Como hablar de todas sería imposible en un trabajo de estas características, nos hemos fundamentado en algunas premisas. En lo que respecta a la “vieja generación”, nos centraremos en las que llevan 20 años en activo (es decir, como mínimo desde 1992) y hayan publicado disco en 2012.
Aunque puede haber alguna ausencia notoria, aquí encontrará el lector algunas de las bandas más representativas del metal extremo en sus diversas vertientes: death, black, grindcore… etc, así como otras no tan reconocidas pero que, aún manteniéndose en un segundo plano han realizado méritos suficientes para tenerlas en cuenta.
Además de saber el estado de creatividad actual, basándonos en su última entrega de 2012, conoceremos quienes de los miembros han permanacido firmes en su puesto resistiendo la fuerte competencia actual.
El orden de aparición será cronológico, por orden de antiguedad y/o fecha de lanzamiento de su álbum en 2012.
NAPALM DEATH
No cabe duda de que Napalm Death es un buen ejemplo para comenzar este informe. Llevan más de 30 años dando la vara con su frenética propuesta, evolucionando desde sus inicios punkero/hardcorianos hasta convertirse en la principal referencia en lo que a grindcore se refiere.
Se da el caso de que en la actualidad ninguno de sus componentes es miembro fundador aunque es incuestionable su aportación en la trayectoria del grupo. El más veterano es el bajista Shane Embury, cuyo “background” incluye vínculos con numerosas bandas, entre ellas, Brujería, Insidious Disease, Azagthoth, Unseen Terror y Warhammer. Entró en el grupo en 1987, después de que publicasen su álbum debut Scum. Dos años después se incoporaron Mitch Harris (guitarra) y Mark “Barney” Greenway (voz) y en 1991 Danny Herrera (batería), completó la formación que ha permanecido hasta las actualidad.
Que su apuesta sigue vigente lo demuestra el que Earache Records haya reeditado sus primeros álbumes.
Llegados al 2012, nos presentan Utilitarian, un trabajo en el que, sin perder su incisiva e irascible personalidad se adivina un leve distanciamiento de sus postulados más extremos. Una suerte de aproximación a las texturas del death metal más colérico, donde no faltan los ritmos perturbadores ni las guitarras lacerantes, así como la impetuosa voz de Barney marcando su inconfundible huella.
Un disco de horizontes abiertos que incluye alguna “turbadora” sorpresa como la presencia del saxofón de John Zorn, contribuyendo a aumentar el caos y, algún que otro coro de voces “melódicas” como el que aparece en “The Wolf I Feed”, posiblemente el corte más accesible de su carrera. Por lo demás, estamos ante unos Napalm Death evolutivos que, dentro de su cerrado círculo estilístico, han introducido alguna pincelada que se sale de sus habituales normas. Un positivo indicio que de que están vivos y dispuestos a nuevos retos.
ASPHYX
Salvo un corto período de 1994, el batería Bob Bagchus ha sido la cabeza visible de Asphyx, formación holandesa pionera en su país en lo que respecta al death/doom metal, en activo desde 1987 aunque con algún que otro periodo de silencio, el más largo entre 2000 y 2007, año en el que el vocalista Martin van Drunen, quien había formado parte del grupo entre 1990 y 1992, unió fuerzas con su ex colega para resucitar la banda hasta la actualidad, reclutando a Paul Baayens para hacerse cargo de la guitarra y al bajista Wannes Gubbels. Este último dejó el grupo en 2010, siendo sustituido por Alwin Zuur.
En conjunto forman un grupo de músicos inquietos que reparten su tiempo en otros proyectos, ya que, tanto, Bagchus como van Drunen y Zuur, forman parte de otro grupo de estilo similar llamado Grand Supreme Blood Court, en activo desde 2009 y con un álbum publicado en 2012; además Martin y Paul también son integrantes de Hail Of Bullets, grupo de death metal de temática bélica creado en 2006 y con dos álbumes publicados.
A principios de este 2012 que se acaba publicaron su último trabajo, Deathhammer, donde demuestran que tienen ideas y recursos para aguantar en primera línea, combinando densos y cadenciosos ritmos con guitarras de grooves graníticos y riffs forjados al rojo vivo, así como voces cavernosas, como en “Der Landser”, o acelerones endiablados tipo “Reign Of The Brute”.
