta de creatividad.

La mayor novedad que presenta Snakes For The Divine, no reside en el fondo, sino en la forma. Greg Fidelman ha logrado que High On Fire suenen más accesibles que nunca, lo que no es nada fácil. Y es que el trío se ha encontrando en un momento similar al de Mastodon cuando grabaron Crack The Skye con Brendan O’Brien. Un instante donde están a punto de abandonar el underground para empezar a llegar a un público más amplio. Por ello, el quinto álbum de High On Fire suena limpio, casi han desaparecido las partes Motörhead. Es seco y los timbales suenan más suaves, aunque siguen gozando de contundencia. La forma ha cambiado levemente, el fondo sigue siendo el mismo. High On Fire, evolucionan, pero a penas cambian.