Historias de vocalistas (Parte VIII): Sustitutos de emergencia: Blaze Bayley, John Bush

Continuamos la serie de artículos dedicados a los vocalistas del heavy metal; de aquellos que quisieron probar otras alternativas y de los que se vieron forzados a hacerlo. Después de anteriores entregas dedicadas a las separaciones conflictivas y a aquellos que fueron expulsados con premeditación y alevosía por su comportamiento o por no encajar ya en el seno de la banda, seguimos con quienes fueron escogidos como sustitutos; en algunos casos, pensando que podrían hacerse con el puesto de forma definitiva. Sin embargo, todos los aludidos aquí tienen el denominador común de no haber conseguido afianzarse en el puesto. Después de haber contado los casos de Tim Owens y John Corabi, ahora lo hacemos con Blaze Bayley y John Bush.

BLAZE BAYLEY

En el fondo, ni el propio Blaze Bayley se creía que podía encajar en Iron Maiden, sin embargo el destino le reservó, no 15 minutos de gloria, sino varios años. Aunque tampoco se puede decir que fuese un camino de rosas.

Lo cierto es que su trabajo con Wolfsbane y el hecho de que fuesen colegas, prevaleció sobre su capacidad para reemplazar con garantías a Bruce Dickinson ya que sus registros vocales contaban con evidentes diferencias.

Así pues, se trataba de una solución de urgencia que tenía el tiempo limitado. Solo era cuestión de encontrar a otro cantante o, esperar el retorno de Bruce, como así sucedió.

Mientras tanto, Blaze disfrutó todo lo que pudo con su pertenencia a una de las formaciones más importantes de la historia del heavy metal. Su primera contribución en estudio, The X Factor (95), a pesar de vender lo suficiente, coincidió con un bajón a nivel de aceptación tanto de crítica como de fans. Bien es cierto que tampoco se le puede achacar toda la culpa al vocalista ya que el álbum carecía de canciones con la “pegada” acostumbrada. De todas formas, Blaze fue protagonista de la correspondiente gira mundial que les llevó por vez primera a lugares como Sudáfrica o Israel.


El segundo y último aporte de Blaze para Iron Maiden fue Virtual XI (98). Posiblemente, el disco más flojo de toda la trayectoria de la formación británica. Un descenso en las ventas, así como diversos problemas de Bayley con su garganta llevaron a una incómoda situación que acabó con su salida del grupo. El sueño (y la suplencia) había terminado.

VIDA DESPUES DE IRON MAIDEN

Es difícil pronosticar qué hubiera sido de Blaze Bayley si hubiese seguido junto a Wolfsbane. Lo que está claro es que su pertenencia a la “Dama de Hierro” posibilitó el inicio de una carrera en solitario que quizá no hubiera fructificado en otras circunstancias.

Después de grabar Silicon Messiah (2000), Tenth Dimenson (02) y Blood And Belief (04), aún bajo el estigma de Iron Maiden, y con el nombre de Blaze a modo de reclamo para los fans, la formación al completo se disgregó por diversas circunstancias y Bayley volvió a empezar de nuevo. Tras realizar algunas actuaciones y con una formación inestable durante largo tiempo, en 2007 recluta a los hermanos colombianos Bermúdez, David (bajo) y Nico (guitarra) quienes, junto al guitarrista Jay Walsh y al batería Lawrence Paterson, facturan, The Man Who Would Not Die (08), un álbum de excelente nivel enmarcado en los vértices de heavy metal clásico pero con la suficiente personalidad como para mostrar tanto la creatividad a la hora de componer como el buen estado del vocalista.


Parece que la sombra de Iron Maiden es ya solo un bonito recuerdo y que Blaze es una formación competitiva que puede seguir adelante por su propia capacidad, algo que se demuestra plenamente con la edición, este mismo año, de Promise And Terror, otro gran álbum de heavy metal moderno con un atractivo contenido.

En resumen, estaríamos equivocados en valorar la trayectoria de Blaze solo por su estancia en Iron Maiden. Con el tiempo, ha evidenciado ser capaz de conformar una banda con garantías de continuidad a poco que la suerte les acompañe y los aficionados al heavy metal dejen de verle como quien fuese sustituto de Bruce Dickinson en la etapa más oscura de los británicos.

JOHN BUSH

El caso de John Bush y Anthrax es otra de esas historias de encuentros y desencuentros, con daños colaterales, que terminó cuando el bueno de John dijo basta y cortó por lo sano.