Un disco con el que aseguran su futuro fundamentado en un sonido excepcional grabado en los Harrow Studios de Holanda con el experto ingeniero Harry Wijering, quien ya produjera dos de los álbumes clásicos de Asphyx dos décadas atrás, ayudado por el propio Paul Baayens; pone el toque definitivo en las mezclas y masterización el afamado Dan Swano, con un resultado abrumador.
La edición limitada incluye un bonus CD con la versión en alemán de “Der Landser”, dos nuevas adaptaciones de los temas “Death The Brutal Way” y “We Doom You To Death” y las versiones de “Os Abysmi Vel Daath”, de Celtic Frost y “Bestial Vomit” de Majesty.
GRAVE
En el seno de los deathmetaleros suecos Grave también nos encontramos a un “superviviente” de la “vieja guardia”, el guitarrista y vocalista Ola Lindgren, quien consta como el único componente original que ha permanecido desde 1988. Los otros fundadores, Jörgen Sandström (bajo, guitarra y voces) y Jens Paulsson (batería), abandonaron el barco hace ya tiempo, siendo los compañeros actuales de Lindgren, Ronnie Bergerstahl, batería incorporado en 2006; Tobias Cristiansson, bajista desde 2010 y Mika Lagrén, guitarrista desde el año 2011.
Así pués, se trata de un reencuentro cuyo resultado nos devuelve a unos Grave con energías renovadas y con la misma actitud de sus mejores momentos, apostando por los ritmos virulentos, las sonoridades graves y las texturas corrosivas, sin dejar de lado momentos de atmósferas densas y lúgubres, todo supervisado por el propio Lindgren que además de ejercer de productor, se encargó de las mezclas y la masterización; nadie como él para extraer el sonido perfecto para el grupo que lidera desde hace décadas.
Un álbum que permite a una formación histórica como Grave, recuperar prestigio manteniendo unas características reconocidas a las que se han añadido una aureola de lúgubre misticismo que encaja de maravilla en su abrupta y granítica propuesta ya sea en temas expeditivos como “Encountering The Divine” y “Perimorten” o en cortes de largo recorrido y espesas texturas como “Epos”, de cerca de 8 minutos de duración, que despide el álbum.
Como incentivo adicional se incluye una edición limitada con las versiones “Killing Technology” de Voivod y “Efilnikufesin (N.F.L.” de Anthrax.
UNLEASHED
Unleashed es otra banda sueca considerada pionera dentro del death metal, además de uno de los primeros grupos en componer canciones sobre la mitología escandinava. Fue formada por el bajista y vocalista Johnny Hedlund cuando fue expulsado de Nihilist que acabaría trasformándose en los actuales Entombed.
A diferencia de otras bandas, su formación se ha mantenido bastante estable con el batería Anders Schultz ejerciendo de inseparable compañero de viaje junto a Johnny desde los inicios y con el guitarrista Tomas Olsson incorporándose tan solo un año después. Desde que el guitarrista Fredrik Folkare se incorporara en 1995 en sustitución del también fundador Fredrik Lindgren, no ha habido más cambios en su alineación.
Detrás del gran trabajo de batería y de la consistente presencia vocal, sin olvidar los momentos en que el bajo tiene su protagonismo, como en “White Christ”, Odalheim cuenta con un decisivo aporte de las guitarras de sobrados recursos además de estar integrado por piezas que no se limitan a seguir unos parámetros más o menos similares sino que apuestan por la diversidad y los giros estructurales.
Curiosamente, los mejores momentos de la trayectoria de Unleashed han coincidido con años puntuales. Su álbum de 1992 Shadows In The Deep está considerado como uno de los mejores; diez años después lanzaron otro trabajo de categórico reconocimiento como Hell’s Unleashed y tras otros diez años nos encontramos, posiblemente, con otra de sus mejores obras.
NECROPHOBIC
En su excelente labor de rescatar piezas de coleccionista, la discográfica Hemmerheart Records ha puesto en 2012, a disposición de los aficionados, el EP que en 1996 lanzó la banda sueca de death/black metal Necrophobic, tres años después de publicar su primer larga duración titulado The Nocturnal Silence.
