Madrid tenía ganas de Interpol. La pregunta sería entonces ¿Tenía Interpol ganas de tocar en Madrid? A ver quién es el guapo que contesta con un sí o un no.
Tres años después de su última visita a la ciudad, y con disco nuevo bajo el brazo, Interpol eligió como punto de encuentro el Palacio de Vistalegre (casi lleno) que, para quién nunca haya visto (mejor dicho oído) un concierto en él, es como ver la gira de U2 por los vídeos que cuelgan los fans en Youtube. A esto se le sumó la escasa duración del concierto, una hora más un bis de tres canciones, y un precio alto de la entrada. Pero ¿quería o no quería la banda tocar? Aún no lo sabemos.
El concierto arrancó con ‘Success’, la primera canción de su cuarto disco llamado también ‘Interpol’. Quizá la elección fue para dejar patente que de lo que se trataba era de presentar el disco, o quizá porque es la canción más popular de la banda según Spotify (qué cosas!!), pero lo cierto es que resultó un comienzo frío. El segundo tema ‘Say Hello To The Angels’ canción con más solera, demostró que al menos Daniel Kessler (el guitarrista) estaba despierto. Empezaban a llegar mensajes positivos.
No fue hasta el tercer tema, ‘Summer Well’, cuando el público pudo demostrar a la banda su entrega y disposición coreando la letra con los brazos apuntando al cielo. Una señal más que suficiente para que Interpol se relajase y empezase a confiar en si mismo y en que este cuarto disco ha calado en su público. Pues no. Cuando ya tenían el camino hecho con ‘Slow Hands’, una de esas canciones de su disco de 2004 (Antics) que les dio fama entre los modernos de gafas de pasta, pantalones pitillo y vida ‘bohemia’, pegaron un frenazo con ‘Untituled‘.
Las pausas entre canción y canción, que en otras ocasiones sirven para empatizar con el público, se hacían pesadas y largas hasta que Paul Banks (frontman del grupo) tuvo a bien compartir que para el Madrid era un lugar muy importante porque los 4 años que vivió en la ciudad fueron en los que se formaron sus gustos musicales. Muy bonito todo y, ¿será entonces que SÍ querían tocar en Madrid? Puede ser.
‘Lights’,’Pda’ y ‘Not Even Jail’ encendieron la recta final del concierto y consiguieron mantener al público saltando y cantando. Misión cumplida, una hora y a despedirse. Tras hacerse querer unos pocos minutos, reservaron para el bis: ‘The Lighthouse’ (otra vez bajón de ritmo para ser abanderados del Post-Punk, como dicen de ellos) y ‘Evil’Â tema con el que sin ser el último, muchos ya se iban contentos a casa. Y ahí vino el golpe de efecto, ‘The Heinrich Maneuver’, canción coreada y bailada que dejaba en el personal la sensación de que Interpol había venido a Madrid con ganas de tocar.
Fotografías: Hector H. Vila.
Texto: César Peña.