Siempre es complicado enfrentarse al comentario de un disco de un músico no profesional —referido exclusivamente a que no se gana la vida con ello-, porque en más ocasiones de las que parece nos vamos a encontrar con unas ganas y una sinceridad que por mucho que busquemos no se ven en gran parte de los lanzamientos actuales. Es el caso de quien nos ocupa ahora, Isaac Herrera, un joven compositor y multiinstrumentista con una dilatada experiencia en numerosas bandas, entre las que destaca Les Paradis Artificiels, donde exploraba parte de los sonidos que ha desarrollado en solitario. Su primer álbum en solitario, titulado Parte De Mi Mundo, ha sido grabado en un estudio casero, lo que provoca siempre que se noten bastante las programaciones de la batería y los sintetizadores. Sin embargo, el uso de los demás instrumentos reales consigue aportar la calidez suficiente para que a los pocos minutos consigamos centrarnos en la canción.
Ya desde el primer tema, A Través de la Luz, el talento de este chico para fabricar magníficas melodías con la guitarra, se hace patente y toma todo el protagonismo. Isaac Herrera se mueve en los pantanosos terrenos de la new age, una etiqueta que no siempre ayuda a definir un sonido, pero en la que se encuadran muchos de los músicos con cuyo estilo tiene más afinidad nuestro joven compositor. Y es que recuerda mucho al Neal Schon del Beyond The Thunder, al Tino Izzo del Foreign Skies, a Alex de Grassi y mucho más aún a Craig Chaquico. El segundo corte, Pedazos de mi Mundo, es uno de los mejores de todo el disco, capaz de girar una y mil veces sobre la misma melodía, exprimiéndola y enriqueciéndola con continuos cambios. Después de la balada Inspirado en tu Mirada, casi un interludio por su extensión, tenemos Hasta que la Guerra Nos Separe, con un desarrollo muy emotivo. Aquí y en El Instante, encontramos las pocas voces del álbum, a modo de declamación, recitando unas pocas frases. Quizá una apuesta demasiado arriesgada dados los estupendos resultados que consigue con el formato instrumental. No faltan un par de guiños al flamenco más americanizado, ese que guitarristas como Govi han explotado como Gipsy Music: Brisa Marina y la mucho más compacta Ironía. Con Retales a Contraluz se despliega una nueva miríada de melodías, muy imaginativamente acompañadas de varios cambios de ritmo y, sobre todo, mediante el uso del e-bow. También prueba Isaac con un toque más clásico en Al Natural, eso sí, sin desviarse mucho de esas pegadizas melodías que tan bien le salen. Cierra con Fuentes de Vida, en la que el protagonismo de la guitarra decae un poco a favor de un ambiente más electrónico.
Isaac Herrera tiene una gran cantidad de muy buenas ideas y bastantes inspiradas melodías, aunque quizá intente abarcar demasiados estilos, lo que provoca que en algunos casos no termine de explotar ninguna de ellos. Pero también el esfuerzo que supone hacerlo y la gran cantidad y variedad de influencias enriquece enormemente el resultado final. No debe ser fácil moverse de Lee Ritenour a Satriani, de Andy Timmons a Jim Matheos o de Mike Stern a Steve Morse y en este álbum Isaac Herrera lo hace, con humildad pero con la cabeza bien alta, probablemente conocedor de sus enormes posibilidades.
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Texto: Juan Manuel Vilches