Se trata de una versión ampliada de Spawned By Evil, en el que participó David Parland, miembro fundador, quien repartía por entonces esfuerzos junto a Dark Funeral. El resto de la banda estaba integrada por el también fundador Joakim Sterner (batería), Tobias Sidehard (voz y bajo), en la actualidad solo vocalista y el guitarrista Martin Halfdan, fuera del grupo desde el 2000.
Además del tema propio “Spawned By Evil” y las versiones “Die By The Sword” (Slayer), “Nightmare” (Venom) y “Enter The Eternal Fire” (Bathory), del lanzamiento original, se han añadido dos versiones más, “Ridden With Disease” (Autopsy) y “Moonchild” (Iron Maiden), esta última digna de tener en cuenta en su versión agresiva y, dos demos de 1994 de los temas “Black Moon Rising” y “The Call”, con un sonido bastante cuidado.
MARDUK
Los seguidores de Marduk pueden estar contentos ya que 2012, además de publicarse un nuevo álbum de una de las principales referencias suecas del black metal más diabólico y ponzoñoso, han tenido la suerte de poder disfrutar de la reedición de su debut de 1992, Dark Endless, y no es la primera vez que se hace ya se trata de un disco de auténtico culto entre los seguidores del grupo.
El guitarrista Patrick Niclas Morgan Steinmeyer, es el único componente que ha resistido el trajín de Marduk desde su creación en 1990, aunque Magnus Andersson “Devo”, también ha acumulado sus años de pertenencia, primero como guitarrista desde 1992 hasta 1994 y, posteriormente, reincorporándose como bajista en 2004. Los otros dos actuales componentes, Hans Daniel Rostén “Moortus” (vocalista) y Lars Broddersson (batería), se incorporaron respectivamente en 2004 y 2006.
Espectacular sonido de batería, desgarradas y enfermizas voces, desquiciantes guitarras y un bajo que parece marcar el camino del averno son las características que conforman unas composiciones que destilan veneno, creando una atmósfera solo apta para “metalheads” iniciados en el tema. Aquí no hay tregua ni compasión, Mortuus escupe bilis como si estuviera poseído, mientras sus compañeros siembran la anarquía con su avasalladora instrumentación.
Un trabajo de Marduk en toda regla; amenazador, belicoso y demoníaco; mayormente visceral aunque con determinados momentos acompasados donde el grupo muestra un lado más pausado de su perversa puesta en escena, como se descubre, sobre todo, en el extenso tema final titulado “World Of Blades”.
Pocos meses después de la publicación de Serpent Sermon, vio la luz Dark Endless, su debut de larga duración que, con el tiempo, ha pasado a formar parte de las obras con más “peso” dentro del black metal, convirtiéndose en un preciado objeto por parte de los seguidores del estilo.
La reedición no ha cambiado demasiado el sonido aunque sí se puede notar una mayor “claridad” en lo que respecta a la mezcla final, lo que permite apreciar con mayor definición todas las partes implicadas.
Sobre las piezas originales se han añadido algunas variaciones; la intro “The Eye Of Funeral”, que pasa a abrir el disco en solitario, en lugar de formar parte del segundo tema “Still Fucking Dead (Here’s No Peace)”; cuatro temas en directo grabados en 1991 con un sonido bastante pobre, todo hay que decirlo y, un par de demos de 1990, “Dark Council/Departure From The Mortals” y “Within The Abyss” que, obviamente, tampoco suenan de maravilla pero constituyen un interesante documento para los más acérrimos seguidores de Marduk.
PHOBIA
Phobia son otros veteranos de la escena extrema cuya propuesta se decanta hacia el grindcore con perfiles hardcorianos. Se formaron 1990 en la localidad californiana de Orange County y por sus filas han pasado numerosos músicos, resistiendo en su puesto, imperturbable a los continuos cambios, el vocalista Shane Mclachlan que, con su registro chillón y visceral, dota al grupo de una de sus principales características. Bryan Fajardo, quien ya estuvo en la banda en 2004, le vuelve a acompañar desde 2009 en el puesto de batería; en el mismo 2009 se incorporó el bajista Calum Mackenzie. Completan la formación los guitarristas Dorian Rainwater y CC Loessin, ambos en el grupo desde 2012. A modo de curiosidad mencionar que en 1993 estuvo tocando la batería Raymond Herrera (ex Fear Factory), todo un honor para la banda, sin duda.