Llamado para sustituir a Joey Belladonna en unos momentos en los que la banda quería dar un giro a su estilo, dejó Armored Saint y se incorporó en 1992, debutando con el excelente Sound Of White Noise (93). Efectivamente, Anthrax había dado un cambio para bien y el sacrificado había sido Belladonna.

El “matrimonio” duró 13 años, durante los cuales se sucedieron, Stomp 442 (95), Volume 8: The Treat Is Real (98), We’ve Come For You All (03) y The Greater Of Two Evils (04), esté último un recopilatorio de clásicos interpretados por John.

En un curioso momento de esta “aventura”, John y Joey compartieron protagonismo cuando, el último, fue invitado a la grabación del recopilatorio de grandes éxitos Return Of The Killer A’s lanzado en 1999, en el que se incluía la versión del grupo Temptations, “Ball Of Confusión” y en la que participaban ambos vocalistas.


Todo parecía ir sobre ruedas y la sustitución apuntaba a una definitiva consolidación. Sin embargo, el peso de la historia, la típica mirada nostálgica al pasado y la posibilidad de recaudar dinero extra tentaron a la formación neoyorquina, que no pudo negarse a la realización de una gira con la formación original, incluyendo a Joey a las vocales.

JOEY BELLADONA Y DAN NELSON

Así las cosas, en 2005, se anunció una gira conmemorativa con la formación de Among The Living. La primera idea era realizar el acontecimiento con ambos vocalistas, cada uno cantando los temas de su etapa. John Bush lo entendió, incluso llegó a manifestar posteriormente que siempre había tenido presente que en algún momento podía suceder que Joey regresase. Pero no aceptó el juego y dejó la banda.

Anthrax se embarcó en la gira con Belladonna y, una vez concluida, cuando parecía que el antiguo vocalista podría recuperar su puesto, se dio por terminada la colaboración, supuestamente, por motivos económicos e incompatibilidad de caracteres.

Con Belladonna defenestrado de nuevo y Bush negándose a volver. Anthrax emprendieron la tarea de buscar otro cantante. En un principio se especuló con la posibilidad de que Corey Taylor de Slipknot fuese el elegido. No obstante, presiones de la discográfica del grupo de Iowa provocó la desestimación de la idea, aunque luego Charlie Benante comentara que el contacto con Taylor era para un proyecto paralelo, no para vincularse a Anthrax.


En 2007, con la formación sin vocalista, Rob Caggiano, a quien se le había dado el puesto fijo de guitarrista, sugirió a un conocido para el puesto. Es así como entra en escena Dan Nelson, con quien la banda realiza diversas actuaciones, incluso taloneando a Iron Maiden, y con quien comienzan a grabar su nuevo álbum Worship Music, que debía aparecer en 2010. Pero, de forma sorprendente, cuando el disco está prácticamente listo y ya se ha realizado la promoción correspondiente, incluyendo entrevistas en los medios, se da marcha atrás, se paraliza todo y se anuncia la misteriosa salida de Nelson, cuyo corto curriculum solo muestra vínculos con formaciones de escasa trascendencia como Devilsize y Me My Enemy.

Es así como en 2009 se entabla contacto de nuevo con John Bush quien accede a participar en algunos de los compromisos en directo más importantes de la banda, como el Sonisphere en Inglaterra y, en febrero del 2010, en el Soundwave Festival de Australia. Todo parece indicar que la reconciliación es un hecho y que Anthrax contará con Bush para el evento del siglo, la reunión del Big Four, junto a Megadeth, Metallica y Slayer en los Sonisphere de Polonia y Bulgaria. Sin embargo, el “culebrón” continua, John se lo piensa mejor y decide dejar de pertenecer a Anthrax.

Con la importante expectativa que ha causado el anuncio de la actuación conjunta de los cuatro grandes históricos del thrash, recurren, una vez más, a Joey Belladonna, quien tampoco le hace ascos a la posibilidad de reverdecer los laureles del éxito.

Aquí acaba la vinculación de John Bush con Anthrax (de momento) quien, por otra parte, sorprende al entregar con su antigua banda Armored Saint, uno de los álbumes más interesantes del 2010, La Raza. Por otra parte, el único trabajo importante en estudio que ha realizado el vocalista tras sus continuos devaneos con Scott Ian y Charly Benante.

Próxima entrega: Sammy Hagar y Gary Cherone.


POR LOCKY PEREZ

locky

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  • Creo que deberias poner los enlaces a los demas articulos de esta serie para las perosnas que entran desde los motores de busqueda puedan encontrarlos mas rapido sin necesidad de perder tiempo buscando en todo el website.

    Parte de eso... tremendo articulo, gracias

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locky

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