Con Remmants Of Filth, sexto álbum del grupo, Phobia ratifica su desquiciante puesta en escena con una serie de piezas, 18 en total, que inundan los sentidos de implacables mazazos instrumentales que llevan implícita una rabiosa sustancia alejada de cualquier sensibilidad y expuesta continuamente a los trazos duros y erosivos del grindcore. En este caso, ejecutado con una vehemencia de carácter neurótico que resulta todo un vapuleo para la mente.
GORY BLISTER
Cuando hablamos de metal extremo, los países anglosajones y los del norte europeo son los que aportan mayor cantidad de grupos y los de más relevancia en el contexto histórico. Sin embargo, hay otros países no tan habituados a aportar bandas de características extremas que cuentan con representantes que se han esforzado por abrirse un camino y que, permaneciendo en un segundo plano, llevan tiempo subsistiendo dentro de la escena underground. Uno de estos casos puede ser el de los italianos Gory Blister.
Formados en 1991, por su seno han desfilado un puñado de músicos, siendo Joe la Viola (batería) y Raff (guitarra), quienes han llevado las riendas mientras observaban el continuo desfilar de bajistas y cantantes. En la actualidad, mientras el bajo no tiene dueño, de las voces se encarga John St. John, incorporado en 2012, quien tiene cierta similitud en su registro con Ron Royce de Coroner. De hecho, su propuesta encaja bastante con la de los suizos, ya que practican un death metal técnico aunque no tan inspirado y resolutivo.
De todas formas, composiciones como “Dominant GenEthics” o “H.I.V.” exhiben un especial atractivo con sus intrincados ejercicios guitarreros y sus inquietos parámetros, lo que determina que Earth-Stick, tan solo el cuarto álbum de su carrera, cuente con la suficiente calidad como para resultar a atractivo a los seguidores del metal extremo dotado de arquitecturas complejas.
Como dato adicional comentar que Karl Sanders de Nile, aporta su voz en dos temas: “Soul-Borne Maladies” y “Serpent Verse”.
EVOCATION
El caso de Evocation es algo particular. El grupo se creó en 1991 y al año siguiente, con la presentación de un par de demos y algunas actuaciones en directo mostraron su capacidad para fusionar los sonidos de las dos “escuelas” suecas del death metal, la de Gotemburgo, su zona de origen, y la de Estocolmo. Sin embargo, antes de poder exhibir sus características, la formación se disolvió en 1993 sin haber grabado un álbum en condiciones.
Evocation no han perdido su instinto deathmetalero a pesar de los años de silencio. Su paulatina recuperación del tiempo perdido desde su vuelta en 2005 desemboca en la presentación de un álbum que contiene sus señas de identidad perfectamente definidas, mezclando brutalidad y armonía con una considerable eficacia.
Las consecuencias son una serie de composisiones que suenan rudas pero a la vez integradas en un marco rítmico en el que la melodía subyacente dosificada convenientemente ejerce de elemento integrador, con “Divide And Conquer” como el ejemplo perfecto.
GOREMENT
Quienes conozcan a Gorement y hayan seguido su corta trayectoria desde 1991 a 1996, aunque un par de años antes funcionasen con otros nombres, están de suerte porque Century Media adquirió los derechos para relanzar el catálogo completo de una de las bandas más oscuras que ha dado del death metal sueco.
De esta forma, Within The Shadow Of Darkness, editado en doble CD/vinilo, reúne todo el trabajo de la banda convenientemente remasterizado por todo un experto como Dan Swano, quien ha realizado un trabajo excepciona a partir de las cintas originales.
El primer CD contiene íntegramente el único álbum que llegó a grabar el grupo en 1994, The Ending Quest, mientras que el segundo reúne el contenido de sus dos primeras demos: Human Relic y Obsequies, de 1991, así como el EP Into Shadows de 1992 y la demo Promo 1995. Se completa con cinco canciones en directo del año 1991, estas últimas solo publicadas en la versión CD y con un sonido no demasiado óptimo.
En este caso, no podemos hablar de un grupo que ha resistido el paso del tiempo porque ya no está en activo, pero el hecho de que su música haya sido reeditada indica que su música aún tiene seguidores dentro del metal extremo.
NAGLFAR
Seis álbumes en 20 años no es una excesiva producción para una banda, no obstante el grupo sueco de black metal con tendencias melódicas Naglfar, pionero de la escena black sueca, ha conseguido mantenerse en activo gracias a la constancia del bajista Kristoffer Olivius, miembro fundador y que pasó a encargarse de las voces desde 2005 cuando el primer vocalista y también guitarrista así como cofundador Jens Rydén dejó el grupo en 2004. A su lado se ha mantenido otra pieza importante como es el guitarrista Andreas Nisson, que entró en la banda tan solo un año después que Kristoffer. En la actualidad funcionan como trío, con Marcus E. Norman haciéndose cargo de guitarra, bajo y teclados, mientras que las partes de batería las grabó Dirk Verbeuren de Soilwork.
Teras es un trabajo que destaca por su tenebrosa atmósfera, a descubrir en piezas como “Come Perdition” y por la impactante vocalización de Kristoffer, tremendamente brutal y con momentos espeluznantes como en “The Monolith”, cuya audición en solitario y en según qué condiciones, no es recomendable para personas de intestino sensible.
No ha falta decir que el trabajo de Dirk es de gran espectacularidad, compitiendo en velocidad con las propias guitarras, como se puede comprobar en “Invoc(H)ate”, por ejemplo.
A pesar de que Téras es un trabajo decantado hacia la virulencia, los ritmos desaforados y las voces desgarradas, su despedida, con “The Dying Flame Of Existence”, de más de ocho minutos de duración, introduce momento densos y marcados donde el grupo quita el pie del acelerador para mostrar una cara distinta en cuanto a su dinámica, no así en lo que respecta a sus aristas escabrosas, algo que también se aprecia en la inicial “Téras”. El resto es pura violencia rítmica.
NATRON
Con Natron nos encontramos en el mismo caso que con sus compatriotas Gory Blister, con una trayectoria que abarca 20 años y cinco álbumes.
El grupo lo formó en 1992 el batería Max Marzocca, quien sigue al frente en la actualidad junto a Stefano Pomponio (bajo), Domenico Mele (guitarra) y Nicola Bavaro (voz). Siendo una de las primeras y más consistentes formaciones que ha dado el death metal italiano, desde sus inicios han mantenido un alto nivel de calidad que les ha permitido ganarse una consistente reputación para sobrevivir hasta la actualidad.
Las composiciones, evidentemente, recicladas con la actual tecnología, alcanzan un importante nivel de calidad que, seguramente, impactará a los seguidores de la banda y a quienes se acerquen por vez primera para descubrir sus matices. En ambos casos se encontrarán con una abrasadora dosis de metal rasposo y ritmos infernales, como ha sido costumbre de los italianos, solo que con un sonido actualizado aunque sin demasiadas sorpresas.
MALIGNANCY
Malignancy son toda una leyenda dentro del death/grind estadounidense. Proceden de Nueva York, donde se formaron en 1992 bajo el liderazgo del vocalista Danny Nelson, único componente que ha permanecido en el grupo desde sus inicios hasta la actualidad. El guitarrista Ron Kachnic se incorporó en 1996, mientras que Roger J. Beaujard ejerció de batería desde 1996 hasta 2003, en 2009 regresó para encargarse del bajo hasta la actualidad. El puesto de batería lo ocupa Mike Heller desde 2004 aunque en 2012 Alex Cohen lo hace en directo, al igual que Monty Mukerji en el puesto del bajo.
Eugenics es tan solo su tercer álbum en 20 años pero resume perfectamente el sonido de Malignancy, canciones instaladas en la brutalidad, con arrolladores ritmos desquiciantes en medio de los cuales se incrustan retorcidos ejercicios guitarreros que dan a Malignancy parte de su personalidad, rematada con el infernal trabajo vocal de Nelson.
Un disco sin florituras ni concesiones melódicas, pura brutalidad para seguidores de “lo extremo” dentro de “lo extremo”, aunque quieran jugar al despiste con intros como la que incluye el tema “Separatist”, solo algo de calma para afrontar la siguiente tormenta sónica. En una línea de bandas como Suffocation o Dying Fetus.
POR LOCKY PEREZ
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